Si quieres conocer algo más, continua con la lectura: comenzó a construirse en el año 1682, en terrenos extramuros propiedad del Tribunal de la Inquisición para sede del Colegio Seminario de la Universidad de Mareantes en la que se acogía y formaba a los huérfanos de los marineros. La fundación del Colegio de San Telmo es anterior, de 1671, y sobre esa fecha se realizarían los planos, de los que no se sabe quien fue su autor, que bien pudo ser de origen sevillano o madrileño, pues la construcción se realiza bajo patronato real. Su proceso de construcción se demoró durante más de medio siglo debido a distintas dificultades, generalmente de orden económico, que obligaron incluso a parar la obra en alguna ocasión. La falta de documentación necesaria impide conocer bien los comienzos de las obras, de las que no se conoce su director hasta el año 1691 cuando aparece al frente de ellas Antonio Rodríguez, quien permanece en el cargo hasta 1696, llevándose a cabo en ese tiempo la realización del costado sur del edificio. A partir de esta fecha se interrumpen las obras hasta 1722, año en que aparecen Leonardo de Figueroa como maestro mayor de las mismas y su hijo Matías como primer ayudante; siendo del primero de ellos la realización de la mayor parte de este edificio: el patio central, la capilla, la enfermería, la fachada principal, y su portada, donde aparece la fecha de 1734, probablemente el año de finalización de la misma. Tras ser construido para sede de la Universidad de Navegantes, pasó un siglo más tarde a ser Colegio de Marina, siendo adquirido en 1844 por los Duques de Montpensier, que lo transformaron y modificaron adaptándolo para su residencia en Sevilla. Posteriormente la Duquesa de Montpensier, la Infanta María Luisa de Orleans, lo cedió al morir a la Archidiócesis de Sevilla para su adaptación como Seminario, habiendo donado además sus jardines a la ciudad, convertidos en lo que hoy forman el espléndido Parque de María Luisa. Y finalmente, en el año 1989 el palacio es cedido por el Arzobispado de Sevilla para albergar en él la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Se trata de uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura barroca sevillana. Presenta planta rectangular con varios patios interiores, uno de ellos central, torres en las cuatro esquinas, capilla y jardines. La capilla, a la que se accede desde uno de los patios es obra del arquitecto Leonardo de Figueroa y en su decoración interior participaron: Pedro Duque Cornejo –escultor-, Miguel de Quintana –cantero-, Domingo Martínez –pintor- y Juan Tomás Díaz –carpintero-. Es de un exuberante barroquismo y está presidida por la imagen de Nuestra Señora del Buen Aire, de principios del siglo XVII. En su fachada principal destaca la magnífica portada de estilo barroco, donde intervienen también otros miembros de la familia Figueroa, en concreto de Matías y Antonio Matías, hijo y nieto de Leonardo de Figueroa, su coste fue de 50.000 pesos. En ella, enmarcada por columnas con motivos figurativos y geométricos, se observa en su parte superior la figura de San Telmo, patrón de los navegantes, flanqueado por los patronos de la ciudad: San Fernando y San Hermenegildo. Algo más abajo aparecen doce figuras de mujeres: seis a cada lado, que simbolizan las asignaturas de las artes del mar que se estudiaban en la Universidad de Mareantes. Soportando el balcón se esculpen con aspecto de indios unos poderosos atlantes. La configuración de esta portada, tanto por su acertada composición arquitectónica como por su admirable sentido decorativo ha sido considerada como una de las piezas clave de la arquitectura española de esta época, además de la más espléndida de todo el barroco sevillano. De su conjunto sólo el remate del tercer cuerpo no es original, pues al ser destruido éste al año de su realización por un rayo, fue reconstruido algo más tarde bajo una estética de corte neoclásica. Si te gustado, Por favor, Dale un Like, Gracias. Fuentes IAPH, Sevilla-pedia, Visitar Sevilla, Sevilla.org y...
