Kanka (Peruan restaurant) — Restaurant in Valencia

Les he puesto una estrella en todo por el desagradable episodio que supuso para mí cenar en este restaurante, cuyo chef y camarera demostraron a mi juicio una falta de profesionalidad superlativa. Pedí si tenían quitamanchas, porque me había salpicado una salsa en la camisa y la camarera me trajo un bote que tenía el aspecto de Zebralín. Mi sorpresa fue que al aplicármelo en la camisa me di cuenta de que era un spray de pintura de graffiti verde fuerte. Hasta ahí comprendo que fuera un error de la camarera. Lo que ya no acepto y lo que de verdad me enfadó es que, cuando pregunté qué hacía entonces con mi camisa, la reacción, tanto de ella como del chef, fuera quitarse la responsabilidad, diciéndome que era yo el que me había aplicado el supuesto quitamanchas en la camisa. De modo que si hubiera pedido una botella de vino, la camarera me hubiera traído un recipiente con aspecto de botella de vino en la que hay veneno, y yo me lo hubiera bebido, la culpa sería mía, porque hubiera sido yo el que me habría servido y bebido el vino. Increíble. Que nos invitaran a los piscos que habíamos tomado, insistiendo a la vez en que eso me lo solucionaban en la tintorería y en que la culpa no era de la camarera, no me evitó el disgusto, ni desde luego me ha permitido recuperar una camisa que costó mucho más dinero que los 27 euros que valían los picos, a pesar de que he aplicado a la camisa todo tipo de productos y la he llevado hoy a la tintorería, pero obviamente ya me han dicho allí que la camisa no tiene solución de ningún tipo (adjunto foto, para que pueda comprobarse el estado en que quedó). No descarto volver al restaurante expresamente para pedir el libro de reclamaciones, porque todavía cuando pienso en la reacción que tuvieron...

Si pudiera darle cero estrellas, lo haría. La idea del restaurante es buena, pero la ejecución deja muchísimo que desear. Pedí zamburiñas “a la parrilla” y lo que llegó a la mesa fue prácticamente crudo; parece que aquí entienden “a la parrilla” como pasar el marisco un segundo por el fuego para saludarlo.

El orden del servicio tampoco tiene sentido: los platos llegan descoordinados (las zamburiñas después del ceviche, por ejemplo). Todo ello a un precio medio de 20 € por plato, lo que hace aún más difícil justificar la experiencia que deja tanto que desear.

El servicio fue, además, inaceptable. La camarera incluso en vez de servirme el vino en la mesa, agarró el vaso por donde bebo y se lo llevó para rellenarlo. Al intentar comentar mis observaciones con la gerente, su respuesta fue dar media vuelta y marcharse sin decir palabra, mostrando una soberbia sorprendente y la misma falta de educación que el resto del personal.. no sé sanidad cuánto aprobaría estas prácticas

Para rematar, al pedir la cuenta, incluyeron los platos que había devuelto, y fui yo quien tuvo que señalar el error. De nuevo, silencio y desdén. Se da media vuelta y se va.

En definitiva, una experiencia desafortunada: mala comida, peor servicio y una atención al cliente inexistente. Uno de los peores tratos que he recibido en un...

Excellent food, worth the price, needs a lot of work on the service and ambiance before this could be considered a ‘great’ restaurant. Suggest professional training for service staff (who are friendly but clearly not trained up) and suggest noise from mobile phones at tables be kept to a minimum. Would love to try again in a few weeks to see a development towards a higher level. Good food alone is...