Verdura & Brasa — Restaurant in Madrid

We arrived at lunchtime with no reservation. The waiter made us feel welcome while she checked whether they could arrange a good table for us (we were 7).

The service was very attentive, professional, and friendly. We had 3 little kids with us and the maitre suggested dishes for them, taking into account an intolerance and quantity. We were very pleased by how attentive and customer-focused they were.

Everything we ate was very good, and everybody's dishes were delicious. I'd personally recommend the rice with vegetables and capon: it was delicious, and the capon was delicate, tender, and fragrant. The apple pie with custard was delicious as well.

I'll...

⌛ Comida un domingo 👫 En familia, dos parejas. 📆 Reserva vía web la noche anterior 💶 35-40€/persona

Local enorme, bien situado, con reservado al fondo, zona de comedor, zona con mesas altas, y una mesa baja a la entrada, que no está en un reservado, pero lo parece. Tuvimos la suerte de estar en ésta última.

Atención muy cuidada, con recomendación sobre cantidades y platos. Compartimos todo, y no hubo problema con ello ni un mal gesto, como a veces ocurre cuando quieres compartir ciertos platos principales.

Empezamos con una entrada: aceitunas gordal con vinagreta, espectaculares, y unos conos de mortadela, que no tenían nada especial salvo la presentación. Es de pago, no de cortesía, y no lo avisan. La ración de pan incluye unos grisini muy ricos, y pan que parecía tosta de aceite, calentito.

Seguimos con unas flores de alcachofa a la parrilla. Brutales, se deshacían en la boca. Ni una sola hebra. Venían 4, pero eran grandes.

El aguacate a la brasa con vinagreta de gamba roja tampoco dejaba indiferente. El plato era un solo aguacate, laminado, con unos 8 trozos de gamba roja. La salsa estaba para mojar pan.

Pedimos también una pata de pulpo a la brasa, pero no vino con alioli de albariño, sino con una especie de aceite aromatizado. Estaba muy bueno, no sabía a quemado, y la salsa potenciaba mucho el sabor del pulpo y de la patata. Echamos de menos el alioli.

Seguimos con unos chipirones a la parrilla, con cebolla. Estaban muy ricos, pero no estaban completamente limpios. La ración son 6 chipirones.

Por último, estaban en jornadas de trufa, y concluimos con un risotto de boletus con trufa. La trufa es opcional, con coste adicional por gramo, y te la rallan en el momento en la mesa.

Finalizamos con dos postres a compartir: El tiramisú de soletilla venía servido en una taza. La porción era generosa. El souffle de queso, que es como un coulant, no era nada empalagoso. Nos ha sorprendido para bien. La porción es más pequeña.

Relación calidad/precio buena, nos hemos ido...

Cocina exquisita, decoración preciosa, atención maravillosa, tres camareros pendientes casi todo el tiempo para "que no nos falte de nada".

Pasadas las 4 de la tarde de un martes íbamos por la calle Espronceda buscando un sitio para comer. Pasamos por Verdura & Brasaa y pensábamos que ya estaría la cocina cerrada, pero el maitre nos hizo el favor de dejarnos comer, y qué buena suerte tuvimos.

La ensalada de ventresca con tomate era una delicia, con tomates de verdad y una ventresca fabulosa. Luego pedimos atún con puerros y salsa romesco, y una maravilla, casi crudo como a mí me gusta. Mi pareja pidió que se lo hicieran más porque a ella no le gusta el pescado crudo, y se lo hicieron a su gusto sin ningún problema. Y después pedimos un pollo al romero. Yo pensaba que serían unos filetes de pollo con salsa de romero, y me encontré con un pollo picantón entero a la brasa, muy bien condimentado y que era una delicia para el paladar.

Tras degustar el postre (una tarta de manzana con helado para chuparse los dedos, nos obsequiaron con unos riquísimo bizcochitos de chocolate (yo hubiera preferido un chupito, pero reconozco que esto es mucho más sano :-P ). Y antes de servirnos la comida, nos dieron de aperitivo unas aceitunas y un cuenquito de garbanzos con calamar, también exquisito.

Ah, y no he hablado de la carta de vinos, extensa y muy bien elegida.

Cerca de las seis de la tarde salimos, ya un poco avergonzados porque tenían que limpiar, pero esa comida había que degustarla con detenimiento; y ni una mala cara del personal por salir tan tarde.

Un sitio al que volver; no es barato, pero es que la calidad y el buen servicio...