Dado que google ofrece a los negocios la opción de vetar las opiniones de los usuarios descontentos en pos de seleccionar solo las reseñas que los favorecen, vuelvo a intentar publicar la mía que, pese a quien pese, no ofrece contenido ofensivo o con fines difamatorios, simplemente me limito a narrar mi experiencia gastronómica con una retórica muy particular:
El uso gratuito e indiscriminado del término "gastrobar" con pretensiones de dar toques refinados a restaurantes de poca monta parece ser tendencia. Este sitio, en nombre de la fina gastronomía, ostenta aires sibaritas en su carta para justificar las facturas abusivas que el comensal desengañado habrá de sufragar. Un claro ejemplo de su menú falaz es la pizza ibérica. Teniendo en cuenta que estamos en la isla de Tenerife, esta pizza no tiene de ibérica ni la procedencia. Su masa industrial precocinada de idéntico sabor a las de "Casa Tarradellas" estaba dura e insípida. Cuando dicen que lleva setas se refieren a champiñones. Todo un detalle que no sean de lata, debe ser por eso de que estamos en un "gastrobar". Cuando se refieren al queso curado quieren decir cualquier queso insípido y pastoso comprado al por mayor y con más fécula de patata que leche de oveja. Y al respecto del jamón ibérico de Extremadura, no venía con volante de empadronamiento pero su sospechoso corte ultra fino apuntaba a que no había una pata de marrano decorando esas cocinas. Pagar 13.50 € por esta pizza que ni siquiera era agradable al gusto resulta descabellado. La parrillada de verduras a 9.50€ tenía a priori una presentación más de "gastrobar"; luego descubrías que su único aderezo era el agua sin escurrir que los vegetales habían sudado. Brócoli, calabacín, zanahoria, un par de champiñones de los de la pizza y pimientos, verduras nada despreciables, pero por ese precio te esperas mínimo un espárrago verde. Gastronómicamente un gran fracaso y en cuanto a los precios, una estafa flagrante si tenemos en cuenta que eres vilmente engañado cuando haces tu pedido. Se salva por que el trato de la camarera fue atento y amable pero eso no es lo único que buscamos los clientes cuando vamos a un local que se...
Read moreLa experiencia en este restaurante resultó, por desgracia, decepcionante y alejada de lo que se esperaría de un establecimiento que forma parte de la cadena Silken. Probamos el menú ejecutivo (18 €, dos platos y postre), con la expectativa de encontrar calidad y cuidado en la elaboración, pero lo que recibimos estuvo muy por debajo de lo deseado. El primer plato ofrecía un tartar de atún acompañado de helado de wasabi, mi pareja se pidió unas croquetas. El tartar carecía de sabor y la fusión con el helado, además de mal ejecutada, resultaba desagradable y nada armoniosa. Las croquetas tampoco destacaban: masa pesada y pobre en sabor, sin la cremosidad ni el cuidado que este clásico debería tener. En los segundos platos la situación no mejoró. Los macarrones, más cercanos a un preparado industrial que a una propuesta gastronómica, estaban pasados de cocción y con un sabor plano; incluso llegaron a servirse con restos de cáscara de queso, detalle que denota falta de atención en cocina. El salteado de pollo de estilo asiático tampoco convenció: la carne estaba seca, probablemente recalentada en exceso, mientras que las verduras estaban poco cocinadas y sin una integración adecuada en el plato. El postre confirmó la línea descendente de la experiencia: dos mitades de melocotón en almíbar con un poco de nata montada (por lo menos la batieron bien), un yogur de baja calidad con frutos secos garrapiñados amargos y duros, además de un caramelo quemado que se presentaba como “salado” sin serlo. Un cierre sin cuidado ni creatividad. En cuanto al servicio, cabe mencionar que un camarero joven se mostró atento y pidió disculpas, gesto que se agradece. Sin embargo, la falta de reacción o comentario por parte del miembro de mayor rango evidenció poca implicación con el malestar del cliente. En definitiva, este restaurante no solo no cumplió con las expectativas, sino que, en mi opinión, perjudica la imagen de calidad y prestigio que caracteriza a la cadena Silken. Una propuesta gastronómica que debería replantearse a fondo, tanto en concepto como...
Read moreCenamos bien, la comida estupenda, y salió rápido, pero hubo una confusión, en principio a nuestro favor, pero que al ver el ticket resultó que se había dado la vuelta. Pedimos los rollitos de costilla, y un camarero nos informa de que queda solo 1, y que nos lo sacan con el plato a mitad de precio, damos el ok, y a los 30 segundos cambiamos de opinión , y sin intención de molestar, avisamos de que para pagar 6,25€ por un rollito, mejor si es posible cambiar de plato y cancelarlo. Un 2º camarero nos indica que el rollito estaba ya en la freidora y que como esa unidad de todas maneras se había quedado colgando, nos la sacaba sin coste. Agradecidos, aceptamos, pero más tarde en la cuenta aparecen los 6,25€. No es por la cantidad, porque pagamos la parte proporcional del plato completo, pero tanto mi pareja y yo llevamos años en hostelería, y creemos que para empezar, dos camareros no deben dar información contradictoria, y segundo, que una vez un camarero indica que se va a regalar un plato, se está comprometiendo, y no puede sorprender en la cuenta, ya que comimos la mitad de un plato y no pedimos el que iba a sustituirlo porque nos aconsejaron que íbamos bien de cantidad. Recomendaría el sitio, y es posible que vuelva, pero como cliente que sabe lo que es estar al otro lado, no me quedé con buena sensación de la cena por ese detalle, aunque la valoración general...
Read more