Sitio muy bien ubicado y en un local con mucha historia. Comer o cenar en una de las cuevas de planta sótano es como viajar en el tiempo. El entorno es único, pero la comida deja mucho mucho que desear. No sé si es por que se han enfocado a extranjeros que no conocen los sabores de cada plato, o simplemente es inexperiencia del equipo de cocina. Comento lo que pedimos y como estaba cada cosa. Ensalada de tomate y ventresca. Bien, tomate tipo rosa altea, con lomos de ventresca y algo de cebolla morada en juliana coronando la ensalada. Aunque personalmente para este tipo de ensaladas prefiero el sabor de un tomate RAFF, la ensalada no estaba mal.
Despues cogimos algunos platos de los llamados “especialidad de la casa”
Gallina a la pepitoria. Nos sacaron el plato frio. No frio de la nevera pero si como si lo hubiesen sacado del fuego hace horas. Este tipo de platos está bueno caliente. Una vez que se atempera las salas se van quedando como demasiado espesas y la textura y sabor no están en su mejor punto. Esto no estaba mal, pero lo de sacar el plato frío es un fallo muy importante.
Un plato de callos a la madrileña. Esto he de decir que fue de lo mejor de la comida, buen sabor, salsa bien de textura, un punto muy equilibrado de picante (a mi me gusta quizás un poco más picante, pero entiendo que el punto que tenían es más del gusto general). Pero otro fallo como antes, aunque este estaba un poco más atemperado, el plato no lo sacaron caliente. De cualquier modo diría que fue lo mejor de la comida.
También pedimos unos huevos rotos. Bueno, digamos que en bares de carretera los sirven mejor. Huevos con la llema totalmente cocida, y unas patatas cortadas en lamas tan finas que casi no se pueden pinchar. Para un bar de jugar al domino pues bien, pero no para un lugar como se supone Casa Ciriaco.
Otro plato fue los torreznos, estos he de decir que estaban bien, unos buenos tacos de torrezno, bien al punto de sal y fritura.
Y lo siento pero ahora llegan dos platos de los que más nos defraudó y con razón.
El cocido madrileño. Había que encargar con antelación el cocido. Además el menu de cocido costaba 40 euros y el plato suelto de cocido 28 euros, por lo que entendía que sería algo especial. El cocido lo sirven en dos vuelcos (como suelen llamarle) primero la sopa y luego los garbanzos, carne, verduras…
La sorpresa cuando traen la sopa (por cierto bastante sopa, todo hay que decirlo). Te sacan una cazuela de sopa con un cazo para que te sirvas lo que quieras. Pero resultó ser una sopa totalmente insípida. Pero insípida hasta el nivel de tener que pedir sal (algo que nunca hago por que yo personalmente como con muy muy poca sal) pues la sopa totalmente insípida. Daba la sensación casi de que hubiesen añadido agua a una sopa para sacar más cantidad. No se, nos sorprendió a todos lo sosa que estaba. Y luego sacaron un plato grande de barro con garbanzos, unos trozos de morcilla, dos de chorizo, un poco pollo, un pocos menos de ternera y 4-5 trozos de panceta. Y también algo de verdura (patata, zanahoria y col creo)
Los garbanzos estaban buenos, bien cocidos y ricos, pero es que el plato eran básicamente garbanzos, más de la mitad del plato eran garbanzos. Y el resto a repartir entre todo lo que he dicho antes. Pero todo esto bastante soso de sabor.
No se, quizás la culpa sea mía por haber nacido en España y haber probado infinidad de cocidos, pero vamos , cobrar 28 euros por esto….
Y dejo para el final lo que ya nos terminó de rematar la comida. Por qué hasta el postre bueno, lo que decíamos todos es que no habíamos acertado con el sitio, pero poco más.
Pues de postre nos sacan arroz con leche y al probarlo llamo al camarero y le digo: “ habéis probado esto? Mirarlo a ver por qué esto no está bien”. Sabía a leche cortada, estaba agrio. Se va el camarero y al volver nos trae otras natillas y nos pide disculpas y nos dice: es que se había roto la nevera donde estaban los arroces con leche (y no sé si algo más) y se habían quedado sin refrigeración desde el día o...
