Ahí les va una historia triste: En 2019 conocí estas marquesitas y como buen gordo las amé por su sabor y calidad. Vez con vez, aproveché cada visita al centro para saciar mi antojo de marquesitas y presumirlas con alguna amistad como las mejorcitas de la zona. Sin embargo, en un capricho de Dios, seguro por envidia de tanta dicha causada al ser humano, decidió enviar al lugar a una señora rubia y gruñona. Mi experiencia con aquella señora rubia y gruñona fue igual de gratificante que la de esperar en una fila de cualquier seguro social. Primero, le pregunté por la hora de cierre. Era domingo a las 3 y no sabía si cerraban a las 7 como muchos locales de la zona. Cerramos a las ocho, pero a las ocho cerramos eh, nada de servirte ni una marquesitas después de la hora, ni aunque sea por un minuto... Fue tan altiva su denuncia de la hora, que la frené con una sonrisa para suavizar su tono y le conté que iría a comer cerca y me gustaría volver por una de postre, por lo que no habría problema entonces con la hora. En cumplimiento de mi promesa, llegado el postre, fui al lugar, pero lo encontré medio cerrado. Anotación: medio cerrado. significa con las puertas casi cerradas, dejando un espacio chiquito entre ellas. No tenía un letrero de CERRADO ni nada por el estilo, así que abrí y le dije a la señora en tono alegre (obviamente fue en tono alegre, recuerden, era un gordo emocionado por pedirse varias de las marquesitas más ricas de la ciudad): ¡ya regresé, estoy listo para mi marquesita! A lo que la señora contestó de muy mal tono, como diría quien iba conmigo, regañándome: ¿Sí nos permites, ahorita no, que no ves que estamos comiendo? ¡Zaz! Se escucharon miles de vidrios rotos cayendo contra el suelo, era el sonido de mi corazoncito partiéndose en pedazos. No creo que vuelva nunca a estas marquesitas, si bien son deliciosas, me trataron muy mal. Las razones de la señora rubia y gruñona eran justas, cualquiera que atienda un lugar debe tener un espacio para comer, pero como suceden en las rupturas amorosas de este tipo, no fue lo que dijiste, sino cómo lo dijiste. Adiós, Marquesitas Bike, nunca más tendrán a mi gordo...
Read moreYo nunca había probado las marquesita y las vine a probar aquí en este local, son deliciosas y súper crujientes, ahora ya he probado varias y mi favorita es la de mermelada de jamaica delicia😋. El chico nos contó que todas las mermeladas son hechas de manera artesanal y se nota en el sabor además no son empalagosas y eso se agradece. Yo recomiendo mucho estas marquesitas están en un buen lugar muy cerca de Bellas Artes o metro hidalgo es un lugar bonito y tranquilo. Ahora tienen una actividad muy atractiva se pueden ganar un año de marquesitas eso me pareció muy woooow, la dinámica es adivinar el sabor de temporada,😁 cuando pasen por su marquesita pregunten más sobre sus diversas actividades. Me encantó que tengan una...
Read moreHe venido un par de ocasiones y desafortunadamente tuve pésima experiencia, la chica que esta te forza a pagar en efectivo y supuestamente te dice que la terminal no funciona y observando vi que unos pagos si los realiza en efectivo y otros en tarjeta. Es molesto porque a si me forzo a pagar en efectivo. Ademas que mi marquesita se le paso y en vez de ser crocante ahora podria verse muy dorada, casi quemada. Y por último Y MAS IMPORTANTE te cobra con la mano el billete y con esa misma mano te agarra la marquesita. Que poca HIGIENE!! Es una lastima porque antes habia puesto calificacion de 5 y por eso siempre regresaba pero estas ultimas cosas ya no...
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