Highly recommended for a quick and delicious meal. The milanesa Napolitano plate was absolutely fantastic. The best milanesa I've had in Argentina. It's run by an adorable and friendly family including their little 7 or 8 year old daughter who helps out. It's basically a home cooked meal. The portions are huge and the prices very reasonable... I couldn't come close to finishing the plate, which came with fries and a drink and cost about $8usd. They weren't very busy, but hopefully as word gets out people will start going in. They serve burgers, pizzas, milanesas, a few different sandwiches and a couple other items...
Read moreUna hamburguesa gigante iluminada se presentó como una señal volviendo del sendero y entramos. El lugar era chiquito pero muy acogedor, los precios muy buenos, miramos el plato de los que estaban sentados y eran enormes así que decidimos pedir. Nos dolía todo después de caminar 11 hs pero Rosa nos sirvió una cerveza helada y nos reconfortó el espíritu. Nos convidó con un pochoclo salado delicioso (el único que me gustó en la vida) para acompañar la espera del plato. La comida no tardó tanto y valió cada segundo... es buena, es rica, es económica para lo abundante, tiene buena materia prima. La charla fue buena, Rosa es graciosa y amorosa, hace buenas recomendaciones para los turistas. Cenamos hamburguesas con papas y decidimos comprar un sanguche de milanes para compartir al día siguiente y llevar de vianda al sendero.
En nuestra permanencia hablamos con tres personas del pueblo que pasaron a comprar para llevar, porque es tan bueno que la gente del pueblo come ahí. También con una pareja de mexicanos y una de ingleses que le sacó fotos a la comida porque no podían creer el tamaño.
La pasamos muy bien, es un local familiar atendido...
Read moreBajamos a las 22:00 hs de la base del Fitz Roy. El hambre era tal que casi le como una pierna a mi compañera. Rebotamos en varios bares y restaurantes porque tenían cerrada la cocina. A lo largo de la calle San Martín pasamos 4 o 5 lugares con gente dentro pero sin cocina abierta. De pronto vimos la Burguer señal en un pequeño local, con dos o tres personas afuera. Ni lo dudamos, aunque no parecía tan confiable. Resultó ser la mejor hamburguesa que podría haber comido: doble medallón de carne, caseros, cebolla, panceta, pepinillos... Una explosión de sabores; un elíxir grasiento, bajonero. Como para recuperar la grasa perdida en la subida al monte. Recomiendo saborearla más despacio,...
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