Foster's Hollywood — Restaurant in Madrid

We were two people, me and a friend. From the beggining it felt kind of weird. We were waiting at the entrance with noone even paying attention or saying anything to us. The servers were mostly "busy" although there were free tables, we waited 15 minites before a waiter finnaly "waved" at us and pointed to a table that was half prepared. We sat down, and again waited for a while until finally another waitress asked us for drinks. As we were ready to order everything we asked if we can just do that and order drinks, starters, and main all together. The starter and main dishes were out in less or about 5 minutes, and we knew something was wrong. The starter was correct, but 1 of the main dishes was not.. They left the starter and my main dish, and took the other on an adventure to find out who was it's owner. As we had already noticed, it was the wrong table (and the reason i had not yet touched the main dish i was served, as i suspected it belonged to someone else). The waitress seemed relieved that i had not touched the food, excused herself and took the plate on it's way to a hungry customer, that had probably been waiting for it for a while. Once BOTH our main dishes arrived, the taste was not better than the experience so far. Beer Ribs that i ordered were dry like cardboard, and the sides were blant, the burger my friend ordered was OK, but nothing special, and nothing above a fast food quality. The best thing from ALL the food, were the Bacon Cheese Fries, but like if you mess that up, you should probably not be open as a restaurant. All in all, unexperienced staff and slow service, chaos with food, and underwhelming taste. More of a fast food joint, that pretends to be...

Hay una empleada llamada, Anyeline, llegamos y nos disponíamos a tomar y comer algo, indicamos que si podíamos sentarnos en las mesas de la entrada, nos dijo que no era posible, yo veía todo con total normalidad como quien ofrece un servicio y no entendía nada, luego al entrar para sentarnos vemos una terraza donde incluso estaban ocupadas tres mesas, pido que por favor nos permita sentarnos fuera y nos dijo que no se podía que estaba cerrado, le digo que hay personas comiendo y me ignoro con toda su cara a la vez que dijo a su compañero con apuro, ponle cubiertos en la mesa, pero de una manera tan fatal, como con el apuro de que no nos moviéramos o no nos fuéramos del sitio. Trato de calmarme porque al final pensé, bueno, aunque son las siete de la tarde quizás ya están cerrando, pues para mi sorpresa llego más gente y se sentó en la terraza a comer con toda normalidad, en este lugar pagas para sentarte a comer y vivir una buena experiencia con tus amigos pero resulta que aunque el restaurante está con mesas disponibles no puedes elegir donde sentarte y nada tiene que ver con concentrar el trabajo en una sola área, realmente las mesas que estábamos teníamos distancia, les adjunto fotos! La empleada no era española y fue lo que más me pesó que siempre que recibo malos tratos es de otros latinos (y yo lo soy) pero en mi trabajo ante todo el respeto al cliente y su elección en la medida de lo posible (que por lo que ya les conté arriba claro que sería posible elegir una mesa en la terraza o en la entrada) pero y no solo eso, sino el trato y la manera de ordenar a su compañero que nos colocará cubiertos en la mesa cuando nosotros todavía nos estábamos viendo las caras para tratar de entender y retirarse de esa manera sin dejarnos decir más nada, al final le dije a mis amigos que no gastaría ni un euro ahí, así que salí a fumar un cigarro mientras ellos después de todas las compras y la caminata soportaban estar ahí solo por ese motivo, encontré a la empleada en la entrada y pude ver su nombre, también apunté el de su compañero; Jacinto, tengo 12 años viviendo en este país y vivo de la manera más correcta posible para que también conmigo se comporten y me traten de forma correcta, no sé si sería personal porque noto que mis otros dos amigos al no tener tanto tiempo aquí tenían un acento venezolano muy marcado o que carajos le paso a esta tía, pero por empleadas como ella uno no vuelve a los lugares, por empleadas como ella uno deja estas críticas públicamente y finalmente por trabajadores como ella uno termina hablándole mal de un lugar a los amigos, no recomiendo ir a este lugar, no hay respeto hacia el clientes ni sus decisiones! Habían personas incluso acostadas! Vamos que yo flipe. Primera vez que vivo una experiencia así...

Por dónde empezar… Velocidad excesiva para tomar nota de la bebida, sin habernos casi sentado. Como siempre, dan la carta y no el menú del día, que dicho sea de paso, no tiene nada que ver con el que había anteriormente, ni platos (primero y segundo+bebida y postre, ahora solo un plato+bebida y postre) ni precio, más caro ahora por menos… Total que tras pedir la carta del menú del día, atosigando para elegir comida que, finalmente fue fuera de ese “menú”. Traen las bebidas, la niña agua y, ¿cuál es la sorpresa a 40grados? Agua del tiempo, sin que nadie haya comentado y, ni mucho menos pedido, eso. Pues no que el camarero (alto, de complexión normal y con el pelo moreno/castaño oscuro, muy corto) se ofende por tener que volver con el agua fría, y prácticamente la tira en la mesa al lado de la niña (4años). Pedimos una quesadilla para la niña (viene en el menú infantil) y, de entrante para 4 adultos, los nachos San Fernando. Más de 20min después llegan éstos a la mesa y, pese a haber insistido en que trajeran lo primero la comida de la niña, no fue, ni por asomo el caso. Tras comer los nachos, reclamamos la comida de la niña y, 10min después llega la quesadilla.

Obviamente, de nuestros segundos, no había noticias. Más de 40min para que llegaran, entre ellos una ensalada Santa Bárbara, donde tampoco había mucho que cocinar. Se pidió un burrito Monterrey y un costillar, sin incidencia. Pero mi pasta… Todos los restaurantes, la dejan al dente, en ocasiones, pecando de dureza, pero aquí, hoy, nada más lejos de la realidad… vergonzosa su textura, sobrecocida no, lo siguiente, x no hablar de que tuvieron que traérmela ya de terceras porque, como se realizan los platos, se sacan y luego tardan en servirlos siglos pues estaban helados, pasados de textura y helados, y mira que era difícil en un día como el de hoy…

En resumidas cuentas, agobio para pedir, tardanza muy muy excesiva con pocas mesas llenas, comida no del todo aceptable, trato del camarero y una de las camareras deplorable…¿sigo?

Buena actitud y servicio del que parecía el responsable/encargado y de Stephanie.

Mucho ha de cambiar la actitud del personal, la calidad y, sobre todo, el punto de la comida, así como el tiempo de espera para servir los platos, para que vuelva a ir a este...