Salino l Restaurante Retiro — Restaurant in Madrid

Unfortunately our experience wasn't good. It started with the wrong foot when I asked for an Oloroso Sherry and I got a Palo Cortado. When I asked for it to be changed, I could see the bar staff looking for the bottle all over as if he didn't quite know the brands. I've got it finally but then, most of the Bravas weren't properly cooked - and the sauce was average. The Revuelto de Setas was very nicely cooked and delicious but our main, 75 days aged beef, come out cold - delivered by the maître, who didn't asked us if we wanted more drinks though our glasses were empty. When we complained to our waiter - lovely and professional - they took the meat in and after a little while it came out slightly warmer - it seemed to me that it has spent 5 minutes under the salamander-- so we couldn't finished half of it. What a shame because the meat's quality was certainly good! The dessert, Chocolate Sexy, was middle of the road and the 'brownie type' bit was still too cold to be cut...

He estado en un cuatro manos entre El Restaurante Salino y El Triciclo. Ha tenido lugar en Salino.

El ambiente del restaurante es acogedor y elegante, con una decoración que fusiona elementos rústicos y modernos, creando un espacio ideal para disfrutar de una comida memorable. El servicio es atento y profesional, asegurando que cada comensal se sienta bienvenido y perfectamente atendido.

A continuación, destaco algunos de los platos más emblemáticos de lo que hemos tomado por parte de Salino:

Ostra escabechada

Este plato presenta una ostra fresca marinada en un escabeche suave. El escabeche, una técnica tradicional de conservación, implica cocinar la ostra en una mezcla de vinagre, aceite de oliva, laurel y especias, lo que realza su sabor y añade una nota ácida y aromática.

Torreznos

Los torreznos de Salino son una interpretación gourmet de este clásico de la cocina española. Preparados a partir de panceta de cerdo de alta calidad, se cocinan lentamente para lograr una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro, ofreciendo un equilibrio perfecto entre sabor y textura.

Verdinas en salsa verde con almejas, rubio y aire de piparras

Las verdinas, una variedad de alubias verdes tiernas, se cocinan en una salsa verde elaborada con ajo, perejil y vino blanco. Acompañadas de almejas frescas y rubio (un pescado blanco de sabor delicado), el plato se corona con un aire de piparras, que aporta un toque ligeramente picante y refrescante.

Guisantes frescos con velouté de ave, morcilla, velo y yema de vermouth

Los guisantes frescos se sirven sobre una velouté de ave, una salsa suave y cremosa hecha a partir de un roux y caldo de ave. Se complementa con trozos de morcilla, un velo (lámina fina) que puede ser de panceta o tocino, y una yema de huevo infusionada en vermouth, aportando profundidad y complejidad al plato.

Ventresca de atún con jugo de marmitako, nabo y mayonesa de lima

La ventresca de atún, conocida por su textura y sabor ricos, se cocina a la perfección y se sirve con un jugo inspirado en el marmitako, un guiso tradicional de pescadores elaborado con bonito, patatas, pimientos y tomate. El nabo aporta una textura crujiente y un sabor suave, mientras que la mayonesa de lima añade un toque cítrico y cremoso que equilibra el conjunto.

Flan con lúcuma y crumble

Este postre reinventa el clásico flan incorporando lúcuma, una fruta peruana de sabor dulce y notas a caramelo. El flan, de textura sedosa, se acompaña de un crumble crujiente que aporta contraste en textura y un toque de dulzura adicional, creando un final perfecto para la comida (fue hecho por Salino/Triciclo).

En resumen, el Restaurante Salino ofrece una propuesta culinaria que combina ingredientes de alta calidad con técnicas tradicionales e innovadoras, resultando en platos que sorprenden y deleitan al paladar. Es, sin duda, una visita obligada para los amantes de la buena...

Nos ha encantado. Era el único del chef que nos quedaba por conocer y ha estado muy a la altura. Hemos comido en el salón guardando bien la distancia entre mesas. Trato fenomenal. Comida muy rica. Optamos por torreznos (ya los habíamos probado en la raquetista más veces y nos gustan mucho), taco de gallinejas (muy logrado), dumpling riquisimos!!!! Y de segundo lomo de Finlandia, muy bueno y rabo de toro al curry, meloso, con mucho sabor, nos ha encantado.

Segunda visita. De nuevo un trato excelente y un comedor muy acogedor. En esta ocasión optamos por los ahumados (ricos pero me sorprendieron menos), parpatana al vino tinto (suave, tierna que se deshace, increíble), arroz de conejo y trigueros (fuera de carta, potente de sabor, muy bueno) y repetimos el curry de rabo de toro que volvió a encantarnos. De postre coulant de calabaza con helado de tomillo que no volvería a pedir, bien la textura del coulant pero no nos gustó. 50€pp.

Tercera visita: tengo que bajar la valoración lamentándolo mucho. Comida para 4, llevamos a otro porque nos encantaba y nos ha defraudado un poco, me explico. Todo empezó genial, nos sentaron en el reservado, precioso y muy cómodo. La comida tardó una eternidad, entre cada plato igual 15 min literal. Asique tenías una sensación de hambre mezclada con un ¿se disculparán? antes de que llegaran los principales (más de las 16.15-30, con legada a las 14.45). Optamos por torreznos, siempre muy ricos, ostras, taco de gallineja, mejillones (muy ricos y bien de cantidad), revuelto de setas (buenísimo pero creo que tocamos a 3 minisetas por persona), 2 raciones de arroz de carabiner un trocito de carabinero pequeñisimo y una gamba por persona con muy muy poco arroz y ya con él hambre…) 44€ dy 2 parpatanas de atún muy rica pero que cuando fuimos a pedir pan no les quedaba (claro ya cerca de las 5, en quizás el plato más para mojar de todos). Decidimos no pedir postre ni café. Al venir la cuenta nos cobraron el pan para 4 (me parece fatal si se te gasta en mitad de la comida) y me sorprendieron 2 cosas, la primera que el vermut esté a 6€, no soy fan de inflar tanto las bebidas, si quieres sube el precio de tus platos, de tu producto. Y la segunda es que no se disculparán por la tardanza o el pan… en definitiva me fui con regular sabor de boca porque pagamos 50€ pp por una comida lenta, escasa y aunque el personal es siempre súper amable creo que deberían haberse disculpado por los tiempos y el pan o haber tenido el detalle de no cobrarlo. Tengo que bajar la valoración, ya para mi no es un 5 estrellas.

De todos los platos me quedo con los dumpling, la parpatana y el rabo, también muy rico el arroz pero muy escaso. Torreznos si te apetecen son los de la raquetista y...