DGANG Club Restaurant — Restaurant in Las Condes

Recomiendo totalmente DGANG Club Restaurant. Fuimos a almorzar y la experiencia fue tan buena que ya estamos pensando en volver también para la cena. Desde la primera visita, la calidad de los platos y el ambiente nos dejaron con muy buena impresión.

Probamos varias opciones y todos resultaron exquisitos. El Surf and Turf fue sin dudas el gran protagonista: un filete de vacuno perfectamente cocido, acompañado de un mix de camarones ecuatorianos bañados en una delicada salsa de vino blanco con mantequilla y un sutil toque de ajo. El plato se completaba con tortillas de papa hash brown, brócolis al punto justo y tomates cherry confitados, creando una combinación equilibrada y sabrosa.

El servicio merece una mención especial. Todo el personal fue muy amable y atento, lo que sumó muchísimo a la experiencia. En particular, nuestra camarera —de origen peruano— fue una verdadera divina: simpática, cálida y siempre pendiente de cada detalle, aportando un toque humano que hizo la comida aún más agradable.

La atención, sumada a la calidad de la cocina, hacen que la propuesta gastronómica se destaque. Se nota dedicación tanto en la presentación de los platos como en la manera en que el equipo recibe y acompaña a cada mesa.

La pasamos realmente muy bien. Con platos de gran nivel, un servicio impecable y un ambiente que invita a quedarse, DGANG Club Restaurant se convierte en una excelente opción gastronómica. Sin dudas, tenemos muchas ganas de...

Advertencia seria: No vayan a D’Gang Club Restaurant. En serio. No lo hagan.

A menos que estén dispuestos a caer en una espiral de adicción gastronómica, emocional y lúdica, manténganse alejados de este lugar. Porque una vez que prueben sus hamburguesas —esas bombas de sabor que parecen diseñadas por científicos locos del placer— no hay vuelta atrás. ¿Tragos? Sí, también. Tan bien preparados que uno empieza a cuestionarse si el bartender no es en realidad un alquimista encubierto.

Pero lo peor, lo más peligroso, es el ambiente. Juegos de mesa, mini golf, ping pong… ¿Qué clase de trampa emocional es esta? Te hacen olvidar el celular, te obligan a mirar a los ojos, a conversar, a reírte con desconocidos como si fuera 1998. ¿Dónde está el botón de escape?

Y el personal… amable, rápido, atento. Como si supieran que estás cayendo y te acompañaran con una sonrisa. Una especie de secta del buen servicio.

Así que no, no lo recomiendo. Porque si van, van a querer volver. Y volver. Y volver. Y cuando se den cuenta, ya estarán planeando su cumpleaños, su aniversario y hasta el baby shower del perro ahí.

Nota de color: La sangria es su...

Llegamos para probar el The Top... No lo conocíamos y la verdad a simple vista me encantó la estética del lugar, muy ondero, linda decoración, entretenida propuesta con juegos (ya el individual trae un bachillerato para jugar y además dice qué juegos hay disponibles en la mesa, ojo eso si, te cobran 1 peso por usarlos) La atención, al igual que en los otros comentarios, coincido en que es descuidada. No están atentos, no son proactivos. Respecto a la comida ...meh. lo primero es que llegó FRÍO y en eso la verdad no hay excusas sobre todo si no estaba ni al 40% de gente (se ve en las fotos que había muchas mesas disponibles). El sabor de la carne estaba bien, era pequeño el sándwich pero tenía buen sabor ...si hubiese estado caliente el queso se derretiría, sin embargo estaba duro. Los mac and cheese.... Eran unos fideos frios e insípidos. Resumen...lugar ondero, atención descuidada, comida pretenciosa que no termina de convencer. Para volver? Quizás... No podria descartarlo por completo... Pero no es barato y solo volvería por los juegos y...