Ok so I am adding myself to the long list of satisfied eaters. This gives a marvelous upgrade to the concept of a sidewalk cafe!!! I was confused by the low prices at a place with a team of waiters who were attentive without being intrusive. They were crowded when I happened by, hungry on my walk back from an embassy to the train station. I was worried when the waiter asked if I had a reservation! Uh 😐… but before I could think twice they had a table for one cleared and I felt welcomed.
The menu was impressive… but what about those low cost sugerencias del 👨🍳? 1st plate, I chose the pasta over the salad, sorry I didn’t quite get the Asturias term for the pasta but yes 🙌🏽 that was a good choice (after all I am still walking the rest of the way to the main train station ;-)). And then the fish. Yea, buen hecho ✅ ! Decent choice on the house 🍷.
🧁 🍮 postre 🍨? Arroz 🍚 con leche 🥛 . Uh 😐 not quite the normal every day edition of this either. Served in something that looked like a short volcano 🌋 with sugar caramelized with a flame 🔥 over the top. A little too much sugar for my tastes but a nice touch nonetheless. And with a good sense of humor the waiter assures me I only need to eat what is inside, not the whole volcano. Cute. It was good. Coffee to finish off? No, too late in the day for caffeine for me and my train doesn’t leave for several hours yet. How about a coñac… well ok Brandy it is then. That will give me time to write ✍️ ...
Read morePREOCUPANTE BAJADA DE CALIDAD
Es una autentica decepción ver como un lugar que adoras sufre semejante descenso de calidad en demasiados sectores: Servicio, comida y trato. Desconozco si el restaurante ahora está en otras manos. Intentaré detallarlo:
Hoy, tras muchos meses alejados del restaurante por la situación del COVID hemos ido a la Madreña de la Castellana de nuevo. Es la sexta visita al local del centro de Madrid, siendo asiduos al resto de 'La Madreña' que hay por la provincia. El de la Castellana siempre se caracterizaba por mantener la misma calidad pero con un mayor toque de sofisticación y elegancia que sus hermanos. Ahora me veo obligado a cambiar mi valoración de 5 estrellas por 1.
Llegada a las 14:04: Se nos informa que debemos comer en la terraza cubierta que han montado ya que la sala está cerrada. No es problema aunque no se nos avisa en reserva. Se nos toma las bebidas.
14:10: Se nos sirve un aperitivo (un clásico de la Madreña: Quesito cabrales con pan, el cual por cierto se le cae en el mantel). Se nos toma nota de la comanda. Uno de nuestros platos favoritos, el cachopo de Merluza, ya no se encuentra en carta. Pedimos otra cosa. No pedimos entrante y se nos dice que tardarán los platos unos 20 minutos. Todo bien.
14:35: Llegan los platos. Una merluza que causa buena impresión. Una paletilla de cordero que está buena, pero cuyas patatas están frías. Dos cachopos a compartir entre 3 personas de ternera y queso, el plato que siempre pedimos. En primer lugar, llegan 4 trozos (anteriormente eran 6 trozos, de ahi que pidiesemos a compartir), en cuanto a la elaboración, pese a estar realizado en el momento segun nos da a entender el tiempo en ser servido, su interior sabe como un recalentado (Indicar que no es un cachopo recalentado, ya que su exterior es crujiente, pero una textura como si estuviese el cachopo propiamente recalentado y el trabajo hubiese sido empanar y freir). El plato no está presentado como otras veces. Las patatas frias. La salsa, que para nosotros es diferenciador del sitio, llega con una capa de un dedo de aceite flotando sobre ella.
14:55: Terminamos. A tomar nuestro plato favorito: La tarta de queso de La Madreña.
15:10: Nos toman nota. Queremos 4 porciones de tarta de queso que son ENORMES. De hecho, normalmente se nos avisa que con 2 porciones hay para los 4. Tambien unos frisuelos. Vemos en carta QR una nueva opción: Tarta entera por 30 € (Adjunto foto). Como 4 porciones a 7.50 son exactamente 30€ decidimos tomar esta opción por tener un poco más.
15:35: 25 minutos despues llega la tarta. Nos la sirven y nos indica el camarero que "La tarta son 75€, ¿lo saben, verdad?". Le indico que la tarta son 30€, insiste en que no es así. Le enseño la carta del restaurante y entre bromas le digo "Imaginate una tarta por 75€, ni que fuese nupcial". Me dice "No, son 75 €, los 30€ es solo si la piden para llevar". Le pregunto que como puede ser eso así si no lo indica en ningún lado, me dice que esa es la situación.¿entonces si me salgo a la calle y la pido para llevar vale 30€? me dice que no. Interpreto lo obvio: Antes que darme toda la tarta me cambian el precio para que opte por 4 porciones. El simple hecho de que el camarero me haga un aviso previo conforme trae la tarta no es más que una indicación de ello.
Le digo que entonces no queremos la tarta completa y que preferimos las 4 porciones. Se lleva la tarta.
15:50: Llega con las 4 porciones (No entiendo la tardanza). Las porciones son, lamentablemente, la mitad de lo que eran antes. Cuando antes habia que compartirlas ahora son pequeñas para una persona. La receta es diferente. Hay un sabor diferente y está mas cuajada. De la mejor tarta de queso de Madrid a algo estandar.
16:00: Por primera vez en nuestras multiples visitas SE NOS COBRA EL PÁN Y EL APERITIVO (11€)
Otra cosa: 17 personas comiendo. Dos camareros y un maitre. La comida se demora dos horas. Desidia por parte de camareros, que ademas tienen que cruzar la castellana con la comida desde el restaurante a la carpa.
Decepcionante. No...
Read moreI consider myself a tough customer when it comes to restaurants, and while this place isn’t perfect, it’s very close. First, the service—professional and efficient. The staff knew the menu well, made solid wine recommendations, and handled the busy dining room without ever seeming rushed. That’s impressive in itself. The bread basket arrived promptly, with warm, crusty baguette slices and creamy butter. I started with escargots, which were garlicky and delicious, though I would have liked a touch more parsley in the butter. My main was the duck breast, cooked medium-rare as requested. The flavor was excellent, with a subtle sweetness from the accompanying orange sauce, though the skin could have been crisper. Portion sizes are generous by Paris standards, and prices are fair for the quality. The dessert—a mille-feuille—was a standout. Perfectly crisp pastry layers and a light vanilla cream that wasn’t overly sweet. The only real drawback was that the tables are set fairly close together, so on a busy night, it can feel a bit cramped. That said, the ambiance is pleasant, with warm lighting and tasteful décor. Would I return? Absolutely. While there’s room for minor improvements, the overall quality of food and service makes it a solid choice in the city. I...
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