El lugar es digno de visitarse. Pero la visita guiada no permite apreciar los detalles del lugar. Por otra parte el blanqueo de la historia del Palacio y de la familia Rioja no permite enterarse de los sucesos acaecidos en el lugar. Por ejemplo, que no digan que Fernando Rioja se suicidó porque estaba arruinado. El haber cambiado muebles como la jardinera del salón de ingreso le quitan la relevancia al espacio. Finalmente el guía fue rápido pasando por cada espacio y no era para nada amable si uno quería apreciar algo más del lugar. Se entiende que la visita al lugar es gratuito. De verdad es preferible visitar un museo a un ritmo personal. El problema del posible deterioro que la gente que no respeta y deteriora el lugar sentándose en los muebles o tocando los objetos se solucionaría con guardias en cada espacio o con un circuito cerrado de televisión.