Restaurant La Tagliatella | Reus — Restaurant in Reus

Debo comenzar diciendo que la comida ha estado bien, entendiendo que es una franquicia, y que la calidad de la comida está acorde con los precios de su carta... En cuanto a relación precio valor, creo que no te engañan, te sirven un producto, y te cobran acorde a lo que te han servido... De allí, que en el apartado de la comida, la puntuación sea de 4 estrellas... Ahora, el servicio , el servicio, ha sido muy, pero que muy malo... Y no quiero que se piense que mi reseña es fruto de una bravucona del momento... Dejaré aquí algunos "hechos" de mi día de hoy, para que no se vaya a pensar que lo que aquí escribo es consecuencia de una calentura de un cliente "insatisfecho"... .- Olvidaron pasar la comanda de uno de los entrantes, supongo yo, ya que fuimos nosotros quienes le recordamos, a pesar de haberlo escrito en un papel la amable camarera, que aún nos faltaba un entrante... El tiempo de traer los entrantes fue superior a 25 minutos... Ojo, los tiempos que coloco son medidos con el reloj que tengo puesto en mi muñeca, por lo que el margen de error es mínimo , por no decir nulo... Entiendo que 25 minutos para un entrante, alguien del sector de la restauración, podría decirme que es normal, pero debo reconocerles que allí, ya me predispuse a que la cosa pintaba mal... Y ojo, que los entrantes eran los panes que ellos sirven con olivas, cebolla o tomate con oregano, y un surtido de embutidos... Pero bueno, no soy yo quien está en cocina, así que solo me quedo con los 25 minutos para traer los entrantes... .- El tiempo entre los entrantes y los segundos fue superior a 25 minutos... Insisto, estos tiempos fueron medidos con el reloj.... No es una impresión subjetiva mía... La manecilla de los segundos dió 25 vueltas antes de que nos trajeran los segundo que habíamos pedido... Bueno, no todos, alguno de los segundos duró más en llegar... .- Se pidieron 5 segundos, 4 pastas, y una ensalada... La diferencia a la hora de salir los platos, especialmente con la ensalada, fue mayor a 15 minutos más, sumados a los 25 previos... Y para sorpresa de cualquier lector, el plato que más tardó en salir fue la ensalada... Recapitulando, y haciendo una simple operación de suma, para las personas que tuvimos la suerte de recibir los segundos en la primera tanda, entre una cosa y otra, ya casi teníamos una hora sentados en el restaurante... Pero la persona de la ensalada, 25 minutos para llegar los primeros + 25 minutos para llegar los segundos + 15 minutos por haber sido tan atrevido de pedir una ensalada en un lugar de pastas, nos coloca en 65 minutos de tiempo de servicio... Yo no sé ustedes, pero creo que 65 minutos para servir una ensalada es un tiempo extremadamente largo... .- Para cerrar con broche oro, se nos ocurrió la brillante idea (sarcasmo) de pedir postres... Pues bueno, 19 minutos, y dos recordatorios a la muy amable camarera, de que los postres no llegaban... Y ojo, insisto, no estoy en cocina, pero uno de los postres era una bola de helado, el otro era un tiramisú, el otro un café acompañado de unas trufas de chocolate, y el otro, un café solo... nada que necesite una dedicación especial de tiempo en su preparación al momento... Y los 19 minutos fue el tiempo que emplearon para servir la bola de helado, porque para el café con cosas, pasaron 9 minutos más, y para el tiramisú, 15 buenos minutos más... .- En ese instante, desde la educación, le hice saber a la camarera lo malo, muy muy muy malo del servicio... Pero ojo, que aún faltaba un café solo, que no habían servido, y que entre una cosa y otra pasaron unos 7 minutos más en llegar... Café que por supuesto no me tomé, por aquella premisa de no hagas enfadar a la cocina antes de pedir... En conclusión, y después de este largo escrito, les recomiendo que se lo piensen muy bien a la hora de decidir ir a la Tagliatella de Reus de plaza del Castell... No por la calidad de la comida, no por el precio de la comida, pero sí por el servicio de sala que van a recibir... Porque la verdad es que es de lo peor que había experimentado en...

