Mi visita al restaurante Zoko en Madrid frente al Retiro fue una experiencia sumamente decepcionante. A pesar de las buenas referencias que habíamos recibido, nuestro encuentro con este establecimiento no cumplió con nuestras expectativas.
Al llegar al restaurante, notamos con desagrado que la mesa en la que nos sentamos estaba sucia y pegajosa. A pesar de este inconveniente, la camarera nos recibió de manera amable y educada, lo cual es digno de destacar. Decidimos seguir la recomendación de nuestro amigo y pedimos unas croquetas, que según él eran exquisitas. Sin embargo, nos llevamos una gran decepción al probarlas. Las croquetas estaban lejos de ser sabrosas y, en realidad, carecían de ese toque especial que uno espera en un restaurante. Se asemejaban más a las croquetas congeladas que se pueden adquirir en cualquier supermercado.
Continuamos nuestra experiencia culinaria solicitando tres tortitas de camarón. agotado, nos encontramos con un plato que estaba excesivamente frito y lleno de aceite. La sensacion posterior en el estomago no fue agradable en absoluto. Nuestra elección estrella fue el plato de seis gambones pelado, pero nuevamente nos llevamos una desagradable sorpresa. Los gambones parecían haber sido comprados en el supermercado congelado, ya que estaban duros y carentes de frescura. Además, un huevo pochado que acompañaba el plato estaba prácticamente crudo, lo cual resultó repulsivo para nuestros paladares. Movidos por el respeto y la ilusión de que nuestro amigo había depositado en llevarnos a este lugar, consumimos los platos sin disfrutarlos verdaderamente. Sin embargo, llegó un punto en el que ya no pudimos ocultar nuestra decepción. Comentamos entre nosotros la mala calidad de la comida y, finalmente, necesitará llamar a la camarera para que retirara los platos.
Para nuestra sorpresa, no fue la camarera quien se acercó a nuestra mesa, sino el encargado del restaurante. Su actitud fue de malos modales y nos reprendió por haber consumido los platos si no nos habían gustado. Explicamos nuestra situación y le mencionamos que sentimos cierta incomodidad en expresar nuestra insatisfacción previamente. Además de la experiencia culinaria desagradable, nos sorprendió el precio excesivo que se nos cobró por la comida y bebidas consumidas. La cuenta final ascendió a 87 euros, una cantidad totalmente desproporcionada considerando la baja calidad de los platos. En resumen, mi visita al restaurante Zoko en Madrid frente al Retiro fue una experiencia frustrante y poco satisfactoria. La falta de higiene en la mesa, la mala calidad de los platos, la actitud del encargado y la actitud del encargado y el precio excesivo nos abandonaron con una sensación de indignación y decepción. Esperábamos disfrutar de una experiencia gastronómica placentera y memorable, pero lamentablemente nos encontramos con una comida de calidad deficiente y un servicio al cliente insatisfactorio. Es importante destacar que esta reseña refleja nuestra experiencia personal en el restaurante Zoko y puede haber variaciones en otras visitas. Sin embargo, basándonos en nuestro encuentro, no podemos recomendar este lugar a aquellos que buscan una experiencia culinaria de calidad y un trato amable por parte del personal.
Esperamos que esta reseña sea útil para aquellos que estén considerando visitar el restaurante Zoko en Madrid frente al Retiro, y que les sirva como una referencia honesta antes de tomar una decisión. En conclusión, nuestra visita a Zoko resultó en una experiencia decepcionante debido a la falta de higiene en la mesa, la baja calidad de los platos, la actitud del encargado y el precio excesivo. Recomendamos explorar otras opciones gastronómicas en la zona para disfrutar de una experiencia más...
Read moreI honestly can’t explain what this place is like, you have to go and experience it for yourself ! For anyone who loves food and wants to try a truly different concept, YOU HAVE TO COME HERE !! Everything from the look, the taste, the texture and the smell makes your senses tingle as each new dish you don’t know how it is going to look, and even more how it will taste, and every time it doesn’t disappoint. Our first time here and every time we come to Madrid we have to come back here. The service is great, very helpful with suggestions and guidance, the atmosphere is vibrant and the prices are very reasonable for the level of quality you receive. It’s like a Michelin Star restaurant around by your corner shop. One...
Read moreReseña – Visita el 17 de abril a las 21:30
Lamentablemente, la experiencia en este restaurante distó mucho de lo que esperábamos, especialmente teniendo en cuenta el tipo de cocina que ofrece y los precios que maneja. El servicio fue caótico desde el inicio: cada camarero nos decía una cosa distinta sobre la disponibilidad de los platos, y uno de ellos directamente parecía estar inventándose las descripciones, sin tener ni idea de lo que había en carta ni de cómo eran los platos. Esto, en un restaurante que presume de cocina vanguardista, es sencillamente inaceptable.
Para rematar la desconexión del personal con el servicio, en medio de la cena vimos al camarero que nos había atendido sentarse en la barra, a la vista de todo el local, para cenar tranquilamente. Una escena bastante chocante, impropia de un sitio que aspira a ofrecer una experiencia gastronómica cuidada.
En cuanto a la comida, fuimos hace un tiempo y nos encantó, pero la carta ha cambiado y, sinceramente, para peor. El steak tartar, que solía ser uno de nuestros favoritos, ahora lo sirven extremadamente picante sin preguntar el punto de picante al cliente, algo básico en cualquier restaurante serio. Además, la ración era muy escasa. El resto de los platos estaban buenos, pero nos llevamos una gran decepción con el atún, producto estrella del local, ya que solo quedaba disponible un plato: unas costillas que no estaban muy logradas, algo secas y sin gracia.
Por si fuera poco, durante toda la cena tuvimos al lado una mesa en la que los comensales no pararon de gritar, generando un ambiente muy molesto para el resto. Nadie del restaurante intervino para poner un poco de orden, lo que demuestra una falta de atención al ambiente general del local.
La falta de coordinación entre los camareros fue constante durante toda la noche: unos decían que quedaban ciertos platos, otros que no, lo cual demuestra una grave falta de organización interna.
Una pena ver cómo ha bajado el nivel de un sitio que antes nos gustaba tanto. Ojalá puedan corregir el rumbo, porque el potencial está ahí, pero la experiencia actual deja...
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