Groseria Horrible! 1 de junio de 2018, alrededor de las 4:45 p.m. Fui a La Tierruca en Madrid porque amo los bares de tapas. Por ejemplo: Entre Cáceres y Badajoz, Bar Jurucha y El Rincón de Jaén son bares de este barrio que me gustan. Las primeras dos riojas en La Tierruca en Madrid fueron buenas, si se acompañan de tapas bastante aburridas: algunas lonchas de jamón y luego algunas lonchas de salchicha servidas con bollos secos en miniatura. Hasta ahora, tan bueno, es normal en los bares españoles obtener tapas menos interesantes al principio. Por lo tanto, si muestra una disposición a gastar más, la variedad generalmente mejora. Los camareros eran amables y educados. Pero cuando pedí otra rioja, me sirvieron papas fritas / patatas fritas que aborrezco, y que generalmente no se sirven en este momento, cuando eres un buen mecenas del bar. Le dije a una camarera (con el pelo corto al frente, más largo detrás de las orejas, la tez manchada), "Lo siento, ..." (con la intención de preguntar si podía cambiar la tapa por algo más apetitoso). Antes de que pudiera decir algo más, ella me espetó "estoy hablando con alguien más", con una mirada furiosa. Entiendo que los cantineros a menudo están bajo una enorme presión, ¡pero un simple "momento!" habría bastado para aplacarme! Cuando finalmente decidió hablar conmigo, se negó a servir una tapa diferente, diciéndome que cerrarían pronto. Entiendo esto: los camareros tienen que limpiar. Pero no es necesario hablar en tono enojado, despectivo y desdeñoso hacia alguien que podría haberse convertido en un buen cliente, para regresar muchas veces. Cuando me quejé de que encontraba que su actitud y actitud eran ignorantes, ella comenzó a responder agresivamente. Para evitar más desagrado, salí de la barra. Mientras me estaba yendo, ella rompió un vaso con furia detrás de mí, no sé si fue arrojado contra mí o sobre el piso. Lo que comenzó como una buena experiencia se volvió totalmente desagradable, debido a esta camarera. Mi despedida fue para sugerir que buscara trabajo como guardia de prisión. ¡Horrible!
Horrible Rudeness! Friday June 1st 2018, about 4:45pm. I went to La Tierruca in Madrid because I love tapas bars. For example: Entre Cáceres y Badajoz, Bar Jurucha and El Rincón de Jaén are bars in this neighborhood that I like. The first two riojas in La Tierruca in Madrid were good, if accompanied by rather boring tapas: some slices of ham and then some slices of sausage served with miniature dried buns. So far, so good, it is normal in Spanish bars to get less interesting tapas at first. Then, if you show a willingness to spend more, the variety usually improves. The waiters were friendly and polite. But when I ordered another rioja, they served me fried potato chips / crisps which I abhor, and which generally are not served at this time, when you are a good patron of the bar. I told a waitress (with short hair in front, longer behind the ears, spotty complexion), "Sorry, ..." (with the intention of asking if she could change the tapa for something more appetizing). Before I could say anything else, she snapped at me "I'm talking to someone else," with a furious look. I understand that bartenders are often under enormous pressure, but a simple "momentito!" would have sufficed to placate me! When she finally decided to talk to me, she refused to serve a different tapa, telling me that they would close soon. I understand this: the waiters have to clean up. But it is not necessary to speak in an angry, contemptuous and disdainful tone towards someone who could have become a good customer, to return many times. When I complained that I found her manner and attitude to be ignorant, she began to respond aggressively. To avoid more unpleasantness I left the bar. While I was leaving, she smashed a glass with rage behind me, I do not know if it was thrown at me or on the floor. What started as a good experience became totally unpleasant, due to this waitress. My parting shot was to suggest she look for work as a prison...
