Me dolían los pies, estaba hambrienta y no había sitio donde quedarse. Era hora punta y todos los locales tenían sus mesas ocupadas, o incluso cola. Pero entonces encontré este lugar con una mesa libre dentro. Había clientes, sí, pero es relativamente tranquilo.
Pedí el venado y patatas bravas. Es verdad que pensaba que estaba todo un poco caro para el tamaño de las porciones, pero tienen un cartel fuera con fotos de todos sus platos junto a sus precios, así que no entras sin saber qué te vas a encontrar. Lo acepté y entré. Pagué unos 25 euros en total incluyendo la bebida.
El servicio fue rápido, sin duda, aunque la vajilla necesita renovarse. Le faltan lascas a algunas piezas, como a la cazuela de la foto.
Las patatas bravas tienen algo que ningún otro lugar en el que haya estado hasta ahora hace: un leve picante. Algo que no sólo me gusta en las patatas bravas, sino que lo busco. Un poco más de salsa para las que quedan debajo del montón no vendría mal, pero es una queja menor.
Después llegó el plato que lo cambió todo: el venado. Ya el olor de la carne estofada invitaba a probarlo. Me lo sirvieron en una cazuelita de barro con cuchara, y no hizo falta nada más. Estaba tan tierno que se podía cortar con ella, y la salsa estaba sabrosa, lo bastante densa como para que se adhiera a la carne y se pueda mojar el pan, y sin grumos. Te sirven patatas junto con el venado, pero están encima. Toda la cazuela está llena de esa carne deliciosa que no quería que se acabara. Ojalá hubiera pedido dos raciones de venado. Cuando terminé, no sólo me dolía menos el cuerpo, sino que estaba más feliz. Todavía recuerdo el sabor dos semanas después.
No sé si otros que han dejado reseñas han tenido experiencias tan terribles como dicen, pero la mía desde luego no lo ha sido. Volvería aquí otra vez sólo...
Read moreAin’t gonna lie to u twin food was lowkey buns. My homie with a pallet of a 5 year old could’ve even eat the stake. Feel bad for the cow that died. Dudes head was on the wall with his body on my plate. Waiter had the skinniest jeans in Atlanta (they were actually insanely skinny). The chef was eating the fries to make sure they were good. Diet Coke kinda slapped tho. The stake tasted like cardboard and the fries reminded me of school lunch. #bronthegoat...
Read moreEstábamos buscando un lugar para comer y, al pasar, nos atendió un chico muy amable. En la entrada había algunas fotos de la comida que se veían bastante apetitosas, especialmente los torreznos, lo que nos hizo decidirnos por este plato.
Nos acomodaron en la terraza, pero al recibir los torreznos, nos sorprendió que la cantidad no era la esperada en relación al precio, además de que estaban un poco fríos y muy salados. El camarero nos recomendó un plato típico, los dueños y quebrantos, pero lamentablemente nos pareció que tenía un exceso de grasa, estaba algo seco y a temperatura tibia. Las albóndigas, acompañadas de patatas, llegaron frías.
Parece que las raciones se habían preparado con antelación y solo se calentaron antes de servirlas, ya que la comida llegó bastante rápido, incluso antes de que nos trajeran la bebida.
En cuanto al servicio, cuando pedimos platos adicionales para compartir, el camarero respondió de manera un tanto informal, diciendo que “todavía no me he sacado el carné de pulpo”. Creo que este tipo de comentarios no son apropiados, especialmente cuando uno pide algo específico. Además, notamos que el camarero fumaba cerca de los comensales, lo cual nos resultó algo incómodo.
Aunque el local tiene una ubicación excelente, creemos que podrían mejorar en la calidad de la comida y en el servicio para que el lugar realmente aproveche...
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