Ginos — Restaurant in Madrid

Comida familiar. 12 comensales. Repetimos por la buena experiencia de la última vez. Sin embargo, hubo detalles que no nos gustaron. Lo primero, nos pusieron la mesa en un rincón con acceso difícil para algunos de nosotros y pegados literalmente a otras dos mesas. Algo incómodo. Una vez todos allí, tardaron bastante en atendernos. Además, nuestra mesa estaba pegada al restaurante Vips, así que, teníamos "ruido doble", de ambos restaurantes. Como la ocasión era una celebración, estuvimos a lo nuestro y no nos fijamos en esos detalles en aquel momento, pero sí al final, resumiendo nuestra experiencia allí. Volviendo al Gino's, nos sentamos y tuvimos que pedir que nos limpiaran la mesa: dos de las mesas que juntaron para nosotros estaban sucias y aún así montadas, ese detalle no me gustó. También había un par de platos sucios. Evidentemente, nos los cambiaron y limpiaron las mesas. La camarera que nos atendió, Patrizia, no nos prestó la atención requerida: vino muy tarde, no nos quiso traer unos vasos de agua para los niños, sino que nos pidió botellas de agua que, además, cuando le pedimos que fueran grandes, nos indicó que no había. Esto hizo que la cuenta se encareciera, claro. Cuando rato después se sentaron cerca de nuestra mesa dos personas y vimos que les traían una botella de 1,5l, se lo dijimos y no supo qué responder. Se confundió en dos refrescos y sólo trajo uno de ellos Uno de los platos tardó más de la cuenta en llegar y avisamos a otra camarera al respecto. Cuando lo trajeron, Patrizia vino a preguntar... Pero ya era tarde, claro. Definitivamente, no estuvo atenta y tuvimos que esperar largo rato hasta que volvió, cuando ya nos habían servido la comida y ya para tomar nota de los postres. Es cierto que siendo un sábado, con bastante gente, comprendimos el retraso en todo pero, la verdad, la atención de la camarera no fue un punto positivo. Sí lo fue para el resto de camareros, sobre todo una camarera alta con pelo rizado (no llevaba su nombre) y el jefe de sala, que nos hicieron más agradable la comida. Los platos que pedimos estaban bien y a todo el mundo les gustaron. Quizá comentar que los gnochi rellenos con carrillera, el plato que fue el más escaso, tenía los gnochi algo secos; y añadir que echamos de menos platos más adecuados para dietas sin grasa (sin queso o cremas) o más vegetales, para algunos de nosotros, pero, salvo eso, a todos nos gustó lo que pedimos. Buenísimo el tiramisú y la cookie con bola...

One of the worst and most despicable restaurants I have ever eaten in. It is not just about the quality of the food, but also about the good treatment and communication style. I stood for a long time and the restaurant in front of me was empty. The waitress did not allow us to enter except with her instructions and orders. Her way of treating us was strange and rude. She is the one who brings the orders, delivers them, brings people into the restaurant, receives payment, and does everything she does. Even after we asked for the bill, we waited a long time. It is a nightmare and a very bad thing. The experience, place, and people...

El restaurante y la estética como tal son buenas, el lugar es cómodo y bonito. Por otro lado, debo confesar que siendo celíaca me he sentido muy insatisfecha con los platos. Con anterioridad he venido a este restaurante y ya lo había dejado a un lado debido a la calidad y poca variedad de comida sin gluten, pero hoy, al darme cuenta de q habían ampliado la carta, me ilusioné y quise darle una nueva oportunidad. En primer lugar, han tardado más de 15 minutos en servirnos la bebida (donde se han olvidado del aperitivo de las aceitunas) y de seguido, han tardado otros quince minutos más en servir los entrantes y los platos principales. En mi caso, el pan son la ollita de queso se notaba q llevaba hecho desde hacía un tiempo (no entiendo porq entonces no lo trajeron antes), ya que el pan estaba chicloso (se me hacia bola y super duro) y el queso ya se había enfriado y también se me hacía bola. En segundo lugar, tardaron otros 15 minutos en traerme mi plato principal, los Righatone al Forno (lo nuevo de la carta) y a parte de estar fríos, la salsa no sabía a nada y no estaba esparcida por la pasta, por lo que era incomestible. Por último, los cafés de mis acompañantes tardaron otros 15 minutos o más en traerlos. En definitiva, un desastre y por si no fuera poco, los empleados (es especial una de las encargadas) se ve q no saben mirar a sus clientes cuando les preguntan por sexta vez dónde está la comida que estábamos esperando. Mi crítica como celíaca q encuentra complicado encontrar un restaurante donde comer, es que solo se utilice el restaurante como último recurso si es necesario comer y no hay tiempo de llegar a casa o un Macdonals cerca. PD. no somos los únicos q nos hemos sentido de esta forma, Ya que hay otros clientes que se ve q también han tenido problemas con la comida y el personal (estaban discutiendo delante nuestra).

82€ por lo q hemos comido y por el trato, me parece...