Después de una semana viajando por Santander y Boyacá, finalizábamos el viaje en Bogotá y decidimos buscar un lindo restaurant con mi compañera para coronar un lindo paseo. Luego de caminar por La Candelaria nos topamos con este sitio que además de un buen nombre se veía prometedor. Me sentía con mucho apetito, famélico, y cuando eso me pasa, no me pongo muy exigente, en aquel momento me conformaba con comer un buen pedazo de carne acompañado de cualquier carbohidrato. Incluso un salchipapa hubiera sido la gloria. Nos acomodaron en una mesa, nos tocó un buen mesero, diligente, conocía bien la carta. Pedí un Sabbat, no recuerdo qué pidió mi compañera, pero la primer sorpresa me la llevé cuando me trajeron el plato y la dejaron esperando a ella. En restaurantes de cierto nivel eso no se hace. Los platos siempre llegan juntos, más aun cuando en la mesa son sólo dos personas. La segunda (y mucho mayor) sorpresa fue cuando mastiqué el primer pedazo de carne. Juro que no lo digo con ningún ánimo de exagerar: fue la carne más dura que mastiqué en mi vida. Más allá del hambre que tenía, y considerando lo que me había costado terminar de tragar el único pedazo que había llevado a mi boca, me di cuenta que no podría terminar de comer ese trozo de carne petrificada, entonces debía hacer algo que muy pocas veces he hecho en mi vida: devolver el plato. Mientras esperaba al mesero probé lo que parecía ser un puré de papas. Me equivoqué, era simplemente papa pisada y fría. Era lo de menos, la hubiera comido igual. Pero lo de la carne era entre insólito y aberrante. Habiendo pasado años comiendo diferentes tipos carnes, en lugares de lo más variados, incluyendo por supuesto baratos asaderos de ruta, me vengo a encontrar con esta roca fibrosa en un restaurant que se presume de cierto nivel. Llamé al mesero y le expliqué mi experiencia al morder ese intratable pedazo de carne, le pedí por favor que se lo llevara al chef para que lo probara, ingenuamente pensé que al hacerlo enviaría sus disculpas con una explicación de rigor: le falló el proveedor de la carne. Puede pasar, es comprensible. El mesero, casi como si estuviera entrenado para estos casos, antes de llevarse el plato, me dijo que el chef le había dicho que ese corte no era lomo sino ribeye, justamente mi corte favorito, el que más a menudo como, por ende, el que más conozco. No existe ningún tipo de carne que con esa dureza se pueda presentar en un restaurant, en esos casos se la hace braseada o sudada para ablandarla, cualquier persona con un mínimo conocimiento de cocina lo sabe. Mientras esperaba las disculpas del caso (?) ordené un plato con pechuga de pollo, poca exigencia la mía, pero estaba muriendo de hambre y no estaba dispuesto a correr el riesgo de volver a toparme con otro incomible trozo de res. Me llegó el plato pero sin las disculpas. La pechuga estaba bien (sería insólito que arruinaran una pechuga de pollo) pero las papas en cascos estaban nuevamente frías. Me pedí un Negroni (debo decir que estaba bien hecho) y la cuenta, con mi compañera debatimos si nos cobrarían esa aberración cárnica que me habían traído, pero nos inclinábamos a pensar que no lo harían. Si el chef había probado ese supuesto ribeye, no podía permitir ni que el dueño del establecimiento quisiera hacerlo. Pero sí, abyecta y mezquinamente decidieron cobrarnos eso. No hice ningún escándalo ni reclamo, simplemente le dije que no pagaría la propina que habían agregado a la cuenta sin ningún consulta previa, expliqué la razón y tampoco recibí ningún atisbo de disculpa, parece que ésa es la política...
Read moreBest (and most hipster) Gin Tonic of my life. The bartender came to your table with a tray full of fruits, herbs, spices and what not to mix an individual Gin Tonic for each of us which came out both great but really different. Took his time to explain what he was doing, very nice experience! Food was pretty amazing as well, we had the chicken filled with apples, nuts and much more, it was delicious. Service was very attentive. For Colombia, I guess it was expensive but for European standards totally affordable (Gin Tonic 24k$ ~ 8US$) Absolutely loved the amount of attention to detail in the decorations, what staff was wearing to the design of the menu, very thought out, one of the best concept restaurants I've been to, not only in South America. Went there next day for breakfast, which was solid as well, not an exceptional experience though. But for an outstanding dinner experience in Bogotá I absolutely recommend...
Read moreGo for the experience. The place is amazing, the cocktails and the music are great, the staff is lovely. Unfortunately the time of our reservation whas put in the system an hour early and so we didn't get the Romantic plan that was supposed to happen which was a little dissapointing as (mainly) I was looking forward to it. Be sure to double check!
Wasn't blown away by the food, that was quite underwhelming to be honest (we both left most of the main course which never happens, they did offer to replace it which was nice), the coffee however was the perfect after dinner Americano, really delicious, not too strong and served with love.
They put a a lot of effort in the details and it shows. The ambiance is quite magical, 10...
Read more