Perro y la Galleta - Restaurant — Restaurant in Madrid

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Fatídica experiencia en este restaurante. Teníamos reserva para 11 y tuvimos que acudir finalmente 9, por una causa mayor. Al llegar a la puerta lo comentamos y nos indican que no sucede nada y tomamos asientos. Todo transcurre con normalidad hasta que traen la cuenta, y en lugar de cobrarnos 9 menús nos cobran 11, a un módico precio de 40€ cada uno :(. Lógicamente nos quejamos, y la respuesta del camarero, es que había consultado con sus jefes y le habían dicho que nos lo tenían que cobrar. Lógicamente intentamos hablar con algún encargado, y no había nadie con quien poder tratar el tema, solo el pobre camarero, que da la cara y que no puede hacer más. Al ver que no conseguíamos nada, porque este camarero no tenía más mano, exigimos que ya que lo íbamos a pagar , que nos sirvieran los dos menús que estábamos pagando de más. De locos cuando la respuesta es...que la cocina está ya cerrada, y nos intentan vender la moto que los entrantes que nos pusieron eran para 11 y no para 9. Auténtica mentira, nos pusieron dos platitos de berenjenas, dos platitos de huevos con patatas y setas y dos tartar de atún para los 9. Y platos muy sencillos nada de abundantes. Aún así, les decimos que vale, que los entrantes para 11 y los dos platos principales de los menús donde estaban. Y por supuesto ...callada por respuesta.

Es decir nos querían cobrar por algo que no nos sirvieron.

La experiencia no pudo ser más desagradable, y no por parte de los camareros, que son unos simples curritos y nos trataron con respeto, si no, por tener un restaurante de moda, sin ningún responsable al frente con quién poder hablar estos temas.

Finalmente el camarero soltó la gran frase: Venga da igual, pagaré yo los 80€ de mi bolsillo. No chico no, tú no tienes que pagar nada de tu bolsillo, y si lo haces es porque tus jefes son unos explotadores, que no saben cómo llevar un negocio y deberías de denunciarles.

Desde luego si la dirección de esta cadena de restaurantes tiene tan poco valor humano, quizás no debería de seguir...

Le pongo dos estrellas porque el lugar es agradable, acogedor y la comida correcta. Pero el trato del metre hacia nosotros resultó nada profesional e insolente. Pedimos de postre tarta de mamá, y al decirle que no era lo esperado pues no tenía nada que ver con el concepto "tarta" nos responde que eso es una tarta, rebatiendo con malos modales y soberbia. Probé una pizca y estaba tan extremadamnete dulce y espesa que se lo dijimos, que por favor la retirara que no se podía comer del dulzor. No solo nos discute sobre el postre, sino que no nos da alternativa alguna de cambiarlo por otros, nos dice que aunque no la hubiésemos comido, la hemos mordido. Con esas palabras!!! mordido???? Pero ademas esto en tono alto mientras se dirigia a la barra, diciendo: "no se la voy a restar de la cuenta porque ya no la puedo poner en otra mesa al haberla probado" .Tan sorprendente fue su actitud que provocó la expectación de las mesas de alrededor. Es inaceptable la falta de profesionalidad y falta de educaciòn para trabajar en restauración. Siempre nos dirijimos a él con discrección para que no sirviera de precedente entre las mesas de alrededor. Le dije que aún no habiéndolo casi probado si la tenía que cobrar que lo hiciera pq se estaba poniendo muy insistente y estaba resultando violento al mirarnos todas las mesas de alrededor. Nunca jamás me habia pasado esto y frecuento restaurantes con asiduidad, nunca al presentar mi disconforme ante un plato no me habían dado opciòn de cambiarlo y jamás, y tras llevárselo entero, me habian dicho a voces que se me iba a cobrar por haberlo "mordido" No sé de donde habrá salido este señor, pero desde luego que no está a la altura de gestionar un restaurante. De nada sirve la amabilidad de las camareras cuando el que debe serlo procede de ese modo. Vivimos al lado y acostumbramos a cenar por la zona, pero por desgracia y mientras esté este señor jamás volveremos ahí. Desconocemos su nombre porque se negó a decírnoslo....