If you want to experience a discriminatory experience go to this place. I went with my husband and sat at one of the outdoors tables. The waiter took our order and brought the drinks, a few minutes later a guy approached to us to let us that we need to move to another table that the table we have was reserved. However, we were moved to a table in back . What happened with the table we were asked to leave??? Nobody came just a couple who sit there and looked at the menu then left. Then a man with a girl sat in the same table and they got their order first than us. At that point we were very suspicious and went inside and talked to the waitress why people that came after us were served first than us. She was talking to the guy in the oven and said our order was in the oven when we order pizza as the same man with a girl who were seated in the table that we were asked to leave. We just paid the drinks and left. I asked the guy with a girl if the had a reservation and said no. This place is in the old town of Reus and it's not my first time visiting to Reus. I don't get it why such prejudice! Lying customers and them to...

Ayer viernes estuvimos cenando en grupo (concretamente éramos 9 comensales) en esta Taglietella, ubicada en la plaça Castell, Reus.

No era la primera vez que acudíamos al local pero, cabe destacar que, el servicio fue deplorablemente lamentable en esta ocasión.

En lo que a mi persona se refiere, me gustaría destacar el mal rato que pasé por la ubicación de mesa que nos dieron en el interior. Nos arrinconaron cual leprosos en los hospitales. Nos dieron la peor esquina, sin apenas ventilación y tuvimos que pedirle a la encargada que, por favor, bajase la calefacción (eso nada más llegar). El aparato para hacerlo estaba ubicado al lado de nuestra mesa y lo tenían a una temperatura de 32°. Los sofocos que tuve durante toda la noche fueron impresionantes, me sentí un menopáusica embutida con síntomas de dar a luz en el momento menos pensado. Salí de allí, al terminar la cena (por cierto, nada buena) con un ataque de ansiedad y un agobio y malestar general impresionantes.

Además, los comensales de la pared, es decir, la mitad de nuestro grupo sentados en frente, quedaban arrinconados en la pared y, para colmo, nuestra mesa también quedaba pegada al Magazzino (almacén). Los de enfrente tenían que hacer peripecias y toda la mesa teníamos que movilizarnos para poder dejar ir a uno de ellos al servicio.

En lo que al grupo respecta, el trato fue igual de horrendo, si no peor. A una amiga mía le tardaron en servir su plato alrededor de 45 minutos (tuvo que pedirle su cena a tres camareros distintos, entre ellos Katherine (quien nos ha atendido ya en diversas ocasiones), una chica jovencita, rubia y con coleta y un chico que parecía nuevo, con el pelo corto y moreno). Finalmente, se la tuvo que pedir a la encargada, quien le trajo el plato totalmente aguado y se lo tuvo que volver a llevar para "reducir la cantidad de salsa", proceso en el que tardaron otros 15 minutos. Por suerte (y que mínimo), nos pidió disculpas y an ella no le cobraron el plato. Además, a otro de los comensales le trajeron su plato frío y tuvieron que llevárselo para recalentarlo. Mi plato, además, estaba picado y el de otra amiga también algo roto. La presentación nefasta para los precios tan desorbitados que meten como sablazos para la mala calidad de productos que ofrecen que no son ni siquiera caseros.

Podría seguir comentado mil cosas más, pero lo que tenemos claro es que no volveremos a sentarnos en este restaurante, estamos más que escarmentados. Una vergüenza lo pobres que son los platos sin gluten y los precios tan altos que siguen teniendo para estos.

En resumen, una de las peores cenas a las que he acudido con el peor de los tratos. Quién menos pagó de todos nosotros, sin postre, se dejó una media de 27€ (por un plato de pasta, una copa y pan de la casa). No nos duelen los 27€, pero sí pagarlos por algo que te quieren vender como producto de calidad y que está lejos de serlo. Creo que si siguen así, este restaurante está destinado a sucumbir. Le quedan los días contados…

Este es el problema de las franquicias o de una cadena hostelera, se apoyan en que cuando cierre uno automáticamente abrirá otro, y acaban ofreciendo y vendiendo a sus clientes unos productos basados en una calidad que no...