Kaminari Ramen — Restaurant in Mexico City

This place is highly underrated. We had an absolutely amazing meal. I will see that I did not expect the food to be as amazing, it’s surprised me. I know ramen very well and they did it exquisitely.

The staff was very knowledgeable of this cuisine, and they were very enthused about it. The service was quick and attentive. I had the Shoyu ramen with an egg, it was very flavorful and filling. I think that the fried chicken was absolutely spectacular, you have to give it a couple of minutes for it to cool down though. The pork dumplings were so savory and I wanted more.

We had the house second which was nice and light, it was chilled. Also, it’s always great to have a cold Sapporo, which they served on a chilled class.

I wish I was thinking around Mexico City more often so I could visit again and try other dishes, I highly...

Fuimos porque habiamos visto muchas buenas reseñas, en primera alternativas vegetarianas no habia "NADA VEGETARIANO" asi nos dijo el mesero, sin darnos alguna alternativa o solucion, lo cual se me hace absurdo ya que estas ofreciendo un menu vegetariano, se le pedian alternativas y solo se abstenia a señalar un ramen seco, pedimos gyozas y que creen, tampoco habian, al final nos acoplamos a lo que habia en el menú, segunda tienes que pedir tus platos con anticipacion porque desde la cocina se escuchan comentarios como "Despues de estos platillos, todo lo demas va a tardar y cosas como ya no hay platos y demas" la comida, empezemos por los fondos creo que en ese aspecto hay diferencias abismales en el ten ten demasiado insipido el caldo y lo unico que le da sabor es el topping, si eres de las personas que disfruta comer primero toping y fideos y al final fondo no te lo recomiendo, el del tonkotsu esta bien balanceado perp el especial demasiado salado de verdad, se que las cosas asiaticas deben ser "especiadas" mas no saladas, pedi unos karaages y la verdad estan muy bien, un poco salados pero nada que con un toque de limon y el aderezo que al parecer era salsa tartara estan muy ricos, la porcion de arroz y consistencia es muy buena, el unagi don muy rico de las mejores anguilas que eh peobado la verdad y los kushiages de queso manchego con todo menos manchego por dentro ya que llegaron vaciados, el calpis muy rico, bien echo variedad de sabores escaza pero creo que es perfecta, sinceramente lo que presumen más que es el ramen deja demasiado que desear, servicio del mesero un poco brusco, despues nos atendio una chica un poco mas dosil y desconozco que era, si la gerente o hostess siempre al pendiente y con mucha amabilidad atendiendo en donde más podía 10/10 con ella la verdad, por ultimo pero no menos importante, al parecer tienen un pequeño problema con plagas porque nos percatamos de unos cuantos insectos dentro de la cocina ya que estabamos a un costado de los baños y la vista daba hacia la cocina, sé que en la gran mayoria de restaurantes hay pero no que sea tan evidente, de verdad esperaba mucho mas para un restaurante tan reseñado, por lo que gastamos ahi sinceramente preferiria ir...

Una cucaracha arruinó la experiencia.

Intentaré ser objetiva, pero no puedo ignorar que había una cucaracha mientras cenábamos.

El lugar es pequeño, como muchos de la zona. Al llegar, no había espacio en mesas, así que nos sentamos en la barra. La atención de Edmundo, quien fue nuestro mesero, fue excelente: amable y servicial. Nos recomendó platillos ya que era nuestra primera vez ahí, lo cual fue un buen inicio.

Pedimos unas gyozas y unos dumplings de entrada, que estaban buenos. Después ordenamos ramen: Tonkotsu y Kaminari. Sin embargo, los platos principales tardaron muchísimo en llegar. No sé si olvidaron nuestra orden, pero fue demasiado tiempo. Edmundo intentó calmar la situación avisándonos en dos ocasiones que ya casi salían, claramente para ganar tiempo.

Mientras esperábamos, vimos una cucaracha caminando por la barra que se metió a una caja de metal. Notificamos esto a Andrés, el barman, quien fue muy amable y profesional. Su actitud fue tan buena que decidimos no hacer un escándalo, pero ¡oye hermano, una cucaracha! No pudieron cambiarnos de lugar porque el restaurante estaba lleno, así que solo nos recorrimos un asiento.

Cuando finalmente llegó el ramen, estaba rico, pero no fue la octava maravilla. Es probable que nuestra percepción estuviera influenciada porque no podíamos dejar de pensar en la cucaracha y lo que esto implica en términos de higiene.

La atención del personal fue de 10/10, pero lamentablemente, no volvería a este lugar. Al leer otras reseñas, me di cuenta de que no es la primera vez que sucede algo así. Aunque Andrés defendió el lugar asegurando que esto nunca pasa, lo cierto es que ya ha ocurrido, quizá más de una vez. Milagrosamente, no encontramos nada extraño en nuestra comida… o al menos no lo vimos.

En resumen, la comida es buena, pero una experiencia así es suficiente para...