Read morePalacio de San Telmo (1682-1796). Proyecto barroco del maestro arquitecto Antonio Rodríguez promovido por la Corona -Real Cédula del 17 de junio de 1681 del rey Carlos II de España (1665-1700)-, como Colegio Seminario de la Universidad de Mareantes -organización gremial de marinos sevillana (1556-1793)-, "para formar en los oficios del mar a los huérfanos de la marinería", un ambicioso proyecto a gran escala para la ciudad de Sevilla -puerto principal del comercio de Indias en los ss. XVI-XVII-, que tras el descubrimiento colombino de América funcionaba como la capital del mundo. El solar elegido fue zona pantanosa a orillas del río Guadalquivir. La construcción empezó de la mano del albañil mayor Antonio Rodríguez (1682-96). Trabajaron los maestros canteros Francisco Gómez Septier y Antonio Gil Gataón. Por falta de fondos, las obras estuvieron paralizadas (1699-1722). Asumió la obra el maestro alarife municipal de Sevilla Leonardo de Figueroa (1654-1730) -autor de la portada, el patio central y la iglesia-, al que siguió hasta 1736 su hijo Matías José de Figueroa (1698-1765). Volvieron a paralizarse las obras (1736-75/77-87). En 1787 fueron retomadas por el maestro Lucas Cintoria -finalizó la fachada N. e hizo la escalera pral.(1787-91)-, y las obras finalizaron en 1796. En 1841 el colegio se trasladó a Málaga; y pasó a ser Colegio Naval Militar hasta 1847. Oficina de la Sociedad del Ferrocarril (1847), sede del Colegio Real de Humanidades (1847-49), pasando a depender del Ministerio de Instrucción Pública hasta que lo compró por 1,5 millones de reales el príncipe francés don Antonio de Orleans (1824-90) -hijo del rey Luis Felipe I de Francia (1830-48) y de la princesa María Amelia de Borbón-Dos Sicilias y Habsburgo-Lorena; y suegro (1878) del rey Alfonso XII de España (1874-85)-, duque de Montpensier, casado con la infanta española Luisa Fernanda de Borbón y Borbón-Dos Sicilias (1832-97), hija de Fernando VII. El arquitecto vizcaíno Balbino Marrón Ranero (1812-67) hizo reformas hasta su muerte -diseño de las fachadas S. y E. y del torreón entre ambas (1852), la fachada N. (1855) y también la torre NE.-; el jardinero mayor fue el francés Lecolant. El duque de Montpensier ansiaba la corona española y en 1868 financió el derrocamiento de Isabel II con un crédito de 5,750 mill. pesetas del banco Coutts de London por el que hipotecó el palacio de San Telmo, pero le salió mal la jugada y fue exiliado y encarcelado por sus socios revolucionarios. En 1876 regresó al palacio, donde el arquitecto Juan Talavera de la Vega haría algunas reformas menores. En 1893 su viuda doña María Luisa Fernanda dona al Ayuntamiento de Sevilla 18,5 ha. de los jardines para parque público -actual Parque María Luisa- y cuando falleció (1897) donó el palacio al Arzobispado de Sevilla. En 1895 se terminó la fachada N. y se decoró con 12 estatuas de personajes sevillanos del escultor Antonio Susillo Fdez. (1855-96). En 1901 pasó a denominarse Seminario Metropolitano de San Isidoro y San Francisco Javier, realizando reformas -aulas de seminaristas- el arquitecto sevillano Juan Talavera de la Vega (1832-1905). En 1926, vendiendo parte de los jardines se financian nuevas reformas interiores de los arquitectos bilbaínos José María de Basterra Madariaga (1859-1932) y Emiliano Amann Amann (1882-1942). Sufrió incendio en 1952, dañándose la estructura, restaurado por el arquitecto Antonio Illanes del Río. Nuevos añadidos modernos (1962) y restauraciones (1973-74) del arquitecto José Galnarés Sagastizábal; y también (1974) del arquitecto Antonio Delgado Roig. El Arzobispado de Sevilla lo permuta con la Junta de Andalucía en 1989 por la construcción de un nuevo seminario en la Avenida de Palmera. Rehabilitación (1990-93/2005-10) según proyecto del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra (Sevilla, 1945). Monumento Histórico-Artístico (1968). Sede del Gobierno...
