The Monumento a Goya, dedicated to the famed Spanish painter Francisco de Goya, is an impressive tribute located in the heart of Madrid. This striking monument captures the essence of Goya’s artistic genius and his significant influence on Spanish art.
The statue, crafted with great attention to detail, portrays Goya in a thoughtful pose, surrounded by allegorical figures that represent his most notable works and themes. The craftsmanship and artistry of the monument itself reflect the high regard in which Goya is held, making it a fitting homage to his legacy.
Set in a lovely park area, the monument provides a serene atmosphere for visitors to pause and appreciate not only Goya's contributions to art but also the beautiful surroundings. It’s a perfect spot for art enthusiasts and history lovers to soak in the cultural significance of one of Spain's most celebrated artists.
Overall, the Monumento a Goya is a must-visit for anyone exploring Madrid, offering a moment of reflection on the impact of Goya’s work while enjoying the tranquil ambiance of the park. It serves as a reminder of the enduring legacy of art and its ability to inspire future...
Read moreFans of Francisco Goya will want to see the monument of the Spanish Old Master outside the north entrance of Museo do Nacional del Prado. The statue is facing the ticket queuing area of the museum.
This bronze of Goya is the work of Spanish sculptor Mariano Benlliure (1902) and depicts an aged Goya, standing in overcoat with a hat in his left hand. Goya is standing upon a granite pedestal where you see a haunting image from Goya's series of Black Paintings. At the base of the statue is a marble image of Goya's La Maja desnuda.
Overall, this is nice monument of Goya showing not just the artist but images from his artworks which gave him much fame and prestige amongst Spanish and European artists of the nineteenth century. This is worthing a couple minutes to enjoy before or after your visit to Prado.
Note: For those who enjoy viewing statues, there is also a seated statue of Diego de Velázquez in front of the main facade of the Prado facing...
Read moreLa estatua de bronce de 2,50 metros de altura que culmina el monumento es obra del brillante Benlliure, así como el pedestal de piedra labrada con bajorrelieves alusivos a La maja desnuda y las Pinturas negras. Goya se muestra orgullosamente erguido y cuidadosamente ataviado, con el aspecto que debía tener en los últimos años de su larga vida, cuando residía en Burdeos con Leocadia y Rosarito. Para elaborarlo en 1902, el célebre escultor se basó en los últimos retratos que encontró del pintor homenajeado, notablemente en el cuadro que Vicente López Portaña realizó en 1826, dos años antes de la muerte del Hispaniensis peritissimus Pictor, según reza la lápida de su tumba. El conjunto escultórico pasó por distintas ubicaciones hasta ocupar la actual desde 1946, año en que reemplazó a la estatua sedente, esculpida en 1890 por José Llaneces y que hoy se encuentra frente a San Antonio de La Florida. La estatuilla de los premios cinematográficos que infundadamente han recibido el nombre del pintor aragonés, no está diseñada a partir de esta imagen, sino de uno de los bustos de Goya que realizó Benlliure, propiedad de los descendientes del escultor valenciano. En el Museo del Prado se halla otra pieza similar, pero no idéntica. No solamente resulta incomprensible que los galardones que otorga la Academia española de cinematografía lleven el apellido de un pintor que murió 67 años antes de que tuviera lugar la primera exhibición pública de las películas de los Lumière, sino que precisamente la cabeza de Goya se encuentra en paradero desconocido. Para complicar más el macabro enigma, ni siquiera se sabe con certeza si es el cráneo de Goya o el de su consuegro y amigo el que desapareció, dado que ambos fueron enterrados juntos, y así siguen reposando en la ermita de San Antonio. Para compensar la pérdida, en el Parque de San Isidro, una gigantesca cabeza del pintor, labrada en piedra, se yergue en el lugar donde Goya se situó para inmortalizar los festejos madrileños en la Pradera de San Isidro. Y como más vale que sobre que no que falte, otra cabeza metálica, esta vez a escala natural, sobre una especie de tajamar de piedra, divide las corrientes de tráfico en la intersección de la calle de Goya con la de Alcalá desde 1998. Pero volvamos al Prado y disfrutemos de la obra del más brillante escultor de su época y de la visión del cuerpo completo del admirable artista sordo, que, por estar hecho de bronce, resulta más...
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