Read moreAntes de comenzar con la reseña les pongo en situación: Llevo frecuentando este Bar desde hace más de 25 años y mis padres llevan más de 40 años viniendo. Desde cuando se encontraba en el local tan recogido de la calle General Díaz Porlier. Pues bien, un viernes cualquiera nos acercamos a tomar unas raciones como siempre hemos hecho, esta vez con mis hijos pequeños, que ya son la tercera generación de mi familia que iba a pisar este sitio. Nada más llegar e intentar acomodarnos en una esquina con unas sillas altas, una camarera desde la barra nos dice de forma un tanto grosera que nos cambiemos de sitio si somos 6 a una mesa alta que hay en mitad del local. Un poco extrañados, accedemos sin poner problemas y nos sentamos donde la camarera nos había sugerido con tanta delicadeza.... Pedimos unas bebidas a la misma camarera que parece que te está perdonando la vida cada vez que hablas con ella. Nos las sirven y no nos traen ninguna tapa cuando a la gente de alrededor les estaban trayendo unos montaditos con la bebida. Pues aún no queda la cosa aquí. Aparece la que debe ser la encargada y según pasa por nuestro lado y ve a mi hijo de 3 años sentado en una silla alta con respaldo, nos dice que con esa silla no podemos estar ahí, que si queremos usar esa silla tenemos que irnos donde nos habíamos colocado desde un principio. Todo esto con las peores y más desagradables formas posibles, sin escuchar nuestras respuestas y echándonos de allí sin más remedio y con el local vacío, ¡¡No molestábamos a nadie!! El niño, que estaba ya tan contento con su refresco recién abierto y sentado en su silla, acabó llorando desconsoladamente, como es normal. Nosotros no dábamos crédito a lo que estábamos viviendo después de tantos años viniendo. Y mi madre, aturdida por la situación acabó pidiendo la hoja de reclamaciones. Tras rellenarla y entregarla para que el local rellene su parte, procedimos a abandonar el bar en el que tanto tiempo hemos pasado sin haber tocado prácticamente las bebidas y del que nos habían "echado de una patada". Cuando de repente, aparece la camarera profiriéndonos insultos, a mi madre primero y luego al resto de la familia cuando quisimos defenderla. Un espectáculo bochornoso y digno del programa "Pesadilla en la Cocina".
Es una pena ver cómo sitios en los que has tenido tantas vivencias durante tantísimos años, se malogran de esta manera. Y todo por la tontería de que el niño no puede estar sentado en esa silla en esa mesa, cuando son ellos mismos los que nos han colocado ahí. Les aseguro que con dolor e impotencia, porque son muchos recuerdos, no volveremos a pisar este sitio, porque no me he sentido peor tratado en mi vida. Lo que prometía ser una tarde-noche de disfrute ustedes lo convirtieron en disgusto, y se han cargado una relación bar-cliente de más de 40 años. Espero que les haya merecido la pena hacer llorar a mi hijo e insultar a mi familia. Tienen suerte de que no se puedan poner estrellas...
Read moreAperitivo de resaca WWK – recomendación de Avaio La Tierruca, la historia de los aperitivos madrileños empieza con la andadura de este bar con aires moteros trasnochados (fijaros en su decoración indoor). Terraza muy agradable en Ortega y Gasset. Tiene una cubierta y otra descubierta, ambas con estufas. Muy buen ambiente, estaba hasta arriba. Cierra los lunes. Optamos por la terraza al descubierto y se estaba de maravilla (MiVi estuvo rápido, como en todo). Recomendaría reservar, a no ser que vayáis prontito (12.30hrs). Todo para compartir (como siempre hacemos y siempre haremos el resto de nuestras vidas): Boquerones fritos adobados: creo que son los mejores boquerones que he probado en mucho tiempo. El rebozado es impecable, nada grasiento. Potente de sabor y con un toque de limón que lo eleva. Obligatorio pedir. Patatas bravas: fuera de lo normal. Cocidas y posteriormente fritas. Súper tiernas y la salsa espectacular. No habrás probado cosa igual. Obligatorio pedir. Ensalada de tomate y ventresca: muy muy buena. Los tomates pelados y en su punto (últimamente se olvidan en muchos sitios poner los tomates sin piel…). Acompañados de un aceite muy suave. De beber nos pedimos varias cervezas (muy bien tiradas, por cierto), vermut y vino. Precio: 20€/persona (thanks for the invitation dear) El servicio muy atento y rápido. Característica a destacar dada la dimensión de la terraza. Nos encantan las cartas breves y con materia prima top, de ahí su especialidad en fritura. Nos ha encantado su relación precio-placer-ambiente-local. Todo esto hace que Tierruca me parezca perfecto para un picoteo. Y llega la hora de puntuar, hay unanimidad en que el nivel de cocina nos pareció de 5 estrellas. ¡Volveremos sin dudar a por...
Read more