Read moreSe trata de un edificio barroco en plena avenida de Roma y es la actual sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Construido entre los siglos XVII y XVIII en unos atiguos terrenos pertenecientes a la Inquisición, fue primero sede de un colegio de mareantes (algo a lo que se hace referencia en repetidas ocasiones tanto en du fachada como en su capilla interior) para niños huérfanos y ser empleados en la carrera de Indias; pasando a ser posteriormente en la segunda mitad del XIX residencia habitual de los duques de Montpensier, y ya tras la muerte de la duquesa Luisa Fernanda en 1897 (hermana de la reina Isabel II), cedido a la Iglesia y convertirlo en seminario diocesano.
Momento clave en la historia del edificio es su conversión en palacio con la llegada de los duques de Montpensier (Antonio de Orleans, hijo del rey frances Luis Felipe I, y dos Luisa Fernanda, hermana de la reina Isabel II) a Sevilla tras la Revolución de 1848. Esto convirtión el edificio en los que seria denominado "el Pequeño Vesalles", siendo reformado y decorado al mas puro estilo francés. De esta época son también parte de las trazas del que serian los jardines de palacio y actual parque de Maria Luisa, tras su donación al Ayuntamiento de la ciudad en 1893 de 18 hectáreas.
En la década de los 60 el cardenal Bueno Monreal propuso la conversión del edificio en Parador de Turismo, aunque el proyecto no se llevó a cabo. Finalmente 1968 fue declarado Monumento Histórico-Artístico, siendo en 1989 cuando se convertía en sede de la Presidencia. A cambio, la Junta de Andalucía construyó un nuevo seminario en la avenida de la Palmera.
Del edificio cabe destacar por un lado la portada principal, obra de Leonardo de Figueroa (los dos primeros cuerpos y el tercero por su hijo Matías) en la primera decada del siglo XVII. En él se representan, ademas de un balcón principal sostenido por atlantes que hacen referencia a población indígena, una rerie de alegorias que recuerdan a las materias impartidas en la Escuela de Mareantes. Remata la fachada retablo, la imagen de San Telmo (patron de los navegantes) y escoltado por dos reyes miy importantes en la historia de la ciudad como son San Fernando y San Hermenegildo.
Otro elemento reseñable es la denominada fachada norte, rn la que aparece coronada, además de la inclusión de escudos referentes a los duques, la Galeria de 12 Sevillanos Ilustres (bien por nacimiento o por residir en la ciudad), obra del escultor sevillano Antonio Susillo en 1895.
Por último, habria que resaltar la capilla, obra del siglo XVIII, la cual cuenta con cinco retablos dedicados a San José, San Antonio, un Crucificado y la Piedad y Santo Tomás de Aquino en los laterales. En el centro del altar mayor está la Virgen del Buen Aire. Estos retablos se realizaron entre 1723 y 1726 y sus autores principales fueron Domingo Martínez y José Maestre y las esculturas de bulto redondo Duque Cornejo, a excepción de la imagen del retablo mayor que es obra de Juan de Oviedo.
Antonio Cabral Bejarano realizó algunas pinturas para la capilla entre 1850 y 1851 dedicadas a la entrada en Jerusalén, la Predicación de Jesús Niño en el Templo, Dejad que los niños se acerquen a Mí y la presentación en el Templo (en los que la profusa aparición de niños hace referencia clara a que fuera antaño escuela para niños huérfanos). La bóveda de la capilla tiene tres óvalos pintados por este autor; uno con San Luis, otro con San Fernando y otro con la Virgen con el Niño (en referencia a Maia Luisa Fernanda). En cada uno de los laterales hay seis lunetos del mismo autor y del mismo año. En el centro de la pared hay un cáliz, simbolizando la y en la base de la bóveda del coro, hay ángeles adultos con instrumentos musicales y sobre los...
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