La Gabriela — Restaurant in Jerez

TL; DR Go to the other restaurant as La Gabriela is disappointing.

We visited in mid February on a cloudy Tuesday. Restaurant was not busy, maybe 30% tables we taken. We ordered different food, including menu del dia and some tapas. Tapas and drinks were served pretty fast, but suddenly, after serving first dish from menu del dia, the staff forgot about us. I had to remind about my second dish. It took them ages to make it. The full visit took so long that I decided to pay at the bar without having coffee and desert from menu del dia. The waiter knew that I was waiting forever to get the food, he didn't even bother to offer some discount or simply say sorry.

A couple from the next table was sitting for 10 minutes and nobody even came to them. They left.

The food: it was way below average during our 8 day stay in Andalucia.

There are different restaurants on the same square so go somewhere else instead of Casa La Gabriela. Even, McDonald's will be a...

This looked a great place to eat, nice location, the menu looked good...wow did we regret our choice. The staff were terrible, no greeting, was asked immediately what we wanted, I asked for a menu and was glared at and it was thrown infront of us, we felt so uncomfortable and i wish we had just left then and there. It was not busy and to get their attention was hard work. We ordered the goats cheese salad to share for 1st plate, my husband ordered the burger and I ordered the fried chicken for 2nd plate. The hamburger came first, then later the salad...after 30 mins I asked where my chicken was and explained my husband had finished eating 30 mins ago (i speak spanish so this was not an issue of miscommunication). No apology, no acknowledgement, he came back and slammed down my lunch...a couple of chicken nuggets and chips, it was like a cheap kids menu option, no flavour and nasty. We asked for the bill, which took forever to arrive and left as soon...

Peligrosa, negligente y vulgar la experiencia gastronómica en LA GABRIELA (Jerez de la Frontera, Plaza Plateros)

Más adelante me extiendo , pero los acontecimientos fueron: "Peligrosa": no se puede jugar con la salud del cliente bajo ninguna excusa ( sea verano, se esté sobrepasado, o falte personal). Si un cliente pide bajo carta un plato de albóndigas de carne - dando por hecho lo que llevan unas albóndigas de carne - lo que no se espera es encontrar en el plato de ocho albóndigas que cinco de ellas sean de carne con su salsa de tomate y a la vez , oh sorpresa, tres albóndigas de choco. Albóndigas que por su propia elaboración son completamente distintas ya que las de choco llevan un majado de almendras y por lo tanto el niño que se las comió si hubiese sido alérgico a frutos secos hubiera sufrido un problema importante de salud. Es lo que se conoce como "contaminación cruzada". "Negligentes": porque al avisar al camarero de lo sucedido , el señor encima se justifica diciendo “eso es que en cocina han mezclado dos tuppers de albóndigas diferentes". Esto, aparte de dejar en evidencia el mal funcionamiento de la cocina, revela que el producto que nos dan está obviamente precocinado, pues todo el mundo sabe que las albóndigas de carne llevan una salsa de tomate en las que se elaboran, y las de choco su salsa blanca con almendras ( sin tomate ). Aquí las albóndigas se han hecho por separado y antes de servirlas las han metido en la seudo salsa, y de ahí que mezclaran las de carne con las de choco. Un timo en toda regla de bar de carretera. "Y vulgar", para finalizar, porque la actitud del camarero para suplir los fallos que se me reclamaban consistió en tocar los hombros de algunos de los comensales con una confianza impropia e inadecuada, para relajar el ambiente. Nunca la gracia ni el colegueo ni las bromas deben sobrepasar el límite entre cliente y camarero. Se trata de un servicio por el que se paga, no es una relación de amistad. Y por último y para colofón , si no saben hacer una tortilla de camarones ( lo que pusieron era una torta de congelados de barrio de tercera) pues no la pongan en la carta y quedarán mejor , porque vaya mala imagen de la alta gastronomía andaluza con los pescaditos fritos. Casi 30 euros por un plato con un puñado de cazón avinagrado (que no en adobo), otro puñado de calamares mal fritos porque llegaron pegados y las referidas dos tortillitas de camarones impropias de un local gaditano. Un despropósito que deja al local por los suelos y al servicio a un nivel realmente pobre. El verano no es excusa para la descoordinación, y la mala atención No me hubiera gustado escribir esta reseña, pues es evidente que uno lo que quiere es comer bien y pasar un buen rato. Pero está claro que a este local ni volveremos nunca ni se lo recomendaremos a nadie. Por cierto: somos de Jerez, no...