Una gran decepción en El Rey del Pavo: una oportunidad desperdiciada
Hoy, hambriento y con ganas de disfrutar una buena torta en el corazón de la CDMX, decidí entrar con una amiga a El Rey del Pavo, en la calle de Palma. No revisamos el menú ni los precios, confiamos —como muchos— en las calificaciones de Google: 4 estrellas nos parecieron suficiente garantía. Pero tristemente, fue un error.
Pedimos dos tortas: una de milanesa y otra de jamón serrano. La atención fue rápida, sí, pero lo que llegó a la mesa fue una decepción monumental.
La torta parecía más un pambazo seco y sin vida. El pan, aireado y sin cuerpo, venía sin los elementos básicos que uno esperaría: ni frijoles, ni mayonesa, ni jitomate, ni cebolla. Solo una embarrada de una salsa insípida y un jamón serrano sin gracia. La torta de milanesa de mi amiga era peor: la milanesa parecía una suela vieja, sin aderezos ni sabor, apenas con un poco de aguacate.
El agua de mango, de tamaño pequeño (350 ml aprox.), costó $45 y no justificaba ni el sabor ni el precio. La torta de milanesa costó $110, la de jamón serrano $140. ¿De verdad eso vale lo que ofrecen?
Y no se trata solo del precio: se trata de respeto por el cliente y por lo que representa la comida en esta ciudad. Uno puede ser sencillo, pero no mediocre. Uno puede vender tortas, pero no engaños.
Salimos decepcionados, tristes incluso. No por el dinero, sino porque lugares así ensombrecen la reputación del Centro Histórico como una joya gastronómica. Vi gente comiendo, sí, pero nadie sonreía, nadie parecía disfrutar realmente. ¿De verdad no lo notan?
Soy chilango, y tengo negocios de comida. Conozco la industria y sé lo que cuesta y vale hacer algo bien. Lo que ustedes venden —con todo respeto— no está ni cerca de lo que prometen.
Y para cerrar, no volveré ni aquí, ni a La Casa del Pavo en Motolinia, que por cierto ofrece una experiencia igual de raquítica. Sospecho que son parientes en más de un sentido.
Ojalá lean esto, no por enojo, sino como una oportunidad de reflexión. Porque aún están a tiempo de cambiar, de volver a ponerle alma a lo que hacen. Y si no lo hacen por ustedes, háganlo por los que llegan con hambre, con ganas, con ilusión… y se van con el...
Read moreTurkey on tap in Mexico City’s Historic District! Surrounded by gold and jewelry stores a plenty, El Rey del Pavo is sweet little nook of a restaurant serving up, of all things, TURKEY! There are a number of options ranging from soups, tacos to assorted plates, all featuring turkey!
With each offering, you’re given the option of choosing your cut of meat as well, be it breast, thigh or leg. So for myself and the rest of the dark meat lovers out there...worry not!
My buddy and I went with a couple of tacos. We mixed white and dark meat on our first and topped it with crispy turkey skin...a must. The second was adobado style and was equally delicious.
Definitely...
Read moreLamentablemente no incluyo la foto del producto para corroborar mi reseña, el lugar es un sitio de tradición en el centro de CDMX con muchos años de servir tortas de pavo, bacalao, pierna horneada y otros alimentos, de niño recuerdo haber visitado el restaurante con mi familia y en aquellos momentos fué una grata experiencia, ahora volví e invité a mi esposa y nos llevamos una pésima experiencia. Las tortas, tanto la de pavo como la de pierna de cerdo horneada, estaban super pequeñas, mal servidas en cuanto a la porción de carne, creo que el grosor de una hoja de un papel era más grueso la rebanada de pavo o pierna, estaban desabridas, el guacamole sin chiste, el pan no estaba suave y el precio por tal producto es caro para lo que ofrece, perdimos unas aguas de frutas y tampoco tenían sabor, muy diluidas en su consistencia, ya no pedimos más porqué no quedamos invitados a continuar pidiendo por esta mala experiencia y además no estoy invitando a regresar por lo mismo, recomiendo que vean el producto antes de entrar y no se dejen llevar por el pavo que se alcanza a ver desde la calle puesto dentro de una vitrina ya que ése fue el gancho para que yo entrará y aparte mi recuerdo de la infancia me ganó pensando que comería muy rico en éste sitio. Nada...
Read more