Ayer por la noche volví a cenar a este restaurante porque había estado en una ocasión y me había gustado. Hice la reserva con el Tenedor, aprovechando el programa de puntos que ofrecen, por lo que tenía un descuento en cuenta de 25€.
Nada más entré por la puerta me recibió el dueño y responsable del local, que me ofreció una mesa apartada al lado de la puerta. Yo le pedi sentarme en otra mesa que me gustaba más y me respondió con la pega de que esa mesa estaba puesta para más personas. Nada costaba quitar los cubiertos y poder disfrutar de mi cena allí. De hecho, uno de los camareros que me atendió, me dijo que me sentase donde yo quisiera. Así se atiende y no ya de primeras con negativas.
Como iba con el descuento del Tenedor, estaba obligada a pedir 3 platos. No me importó porque pensaba que iban a estar buenos y bien preparados. Todo lo contrario. Esto fue lo que pedí y como estaba:
Buñuelos de bacalao con alioli de sobrasada: estaban recalentados y nada crujientes. Tenían una textura gomosa y espesa. Un buñuelo tiene que ser ligero y recién hecho. No los hacen allí sino que los compran en una tienda ya hechos, te los recalientan y pagas 14€. Pude ver el envase de la tienda donde los compraron porque es donde me pusieron uno de los segundos platos que pedí para llevar. El alioli no sabía en absoluto a sobrasada. Deberían ahorrarse la creatividad en el nombre porque era como alioli normal pero de color naranja.
Bacalao al pil pil: El pescado no estaba fresco. Tenia el gusto de haber estado en la nevera varios días o incluso congelado. Estaba tapado completamente por la salsa que no estaba hecha ni de lejos con buen aceite de oliva, lo cual se puede observar directamente en el color. Un buen aceite deja un color amarillo intenso en el plato y este tenia un color blanquecino, como una papilla con grumos a la que le hubiesen echado algún espesante (harina) para enmascarar el sabor del aceite refinado y del pescado de hace días. Cuando le pregunté al camarero me dijo que no, que solo era aceite, pero que no estaba del todo seguro.
Rabo de buey estofado: Este plato lo pedí para llevar y cuando abrí el recipiente para ver lo que me habían puesto, no era rabo de buey con salsa sino salsa con los trozos de rabo más pequeños que había en la cazuela. Por 17€ que ha subido el plato, creo que es un robo. Y sin ninguna guarnición que en cualquier restaurante te la ponen como patatas fritas o arroz blanco. Me lo pusieron como he mencionado arriba, en el recipiente que la tienda les había dado para los buñuelos. Cuando llegué a casa y lo abrí para que se terminase de enfriar y así poderlo meter a la nevera, vi que alrededor del borde en la tapa y el propio envase, había restos de buñuelos secos y pegados. Signo de falta de higiene y limpieza total.
Ni qué decir de los precios, que todos los platos han subido 5€, lo cual no es una subida proporcional ya que no puede subir lo mismo un rabo de buey que costaba 12€ y ahora cuesta 17€, que unos buñuelos que costaban 9€ y ahora cuestan 14€. A pesar de la subida de precios general en todos los alimentos y restaurantes, 5€ en cada plato es inaceptable para este restaurante donde la relación calidad - precio es la peor que he visto en muchísimo tiempo.
Y por esto estoy aquí escribiendo esta reseña, cuando no lo suelo hacer porque cada uno tiene que probar y descubrir por sí mismo. Pero en este caso, me he visto obligada a hacerlo ya que lo único que estaba deseando era acabar de comer y marcharme de ese sitio para no volver.
Lo único bueno era el camarero que lleva allí 17 años trabajando, te atiende bien y con amabilidad. El dueño tendría mucho que aprender de él en vez de estar sentado en su silla observando el panorama. Podría ir mesa por mesa preocupándose de si la comida y el servicio cumplen con los estándares de un restaurante como el suyo que, podría estar lleno un jueves por la noche y que, con una gestión como la suya, la mitad de las mesas o más...
Read moreLugar recomendable y digno de repetir. Ideal para una comida o cena familiar, con amigos en un entorno tranquilo y acogedor.
Comida: Productos de calidad, cuya materia prima es acorde al resultado final que se ofrece. Variedad en los platos y sugerencias del día muy interesantes. Toques de innovación en algunos puntos como el allioli con sobrasada y la opción de añadir sal negra del Himalaya a las patatas fritas (caseras). Los platos que pedimos merecen ser probados sin ninguna objeción. A destacar el flan casero de café con ron (y nata sin azúcar) sabe realmente a café y a ron.
Ambiente: Tranquilo. Cené en la antesala previa a la cocina y lo hice junto a 3 mesas más (ambientes familiares). Desconozco si hay salón interior, aunque reservando el día anterior no tuve ningún problema.
Servicio: Excepcional. Los dos chicos que están al cargo son muy amables y están al tanto de todas las necesidades. Se hace una previa presentación de los platos más fuertes (sólo con eso ya te dan ganas de probarlos todos). Yo pedí varios platos para compartir, y los platos salieron por tandas, respetando los tiempos y disfrutando de cada uno de ellos.
Precio: Acorde al producto, servicio y ubicación. Cenamos dos personas para compartir:
*3 entrantes (buñuelos de bacalao, callos y morcilla de Burgos *2 platos principales (kokotxas y steak tartare) *2 postres (tiramisú y flan de café con ron) *2 Pan normal y pan con tomate *1 botella de vino blanco Blanc Pescador *1 botella de agua *2 chupitos
Total...
Read moreEl Chato, a Basque restaurant, is a hidden gem in Barcelona with a welcoming atmosphere. The staff is incredibly friendly, making you feel right at home as soon as you step in. Despite its small size, the cozy ambiance adds to the charm of the place. And oh, the food! The delicious steak tartare with black truffle is an absolute must-try. Its fantastic flavors leave you craving for more. So, if you're looking for a delightful and wallet friendly dining experience, look no further...
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