Noathi Restaurante — Restaurant in Madrid

Una experiencia que dejó mucho que desear, en sus elaboraciones utilizan, colorante Químico en vez de azafrán, caldos deshidratados tipo Avecrem, los cuales incluyen glutamato monosodico, a parte, este Ingrediente el glutamato también lo utilizan en diferentes platos para conseguir un sabor engañoso y adulterado con la marca comercial Ajinomoto, es un ingrediente que la industria alimentaria lo utiliza en sus productos ultraprocesados para que los alimentos que realizan y les falte sabor se lo añaden para estar buenos mediante engaños al paladar y cerebro.

Se usan en patatas fritas tipo Lays, Matutano, comida ya lista para calentar, como yatekomo, en fin, es una triquiñuela común para engañar al comensal cuándo no se sabe hacer una cocina muy rica con productos naturales, y no introducir la quimica y la droga que es el glutamato, por eso en EEUU tienen tanta obesidad, no pueden parar de comer porque el glutamato monosodico activa un sentido en el cerebro de placer, pero es engañoso, esto hacen con los clientes en este restaurante NOATHI, se lo incorporan a la mayoria de sus platos, el arroz con gambones congelados (cuando los bigotes del gambón están rotos o no tienen, ¡¡congelados!!), a las coquinas, al rabo de toro que viene congelado (se puede detectar porque la unión de los huesos del rabo ha sido cortada a sierra de cinta, procesado, si fuese fresco no viene nunca asi y mantienen sus uniones de los huesos con la ternilla intactas), lo agregan hasta al cocido madrileño que casi cuesta 20€ por cubierto, en fin, si lo que buscáis es comida casera, esta es cocina química adulterada;

Usar glutamato monosodico en la cocina es como echarle gasolina a una hoguera porque no sabes encender el fuego.

Es un atajo barato que disfraza la falta de técnica y arruina la esencia de los ingredientes, un@ jef@ de cocina que recurre a esto no cocina,...

De más a menos. Así puedo resumir mi experiencia. Todo hacia presagiar que iba a ser una cena espectacular por el ambiente del local, la atención y el primer plato que nos sirvieron, unas coquinas que estaban muy, muy buenas y donde disfrutamos de su salsa. Hasta aquí todo iba bien pero algo pasó en la cocina ya que los tiempos entre cada plato empezaron a ser cada vez mayores. El segundo plato, para compartir, fueron unos chipirones que no estaban mal pero no a la altura de su predecesor en la mesa. Después, diez minutos más tarde de retirar el segundo plato, llegó una tosta que pedimos, no me gustó nada, y otros diez minutos después un plato de mollejas que, para mi fue el peor plato. No estaban bien terminadas. Puede que haya sido un cúmulo de circunstancias pero, como decía al principio, todo empezó muy bien para terminar con una mala sensación de todos los comensales de mi mesa. Lo mejor, junto con las coquinas, el servicio que fue atento...

En lo particular no consumí en el sitio, pero llevé a mi marido al centro de salud, saliendo de ahí caminamos un poco porque no había taxis, y le dió un golpe de calor estamos a 38 grados y él con temperatura de 39 grados, sin darme cuenta entró a este sitio mientras yo miraba si venía un taxi, el camarero que estaba en la barra pasó de él, siguiendo sirviendo las copas, mi marido muy amable le pidió de manera urgente si no fuera molestia y si fuera tan amable de regalarle un vaso de agua, lo cual hasta donde sé no se le niega a nadie y más en este caso que estaba por desmayarse…. El camarero lo ignoró y mi marido al pedirlo por segunda vez le contestó que le diera un momento que se encontraba muy ocupado, a lo que miró al restaurante el cual se encontraba con una sola mesa… me parece muy denigrante y poco humano que este restaurante cuenta con gente así trabajando… NUNCA he ido y creo que jamás iré recomendado 0.. con gente así ni...