El Bochín — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Not super easy to spot from the street. It has tables inside but also a patio outside which is fully surrounded by all buildings from the block: for instance I had dinner right next to a squash field while people where playing. Didn't bother at all, it actually even made it more "local". The restaurant filled up easily and quickly with people: it was even a normal Tuesday, so I'd recommend to go straight after it opens or you'll risk long waiting times. It was full with locals, didn't hear anyone speaking any foreign language. Service didn't really give the most smiles in the city but was still quicker than I expected and really just fully fine. The suprema de pollo was very good and gigantic for just one person - would be probably more appropriate...

Me sentí un iluso. Humildemente llegué y me senté, revise la carta, y elegí lo que cualquier argentino promedio haria cuando va a conocer un lugar, una Napo con fritas. En el patio, con la cancha de paleta de fondo, y bajo un gran árbol que nos dió sombra, esperamos ansiosos que llegue la comida, sin saber lo que iba a pasar. Sorprendido, emocionado, nervioso, preocupado, fue como me puse cuando ví el tamaño de aquella milanesa, mi desesperación de no saber por qué lado empezar me llevo a tener que consultarlo con gente que sabía del tema (los mismos que me recomendaron conocer ese lugar). Las dudas se fueron agrandado a medida que empecé a comer. Cómo voy a terminar esto? Que voy a hacer con mi estómago? Mi dignidad y respeto estaban en juego. Jamás había perdido contra una milanesa, no quería hacerlo, pero muy en el fondo, sabía que ese día había llegado. Con el paso de los bocados, tuve que ceder a la derrota, algo nuevo en mi. Mi quiebre estuvo cuando pedí que me envuelvan para llevar los restos de aquella gigante, que pese a tan dura batalla, aún seguía con vida. Después de replantear varios puntos en mi vida, y pensar en decisiones, que hasta ese día no había evaluado, llegue a la conclusión, de que no se cómo hice para comer el flan con dulce de leche de postre. Humilde, cabeza gacha, con alguna sonrisa involuntaria, me fui, sabiendo que en ese lugar, ilusamente, dejaba mi invicto. Yo, me lleve un paquete, y ellos, se quedaron con...

Fuimos 3 pers con expectativas pq nos habían hablado bien, pero no creo que volvamos. El ambiente tirando a ruidoso y algo dejado. Los platos y cubiertos los tuvimos que disponer nosotros (los dejaron apilados en la mesa), vasos boca abajo sobre la mesa (una costumbre a esta altura post pandemia bastante indeseable y poco higienica), panera no trajeron, el mozo nos "asesoró" para pedir 3 platos aunque con 2 para compartir habría sido suficiente (dado q pedimos entrada y eramos 1 hmbr y 2 mujeres). La comida tardó 45 min o mas (era hora pico con salon lleno), la provoleta rica pero le dejaron el reborde amarillo de plástico (derretido y mezclado con el resto del queso), las 2 cosas de parrilla vinieron apenas tibias, 1 pedazo de entraña algo gomoso, la carne de la milanesa aceptable pero no destacó (como uno supone que debería en un lugar asi), la papa de la ensalada no muy bien hecha, para colmo una cucaracha se subió a la mesa (no fue algo aislado porque luego otra paso junto a la pared y tmb vi una 3era caminando sobre el mostrador del cajero cuando fui a pagar). El piso bastante sucio. No aceptan tarjetas de crédito ni mercado pago y para rematar el precio nos resultó tirando a caro. Nunca disfruto dar este tipo de reseñas, pero lo escribo como sugerencia por si les llega a interesar...