Una historia de un amor imposible. (Wallada e Ibn Zaydun)
Fue la mujer más hermosa e inteligente de la Córdoba andalusí: rubia, de piel clara y con los ojos azules, además de culta y vanidosa. Bordaba sus versos en sus trajes, según la moda de los harenes de Bagdad, y osó participar en competiciones masculinas de completar poemas inacabados, mostrando libremente su rostro, sin velo.
Fue criticada muy duramente por los integristas, pero también tuvo numerosos defensores, como el escritor Ibn Hazam y el visir Ibn Abdus. La gran pasión de su vida fue el poeta Ibn Zaydun, al que conoció a los veinte años. Fue una relación complicada, porque el poeta pertenecía a un clan rival de los Omeyas. El encuentro fue buscado por Wallada en una noche de justas poéticas y la princesa llevó siempre la iniciativa en la relación.
Sobre esta pasión tratan los nueve poemas que se conservan de Wallada: dos expresan los celos, la añoranza y los deseos de encontrarse; otro, la decepción, el dolor y el reproche; cinco son duras sátiras contra su amante, al que reprocha engañarla con una esclava negra y tener amantes masculinos:
«Sabes que soy la luna de los cielos mas, para mi desgracia, has preferido a un oscuro planeta». El último poema alude a su libertad e independencia.
En los jardines del Campo Santo de los Mártires (llamado así porque allí eran martirizados los cristianos en época musulmana) se alza desde 1971 un original templete, monumento al amor entre Ibn Zaydun y Wallada, obra del arquitecto Víctor Escribano y del escultor Pablo Yusti. El césped, las palmeras, los plátanos y naranjos, dan sombra y descanso a cuantos visitan estos jardines, vecinos del Alcázar, Caballerizas Reales, Mezquita-Catedral y Baños Árabes.
En el pedestal del monumento figuran estos versos de Wallada:
«Tengo celos de mis ojos, de mí toda, de ti mismo, de tu tiempo y lugar. Aún grabado tú en mis pupilas, mis celos nunca cesarán...». Y este poema de Ibn Zaydun: «Tu amor me ha hecho célebre entre la gente. Por ti se preocupan mi corazón y pensamiento. Cuando tú te ausentas nadie puede consolarme. Y cuando llegas todo el mundo está presente».
Las inscripciones están hechas en árabe y español.
Ibn Zaydun trató de hacerse perdonar su infidelidad, en balde, por la orgullosa Wallada. Córdoba lo vio errante y ojeroso, cantando a su amada: «¡Ay qué cerca estuvimos y hoy qué lejos!. Nos separó la suerte y no hay rocío que humedezca, resecas de deseo, mis ardientes entrañas; pero en cambio, de llanto mis pupilas se saturan».
Terminó exiliado en Sevilla, muriendo rico y poderoso, y seguro que nostálgico de la princesa poetisa.
Por su parte, arruinada en fama y dinero, Wallada se entregó finalmente a su protector, el visir Ibn Abdus, rival de Ibn Zaydun. Recorrió las taifas de Al Ándalus, exhibiendo su talento y acaso otorgando sus favores, pero siempre volvió a Ibn Abdus, en cuyo palacio vivió pero sin casarse con él, siempre altiva y hermosa. Wallada, anciana, murió el 26 de marzo de 1091, mismo día que los fanáticos almorávides...
Read moreThis is supposedly a commemoration to a great love story... which it probably was - right up to the moment he (Ibn Zaydun) started tarting around with another woman and then the supposed love of his life (Princess Walada) would have nothing more to do with him and went on to live her best life. Dress it up all you like but the moral of this story if you are male is to keep it in your pants and keep your wandering eye in check. You'll find it where the horse and carriages are queued up. (and don't be tempted to them unless you have more money than sense as the ride is quite an...
Read moreThe love story between a poet and a princess during Islamic time of Cordoba... Their story is so beautiful to read and check out. There are movies and TV shows and books that talked about both of them. the place is really amazing and well preserved and the area is so beautiful around it.. Still it needs cleaning...
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