Great place! Tons of working machines. The app leaves much to be desired. They don't have a phone number because they want you to come in. Aside from that, and some curious policies, like no sunglasses (mine were prescription glasses), it's a superb place. I stumbled upon it scouring the area for gyms because the hotel didn't have one and the others in the area didn't have daily/short-term rates. A shame!
Btw, To get to VIVA, from the main road make a right by the flower shower (hence the pic).
Viva had a promotion for 10 EUR thru the end of the month, a huge savings. The front desk person and manager helped me sign up and cancel immediately to avoid recurring charges. The app and tablet weren't working, so the manager used his computer to register me. I liked that help.
It's right near the amazing Mercadona supermarket. Love...
Read moreMe inscribí a este gimnasio el mes pasado. Hasta la fecha todo había ido bien. Hasta que me topé con “JAIME ALBERTO Q” (trabajador en el gimnasio).
Todo el personal de este gimnasio es bastante agradable, Sin embargo, esta persona es una maleducada. Mientras me encontraba haciendo una serie, me interrumpió para decirme que quitase mi propia sudadera de la parte de arriba de la máquina y la tiraste al suelo, Ya que estéticamente le molestaba visualmente.
Me encontraba haciendo la patada de glúteo en máquina detrás del biombo, Por lo que la sudadera no se veía. En cualquier caso, si tienes algún problema con mi sudadera, Si tan profesional eres, deberías saber que hay que esperar a que la persona termine su serie, ya que interrumpir además de ser de mala educación, perjudica el entrenamiento.
Considero importante la formación deportiva, pero aún más la educación, Y el Saber que te puedes esperar educadamente en una esquina, y cuando estoy haciendo el descanso entre serie y serie venir a comentarme lo que consideres oportuno.
Entiendo que esté obligado a decirme que debo hacer uso de las taquillas para dejar mis objetos personales. Sin embargo, había llevado la sudadera atada a la cintura durante todo el entrenamiento y me la quité exclusivamente para hacer tres series de ocho repeticiones los últimos cinco minutos, ya que de esa manera, podía pegarme más a la máquina. La coloqué en la parte superior y eso supuso un problema para Jaime.
Con esto, lo que digo es que se puede preguntar de manera educada la situación de la persona y no interrumpir y de manera déspota y soltar “ Se te olvidó el candado o qué?, Quita la sudadera de ahí que visualmente se ve feo”
En fin, solo espero que para la contratación de personal tengáis en cuenta también la educación de estas personas. Tenéis gente estupenda trabajando en el gimnasio, ejemplo de ello es María. Pero lo de Jaime...
Read moreImportante: Esta queja no va dirigida a Jesús, el encargado del VivaGym de Alberto Aguilera. Él ha sido profesional, atento y paciente. Mi problema es con la administración central de VivaGym, que es absolutamente incompetente.
Voy a ser muy claro: su servicio al cliente es una vergüenza.
He escrito ya a VivaGym seis veces — ¡seis! — y el problema sigue sin resolverse. He intentado contactarles a través de la app, la web, el Área de Clientes y cada sistema inútil que han montado. ¿El resultado? Silencio total. De vez en cuando, tras días o semanas, llega una respuesta genérica y vacía que no resuelve nada.
Han creado un sistema en el que el cliente no puede hablar con una sola persona real. No hay teléfono. No hay contacto directo. No hay responsabilidad. Lo han diseñado así, a propósito, para evitar tener que dar la cara. Y mientras tanto, siguen cobrando sin explicar nada, sin consentimiento y sin ofrecer el servicio que prometen.
Vamos a dejarlo claro: He pagado el mes de junio. He intentado repetidamente transferir mi membresía de Valencia a Madrid. He pedido una explicación del sistema de cobro — y no la han dado. He pedido acceso a mi gimnasio — la app no funciona, y sigo teniendo que pedir que me abran la puerta cada vez que voy. He pedido un reembolso o una corrección justa — y nada.
Esto es un robo, disfrazado de ineptitud.
Que sigan cobrando mientras no ofrecen servicio, ni acceso, ni contacto humano, ni una sola explicación es más que inaceptable — es una falta de respeto. He sido un cliente fiel durante casi un año, ¿y así es como me tratan?
Ya basta. Arreglen esto inmediatamente o reembolsen lo que he pagado. La oficina central es una broma — un sistema cobarde y sin rostro que se esconde detrás de respuestas automáticas esperando que el cliente se rinda.
Pues yo no me...
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