Restaurante Borja Azcutia — Restaurant in Valencia

Very disappointing. I feel like I make a better paella myself at home, and I’m English. When paella in the home of paella, that shouldn’t be possible, even if we weren’t eating traditional valencian paella. We had the seafood paella, the seafood was a bit over cooked, there was no vegetables in the paella at all, and (this is a small thing) but we didn’t get any lemon to squeeze on it even though other tables did. Maybe because we can’t speak the language we got something that wasn’t their best, we used a translator app on my phone to try and make up for the language barrier, but we didn’t seem to get their best. I am in no way saying everyone should speak English, but I don’t feel we should be given a lesser service because we can’t speak Spanish or Valencian. It reminds me a bit like some places in London where “bloody tourists” get given a worse service because they’re unlikely to be repeat customers so they don’t feel like they...

We ate here on the first night of our stay on recommendation from the owners of our accommodation.

When we arrived we thought we might be in some trouble with communicating as I only have a very small amount of Spanish and they were the same for English.

It didn’t matter though between the very kind and patient staff we got suggestions on some dishes and we ended up having and organic bread starter with alioli. A Valencian tomatoe salad and a chicken and rabbit paella. All of it was delicious but the stand out was the bread and tomatoe salad.

The restaurant is bright and welcoming and the staff are very friendly and as I said before patient. I at one stage had to use Google translate and show the screen as my Spanish has gotten very rusty but this was no problem and they helped me along the way.

We throughly enjoyed our meal and it was an excellent end to our first day in...

Lugar cómodo para comer, pedimos como plato principal 2 arroces- éramos 8 comensales- y queríamos compartirlos. Los entrantes bien, sin más, los arroces estaban muy bien y los postres que compartimos, también fueron de nuestro agrado. En cuanto al servicio, tenemos que decir que muy deficiente: Primero, el camarero que nos sirvió, llevaba una talla menos de camisa de la que tenia que usar, conclusión, los botones a punto de reventar, al final la parte de abajo de la camisa totalmente abierta, algo improcedente en un restaurante. Dos si te pido una clase de cerveza no me comentes que esta que tienes es también tostada, eso ya lo sé, pero como los vinos no todas son iguales y puede que la cerveza que me quieres poner lo mismo no me gusta, te pido si el restaurante tiene otras dos clases de cerveza y me dices que no tienes, no diré marcas de cerveza, pero las que te solicité son muy conocidas y una de ellas elaborada en la Comunitat Valenciana, un restaurante norma y carol, no puede tener esos problemas de abastecimiento. Tercero, te solicitamos vino blanco y tinto, al camarero no se ocurre otra cosa que meter en la cubitera con hielo los dos vinos, alguien debería de explicarle al camarero que el vino tinto como el blanco tiene una temperatura ideal para beberlo y desde luego, meterlo en una cubitera es una barbaridad, como no nos dimos cuenta porque todavía estábamos con la cerveza que habíamos pedido, cuando quisimos beberlo, ya estaba demasiado frio. Cuarto, el camarero recoge los platos para servir los postres y no se le ocurre otra cosa que poner en mi plato delante de mi y sin levantarlo de la mesa, los de los demas, uno encima de otro y lo remata con todos los cubiertos encima, nunca me había pasado, demasiada incompetencia. Quinto, los cafés, nos sirve los cafes, pero faltan dos, pasa un buen rato y entonces se debe de acordar de que no han terminado de servir los cafés. Por supuesto nada de disculpas, el camarero a lo suyo, sirve los dos cafés, sin decir nada por la tardanza y eso si, a esas alturas de la comida ya son dos los botones que no han podido aguantar. Sexto, si el camarero retira los vasos de agua sin preguntar cuáles tiene que llevarse y mete los dedos dentro de los vasos, cuando te decimos que esos no los retires, no vuelvas a ponerlos en la mesa, pon otros limpios, no tengo que beber en el vaso en el cua has introducido tus dedos. Por todo lo dicho y aunque la comida había sido buena - los arroces muy bien- y correcta los demás platos tengo que decir que un restaurante en el que nos gastamos 71 € por comensal merecemos un mejor servicio. No creo que volvamos a repetir, demasiado caro para lo que comimos acompañado de un...