Punto de Sal - Gastro&Beach — Restaurant in Benidorm

The waiter Javier is downright rude, clueless about service, and incredibly arrogant when talking to customers. This isn't a one-time issue; he's been this way every single time I've visited this year, ruining the entire experience.

While the food is outstanding, Javier's abysmal service has completely put me off from ever returning or recommending this place to anyone.

On the other hand, Kevin, a member of your staff, worked tirelessly all night, was attentive, polite, and should be running the place instead. He outworked everyone else with a smile and genuine charm.

Get rid of the old, tired, and offensive staff like Javier and give hardworking individuals like Kevin a chance.

Kevin, I hope you got all the tip we left because you truly deserved it. If I owned a restaurant, I would hire you on the spot for your exemplary work ethic. I hope someone reads this and...

Yesterday we went here for some dinner and immediately we got greeted by the waiter and seated at a nice table near the boulevard which gave us a nice view of both the restaurant itself and the beach.

The service was as you want it to be, friendly and on point.

As a appetizer we shared a Coca-Pizza with Teriyaki Chicken which was a nice starter, as a main we had a pasta and a steak. The pasta was very nice and the steak was cooked medium rare as requested and was also very nice.

REVIEW 2:

After our first experience here we went here for our last dinner this holiday and went for the lobster paella which was freshly made and one of the best...

Una de las experiencias más desagradables que he tenido en la hostelería en los últimos años. Reservamos para cenar. Cuando llegamos nos recibe un camarero con la mascarilla por debajo de la nariz. Nos da las cartas y nos toma nota de las bebidas. Al rato, llega otro camarero, más mayor, sin ningún tipo de mascarilla a tomarnos nota. Le damos el pedido de la comida sintiéndonos muy incómodos y pensando: si van así de cara al público, cómo irán dentro o en la cocina... Cuando se va el segundo camarero, comentamos lo incómodos que nos hace sentir que alguien que te va a llevar el plato a la mesa vaya sin mascarilla, con tu comida a 30 centímetros de su boca... Entonces llamamos al primer camarero y, de la manera más educada posible, le decimos que estaría bien que cumplieran con la normativa y que él se pusiera bien la mascarilla y que su compañero se pusiera la mascarilla, porque no nos sentimos cómodos ni seguros. Bueno, pues aquí empieza el circo... Nos dice que es que se le cae (lleva una mascarilla viejísima....) y que nosotros tampoco llevamos mascarillas... Le indicamos que no podemos beber ni comer con la mascarilla y bueno, tras discutirnos un poco, se va... pero al minuto vuelve el compañero, con una máscara de plástico trasparente y nos hace como una reverencia y nos dice, con mucho sarcasmo, que si ya estamos agusto... flipamos un poco y decidimos levantarnos e irnos. Nos quieren cobrar las bebidas y entonces pedimos una hoja de reclamación para que quede constancia que en este establecimiento se pasan el protocolo anticovid por el arco del triunfo. Al final, por no amargarnos la tarde y el cumpleaños que íbamos a celebrar, nos vamos sin poner la hoja de reclamación y no nos cobran las bebidas. Una pena porque la carta tenía muy buena pinta, pero creo que la pandemia no ha terminado (ninguno de nosotros estamos vacunados aún) y que hay que tomarse las medidas de protección en serio. No...