Read moreThis over 100 year restaurant was a great choice for lunch while roaming Madrid’s Calle Major (Main Street). The bar area is a casual drinking and dining area while the rear section serves for more formal dining. Service staff were friendly and helpful even though we only managed a few Spanish words.
Highly recommended is their award winning Callos Madrilano, an unctuous stew with beef, tripe and chorizo sausage. Get some bread to mop up all the delicious stew.
The Empanadilla is available in many tapas bars but not many have the Rabo de Toro (Oxtail Empanadilla). Don’t miss this and be sure to add the beef gravy when eating the empanada.
The ubiquitous Madrid favourite Ensaladila Rusa (Russian Salad) helps provide a light balance to the rich food.
The Jamon Croquettes and the Fried Bacalao were both good.
Both the Cheesecake and the Vanilla and Strawberry ice cream were spot on and a perfect ending to the meal here.
Do order the Vermut here which is served from the tap. Be warned that it packs a real punch and you should stop at two unless you’re heading back to the hotel for a siesta...
Read moreLa verdad es que mi valoración no puede ser otra que la decepción. Hacía varios años que no volvíamos y nos hemos quedado de piedra. No se que ha podido pasar, pero la cocina y cocineros no son lo que eran, desconozco si se jubilaron y ahora tienen a otros, pero los que cocinan no están a la altura del tipo de cocina que se hacía aquí, la típica "casa de comidas" madrileña donde triunfaban las recetas tradicionales y primaba la calidad del producto y cocina. Da la sensación que tienen unos cocineros sin formación ni conocimiento, que igual vienen de estar solo en un kebap, solo en un burguer, o solo en una pizzería, no me meto con estos locales de los que soy cliente, pero cuando uno viene a Casa Ciriaco espera otra cosa. La gallina en pepitoria nos ha dejado descolocados, fría, con poca carne, insípida, una cosa que no entiendo porqué pero lo han hecho en todas las mesas, te ponen la bandeja, te sirves la carne y cuando te vas a echar por encima la minúscula salsa, se llevan la bandeja sin preguntar, rápidamente, ¿porqué, quieren para algo esa salsa?, se lo han hecho también a los de las dos mesas junto a la nuestra, en definitiva, ahora es un plato que te pueden poner en un menú de 12 euros, con primero, postre y bebida, pero en Casa Ciriaco vale 19 euros. De postre pedimos un flan, simplísimo y soso y ya la broma la torrija, también insípida y con demasiado azúcar. Se salvan los torreznos la verdad, estaban ricos, lo malo es que los pedimos de entrante y nos los han traído después de reclamarlos al ver que nos dejaban la gallina y no los habían traído. De los empleados no puedo decir nada malo, han sido profesionales, el problema está en la cocina, un local como este con la inmensa competencia que tiene en Madrid puede "desaparecer" en dos días, necesita cocineros capacitados para sus platos y deben pagarlos como merecen, a no ser que lo que queramos es solo recaudar a costa de bajar el servicio, con eso al final hundimos nuestro negocio, porque aunque está en una zona turística este restaurante siempre ha vivido de familias madrileñas y comidas de empresas que buscaban calidad sin importarles pagar un poco más y que no vuelven. Recuerdo un restaurante en la calle Galileo que era tan bueno como éste, también "casa de comidas" lleno siempre, pero murió el dueño y el hijo subió precios y bajó calidad al cambiar cocineros y camareros más baratos, los empleados antiguos que quedaban trabajaban a disgusto porque se llevaban las "regañinas" de los clientes de toda la vida, el hijo pensaba que su padre no estaba al día de lo que había que hacer y al fin y al cabo lo iba a seguir llenando como siempre pero ahora él se iba a forrar, finalmente ese restaurante, referencia en Madrid durante décadas, ejemplo de calidad y servicio y cuyo nuevo dueño pensaba que era infalible, ese restaurante desapareció en poco tiempo, tengo varios ejemplos similares con el mismo desgraciado final, el restaurante de la calle Galileo se llamaba Ananías y Casa Ciriaco tiene pinta de que va a...
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