Lola Puñales — Restaurant in Madrid

Estuvimos ayer domingo 7 de abril a eso de las 19:30h. Dos matrimonios con dos niños de 4 y 5 años. Pedimos primero una ronda de bebidas. Después una segunda y al rato pedimos la carta. Pedimos una tercera ronda y comida: albóndigas, patatas bravas, una ensalada de tomate, una hamburguesa y una tortilla francesa para uno de los niños. El camarero nos dice "No sé si te la querrá hacer el cocinero si no está en la carta". Yo le dije "Sí hombre, cómo no la va a hacer. Hay una hamburguesa con tortilla y he pedido hamburguesa simple. Cóbrame como la de tortilla y pon la tortilla en un plato". Vuelve al rato, sirve las bebidas y después de empezar a beber me dice "Por cierto, la tortilla que has pedido no te la va a hacer". Sorprendida le dije que no lo entendía, pero que cancelara la comanda porque no iba a dejar al niño sin cenar. Vuelve a los 5 minutos notablemente molesto y nos da la cuenta. Le dijimos que no entendíamos su actitud a lo que nos respondió "¿Queréis hablar con la dueña?". Le dijimos que sí y al poco apareció un chico muy maleducado, gritando y con muy malos modales. Nos dijo que si no está en la carta no se sirve. Le expliqué que había una hamburguesa con tortilla y sólo habíamos pedido que fuera en otro plato a lo que respondio "Pues no, pides esa hamburguesa y sacas tú la tortilla". Comezó a gritar y a hablar en portugués diciendo que era el dueño y se llevó la cuenta diciendo "Estáis invitados". Al momento volvió, nos quitó las bebidas de la mano y nos gritó que estábamos invitados a irnos. No quisimos alargar más la situación porque había dos niños pequeños asustados por los gritos pero el trato fue lamentable y desde luego no sólo perdieron una cuenta de unos 100€ entre bebida y comida sino que han perdido a cuatro clientes para siempre. En respuesta a vuestra respuesta que es canela en rama: En Zara te cortan la etiqueta si lo pides 🤣. Yo pedí que la tortilla fuera en un plato y no dentro de la hamburguesa. Maravillada de que os comparéis con Amancio. Gracias por la respuesta, aunque se ha hecho de rogar ha merecido la pena. Dice más de vosotros...

Que si, que los seres humanos a veces cometen errores, pero esto ha sido de traca. Los camareros lo han hecho lo mejor que han podido dentro de tanta locura. ¿Porqué? Pues porque abarcan más clientes de lo que pueden. Aprovechan que el restaurante de al lado, el Dakota, está cerrado, y ocupan toda su zona de terraza. Pero lo más indignante, pedir un plato de torreznos de 12€ y que sea un platito con 7 trocitos!!! No dábamos crédito. Una tomadura de pelo. Uno de los chicos tuvo que esperar 2 horas para que le trajesen un plato, pues nunca lo pidieron en cocina y cuando trajeron la cuenta el pobre aún estaba sin comer. Unas tiras de pollo que no estaban muy allá, encima. Otro plato que tampoco vino ya lo descartamos... Tres adultos se quedaron sin comer. La hamburguesa muy buena al menos. Las patatas no. Y una camarera tuvo el detalle de traer unas bravas para amenizar la espera. Pero no podemos recomendarlo porque la experiencia general fue regulera y la calidad, a excepción de la hamburguesa, no es buena. Estar en un restaurante pasando hambre no es lo normal. Y a los clientes no se les hace ningún favor cuando por abarcar más de lo permitido no se les sirve en condiciones. Si está completo se les dice que no y se busca otro sitio. Por cierto, pidieron que se dijese más o menos que platos se iban a pedir, para en cocina tener ingredientes suficientes y no importaba si luego se cambiaba algún plato. Otra cosa es que quieran dar de comer al doble de comensales en un lugar preparado para la mitad. La culpa no es de los clientes por ser muchos. No se...

Fuimos a comer entre semana, y pedimos dos menús del día con todo distinto para probar más cosas. Como entrantes, escogimos el meloso de patata (parmentier de patata trufada con salteado de setas y huevo a baja temperatura) y las croquetas caseras de jamón. Las croquetas no nos convencieron (el relleno no era cremoso ni tenía demasiado sabor a jamón, y estaban algo aceitosas), pero el meloso de patata estuvo increíble (el parmentier realmente meloso, y el resto de sabores muy equilibrados. Es un plato por el que volveríamos). Para acompañar, nos sirvieron unas rebanadas de pan sin nada a destacar. Como principales, escogimos coplitas (tiras de pollo de corral con salsa barbacoa) y dim sum de rabo de toro con melaza de boniato. Las tiras de pollo no nos gustaron (sabía muy fuerte el aceite), pero los dim sum sí (el relleno muy rico, y el toque de boniato un acierto). Personalmente consideramos que la rúcula sin aliñar no aporta nada más la ilusión de un plato mayor, y que podría ir acompañado por alguna ensalada aliñada. Para finalizar, pedimos la tarta de chocolate y la de queso (de cabra). Pese a la pinta que tiene, la tarta de chocolate no es apenas dulce, y su sabor tampoco nos convenció. La de queso en cambio sí que nos gustó más (no es para todo el mundo, ya que el sabor a queso es intenso), quedando muy equilibrada con la mermelada que...