Fui al restaurante que está encima, creo que son el mismo local. Leí un par de reseñas bastante negativas, así que fui con un poco de miedo. ¡Y para nada! Fuimos dos veces el mismo día, primero a tomar dos cafés en la terraza (y usamos el baño sin ningún tipo de problema) y después a comer unos calamares que además estaban muy buenos. El personal se portó perfectamente, y se apañaban muy bien en inglés. Leí reseñas diciendo que eran bordes e incluso malencarados y puedo decir que en absoluto: a mi nadie me parece increíblemente encantador porque soy española y aquí todo el mundo es más serio, pero de ahí a decir que son bordes… Repito que fueron súper correctos. (Y repito también que en ambas ocasiones usamos el baño sin problema y pagamos con tarjeta sin ningún problema). También es verdad que éramos sólo dos y ambos consumimos, si se presenta un grupo de diez y sólo dos piden café, tal vez sea distinto.