Restaurante El Gallo Azul — Restaurant in Jerez

Soy de Jerez de toda la vida y siempre he ido al gallo azul a consumir sin problema y cuando ha venido algún familiar del extranjero lo he llevado a verlo sin consumir o consumiendo y nunca jamás he tenido problemas. Obviamente siempre a una hora normal que no sea ni cena ni almuerzo para no molestar. Hoy he ido a las 18:45 preguntando a la chica de abajo si podemos subir y me ha dicho si y ha avisado a su compañero hemos subido al primer piso he preguntado a este chico Antonio si podíamos subir al siguiente y antes de terminar la pregunta me ha contestado sin mirarme a la cara arriba nunca solo para eventos. Viendo su actitud que no nos ha dicho ni hola cuando hemos llegado no nos apetecía consumir y mi sobrina ha pasado a ver un poco el salón yo y otra sobrina nos hemos quedado en la escalera para no molestar, cuando hemos terminado no más de tres minutos como mucho le he dicho al chico muchas gracias hasta luego y no me ha contestado. Cuando he bajado he dicho de nuevo muchas gracias a lo que sí me han contestado los chicos de abajo. Antes de salir por la puerta veo que esté chico Antonio le estaba diciendo a su compañera que no dejé subir gente si no van a consumir bastante enfadado a lo que ella le contesta no lo sabía hijo. Me he acercado y he preguntado perdona no se puede subir solo para ver y la chica me dice no porque hay gente almorzando le he dicho a las 18:45 gente almorzando dice bueno cenando...a lo que le contestó que por eso he ido a las 18:45 porque estaba vacío y solo había dos mesas con dos pareja y otra con tres señores que siempre he ido y siempre me han dejado entrar consumiendo o sin consumir y nunca he tenido problemas a lo que la chica me contesta que según quién me toque en el turno que uno me dejará y otro no osea que esté tal Antonio tenía pocas ganas de trabajar y nos ha juzgado antes de tiempo porque íbamos a sentarnos pero al ver sus ganas de trabajar y su simpatía inexistente hemos decidido no sentarnos. Ni si quiera me ha contestado cuando hemos subido y he dicho hola y encima ha bajado ha echarle la culpa a la compañera. Antonio cuida más a la gente de Jerez corazón que son los que estamos aquí todo el año y yo personalmente siempre traigo a las personas que no son de aquí a que consuman donde tú trabajas cosas que no haré más mientras vea...

En primer lugar. No entiendo tanta queja negativa. En segundo lugar: rara vez me dejo ver en sitios muy frecuentados porque entiendo lo que conlleva: si llego el último y está lleno, por matemática (y soy de letras) me toca esperar. Por salud, prefiero ser más tranquilo que impaciente, por eso, si me toca esperar, disfruto de hasta la espera, que se nos ha olvidado DISFRUTAR DE LA VIDA Y SUS PEQUEÑAS COSAS.

EL GALLO AZUL se convirtió en mi local favorito de Jerez, en los 3 días que pasé: Desde el primer día hasta el último, hice mis visitas. Sólo bebí, también comí y bebí y no puedo poner pega ni pena alguna. Excelente ensalada de calabacín, excelentes croquetas de ibérico. Excelente mi Pedro Ximénez o mi vermouth blanco Lustau. Calidad-precio: BIEN.

Atención: desde Miguel, Noelia, que fueron los más cercanos y quienes me atendieron de inicio y demás compañeros, todos haciendo su trabajo.

Quizá yo sea una rara avis pero me gusta saber el nombre de ciertas personas, sobre todo para ensalzarlas cuando hacen bien su trabajo, los ves sudando y no solo por el calor: a veces, las situaciones le superan a uno y uno es una persona trabajando, no una máquina expendedora de comida o de tabaco.

A lo mejor soy una rara avis pero la educación, la amabilidad y la empatía brilla por su ausencia. Trabajar de cara al público, es MUY DURO y ser cliente no significa convertirse en el azote del camarero. Ser clientes nos da derecho a ser atendidos, a exigir, pedir y quejarnos hasta cierto punto Y NO A LA LIGERA.

Si pudiera me llevaría conmigo a Madrid, EL GALLO AZUL, para visitarlo todos los días y sentirme como en casa, desde la atención esmerada de Miguel, Noelia y la entrega del resto del equipo.

Un aplauso para cada cada uno del STAFF, sin olvidar a la cocina. Que soy de los que siguen aplaudiendo sin que sean las 20:00.

Parece mentira que hayamos pasado y atravesado una pandemia y sigamos quejándonos en vez de valorar lo que volvemos a tener y podemos seguir disfrutando: la VIDA, sus manjares, y lo más importante, las personas que seguimos vivas y tratamos de seguir adelante, construyendo y no todo lo contrario.

TODA MI ADMIRACIÓN Y RESPETO. Me quito el sombrero, ante...

Don't eat here if you're hungry! The portions here are small, even the full size portions are only the size of most other tapas dishes found elsewhere. The service was rubbish. The waitress tried to remember our order but forgot most if. Our starters came at the end if the meal after several repeated reminders. We were the only people in the restaurant but it took a long time to get any food at all. When it did arrive, the food was really nice, which is the only reason I gave 3 stars. There are much better places just a few yards away from this place. I recommend going...