La Naranja Puerto Varas — Restaurant in Puerto Varas

Llegamos al lugar porque estaban cerrados casi la totalidad de los restaurants en Puerto Varas por ser día domingo. En tomarnos el pedido la espera fue de 20 minutos, en traer los refrescos (Sprite y un jugo de piña) tardaron 25 minutos más, y en finalmente traernos los platos tardaron 40 minutos después de traer los refrescos. El plato de lomo salteado podría casi pasar como plato vegano porque traía con suerte 8 trocitos pequeños de carne, el resto eran solo papas fritas, muchas papas fritas, con cebolla y una bola de arroz, o más bien, una bola de pasta de arroz frío. En sí estaba todo el plato frío y cuando solicité si lo podían calentar aunque sea al microondas la señorita que atendía se molestó. Por lo que noté en el ambiente otras mesas también estaban molestas por la lentitud en incluso la mesa de al lado se iban a retirar pidiendo la cuenta cuando justo llegaron sus platos. La comida en general con poco sabor y el ceviche era más adorno (mote y cebolla) que pescado. Una opción para recomendar solo a quienes te caen...

Haber optado por almorzar en este lugar fue una mala decisión, el arroz no estaba cocido granos duros, pescado frito quemado sin sabor, pedí me cambiarán el arroz por papas ya que me imaginé que todo el arroz de ese día estaba igual, no aceptaron, me trajeron otras porciones de arroz ... Solo un poco más cocido sin sabor y aún con granos crudos que al masticar era muy desagradable. Bebidas caras las cuales además tardaron el llegar aprox 40', con suerte pudimos comer las 4 hojas de lechugas y rebanadas de pepino que es lo único que se podía comer sin observaciones. Olvide mencionar que las Rebanadas de pan que ofrecen al inicio son Pequeñas. Mirando otras mesas varias dejaron el arroz en sus platos. Muy mala experiencia, pésimo almuerzo ese día. No volvería ni recomendaría, más de $55.000 gastado en 3 pésimos platos, ojo que ese precio fue por el plato y bebida, casi $19.000 por persona. Las 2 personas que atienden las mesas son amables, parece que el problema es en la cocina y la...

Pedimos las colaciones y un lomo saltado. Las colaciones tienen porciones realmente ridículas, el arroz es el mismo del sushi pero sin vinagre, no se parece en nada al irresistible arroz peruano. Las salsas de rocoto y ajo tenían demasiada agua. El lomo saltado totalmente seco y la porción sumamente pequeña. El menú de pollo al jugo con arroz y papas rústicas traía 8 trocitos de papas, media taza de arroz de sushi y un trutro largo de pollo. Es una ofensa a la gastronomía peruana. Cuando recibí el pedido quise devolverlo antes de siquiera empezar a comer (porque me parecía una burla) y, en lugar de atender mi reclamo, me levantaron la voz argumentando que tenía que pagar el menú completo porque el plato había sido preparado. Es el único restaurant en donde te obligan a pagar aún cuando no haz comido. La garzona no tiene la culpa, pero el chef, quien también es dueño, es una persona con malos modales, arrogante, prepotente. Ordinariez pura. Horrible...