Reseña en español:
El Comedor de los Milagros, ubicado en el vibrante barrio de Roma en la Ciudad de México, es un destino culinario que destaca por su diversidad gastronómica y calidad en el servicio. Al ingresar, uno se encuentra con un concepto innovador: múltiples propuestas culinarias bajo un mismo techo, todas accesibles a través de un menú digital que se despliega al escanear un código QR con tu teléfono. Esta integración de tecnología en el servicio permite explorar las distintas opciones sin esfuerzo, manteniendo la comodidad de ser atendido directamente en la mesa por meseros atentos y eficientes.
Entre los platillos que degusté, el pork belly sobresalió por su perfecta cocción y balance de sabores, mostrando una técnica precisa y respeto por los ingredientes. Acompañé el plato con una agua de jamaica que, a pesar de provenir de otro establecimiento dentro del Comedor, ofrecía una frescura y sabor excepcionales. Este detalle resalta uno de los aspectos más atractivos del lugar: la posibilidad de combinar platillos y bebidas de diferentes cocinas, creando una experiencia gastronómica personalizada y versátil.
La atención al detalle, tanto en la presentación de los platillos como en el servicio, es impecable, y los precios son razonables para la calidad ofrecida. Sin duda, El Comedor de los Milagros es una parada obligada para quienes buscan una experiencia culinaria auténtica y diversa en la Ciudad de México. Es un espacio que celebra la riqueza de la gastronomía mexicana y la combina con propuestas contemporáneas, resultando en una experiencia de cinco estrellas.
Review in English:
El Comedor de los Milagros, situated in the lively Roma neighborhood of Mexico City, is a culinary destination that stands out for its diversity and quality of service. Upon entering, one is greeted by an innovative concept: multiple dining options under one roof, all easily accessible through a digital menu available via QR code. This seamless integration of technology into the dining experience allows patrons to explore the array of offerings while enjoying the convenience of being served directly at the table by attentive and efficient waitstaff.
Among the dishes I sampled, the pork belly truly shined, with its perfect execution and balanced flavors, showcasing both technical expertise and a respect for the ingredients. Paired with a refreshing hibiscus water, sourced from a different vendor within the Comedor, the combination exemplified the unique appeal of this space — the ability to mix and match offerings from various culinary traditions, crafting a personalized and versatile dining experience.
The attention to detail, both in the presentation of the dishes and in the overall service, is impeccable, and the prices are reasonable given the high quality. El Comedor de los Milagros is undoubtedly a must-visit for those seeking an authentic yet diverse culinary experience in Mexico City. It beautifully blends the richness of Mexican cuisine with contemporary offerings, resulting in a five-star...
Read moreLlegamos alrededor de las seis de la tarde ⏰ con hambre y curiosidad, en busca de sabores nuevos. El Comedor de los Milagros ofrece una propuesta panlatina que se siente como caminar por una feria gastronómica del continente: Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela… entre otros países que se asoman con orgullo entre los puestos. La oferta es rica y colorida, pero también puede ser abrumadora.
Nos tardamos un buen rato en decidir, pero terminamos yéndonos directo a lo que el antojo dictaba: comida venezolana 🇻🇪. Y la elección no decepcionó 🫶🏽.
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🍽️ Lo que pedimos
📌 Arepa cabimera: frita, cortada en cuatro partes, con jamón, queso manchego y pollo, coronada con huevo duro y un inesperado toque de catsup 🍳🧀🍗. Una mezcla que suena rara, pero resulta gloriosa.
📌 Reina pepiada: la clásica, con aguacate, pollo, cilantro, cebolla, sal y pimienta 🥑🌿🧅. Cremosa, fresca y perfectamente sazonada.
📌 Arepa de pabellón: el gran hallazgo del día. Rellena de carne mechada, frijoles negros, queso rallado y tajadas de plátano macho 🍌🫘🥩🧀. Acompañada de un aderezo misterioso que no supimos descifrar pero que al mezclarse con todo, crea un sabor brutalmente sabroso. ⭐️ Calificación personal: 9 de 10. La mejor manera de salir de la rutina y dejarse sorprender.
📌 Para rematar, no me pude resistir y pedí una empanada argentina de queso y panceta 🇦🇷🧄🧀. Venía rellena de panceta, hierbas y queso mozarela, perfectamente caliente, con el queso derretido justo en su punto. Exquisita. Con V de burro. Buenísima. De esas que uno muerde y piensa: “sí, sí me van a subir los triglicéridos, pero no me importa” 🥲🔥.
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🥤 Bebidas sin alcohol, pero con estilo
🥒 Agua de pepino con hierbabuena 🍓 Mojito sin alcohol con fresita y menta Y también uno de pepino y menta, si no me equivoco. Refrescantes, bien preparados, servidos con atención al detalle y perfectos para acompañar el festín.
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⏱️ Servicio
La atención fue amable y ágil. Después de ordenar, no pasaron más de diez minutos para recibir los platillos 🙌🏽. Tuvimos un pequeño detalle con las mesas, ya que originalmente nos asignaron una compartida, aunque había mesas vacías. Por fortuna, los meseros resolvieron de inmediato sin poner caras.
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💸 Precios y conciencia
Entre dos personas, con todo lo que pedimos —tres arepas, una empanada, tres bebidas— la cuenta fue de aproximadamente $870 pesos más propina 💰. Y por favor, queridos: siempre dejen propina. Es de donde los meseros realmente ganan. Ellos fueron parte esencial de la buena experiencia ✨.
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🌟 Calificación final: 4 de 5 estrellas
La comida venezolana nos encantó. La arepa de pabellón fue la joya del día 💎. La empanada argentina fue un deleite inesperado. El servicio, impecable. ¿Lo recomendaría? Sí. Especialmente para quienes quieran probar sabores latinoamericanos auténticos con un toque moderno y bien presentado.
¿Volveré? Probablemente sí, con el antojo de seguir explorando nuevas cocinas. Pero eso sí: con los ojos bien abiertos y el colesterol...
Read moreIt’s a shame to have to give this negative review since I actually like the place and live 1 block away. Be careful with a trick they pull. I was here with roommates on a weeknight. After ordering, the server (Venezuelan guy) drops a plate of fries in front of us and leaves before we had a chance to say anything. We didn’t order it and since they just dropped it in a hurry, we figured it was something to pick at ( like when places leave totopos or nachos or peanuts for the table). Anyway we finish the meal to find that they had charged us for the fries and when I brought it up to the waiter, he said “well, you ate them” . I mean, sure…but I didn’t order them. As I looked around, I saw that every table had a plate of fries in front of them. Dirty little trick in my opinion. It’s a shame because I don’t think I will be coming back to visit any time...
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