La Jamada — Restaurant in Burgos

Finally found a restaurant with a more international orientation in Burgos. Although I love Spanish cuisine, and the majority of Spanish chefs are great, I sometimes miss more international restaurants. To my surprise, a well known Spanish chef, Antonio Arrabal, a contestant of a televised professional cooking competition here in Spain, who almost won, opened a restaurant with more on the menu then roasted meat, a paella or a bean-stew. Starters are great with both traditional dishes (Salads, fish) as well as Sushis, tatakis, Makis and Cheviches!! And perfectly made too! Wow, finally a decent sushi without having to go to Madrid!! For the main course... well, I am always sceptical of Hamburgers but this ones... Wow (again!!) Based on traditional meats / meat dishes both from the region and Spain (lechazo, morcilla, Bellota meat) and abroad (a curry burger??) they ones we had (Lechazo and bellota) were amazing! Filling too. Luckily we had room for dessert. Wouldn't want to miss the Mochi! My partner fell for de Yuzu soup, sweet! Will go again, especially since the price is moderate. Love my town...

Reedito la reseña porque me la habían anulado. Decía,que este sitio ya no es lo que era. Y por los comentarios que le leído de los últimos meses, no soy la única que lo piensa. He estado en unas cinco ocasiones y creo, que ya es hora de opinar. Turno de las once de la noche, con reserva, cuatro personas.Primer piso. Una caló que no se pu'e aguantar en el comedor. Pedimos nachos tex mex, tres hamburguesas y un bocadillo de kebab. Preguntamos a la camarera si los nachos son muy picantes. No tiene ni idea, vale,pregunta por el pinganillo y nos dice que nos los pueden poner sin jalapeños. La pregunto si el kebab también es muy picante,a lo que me contesta que no,con contundencia. Llegan los nachos. Abrimos la tapa y ahí están los jalapeños. Los de la mesa de atrás le reclaman justo a la vez que sus nachos no llevan jalapeños. Nos los intercambia de mesa como si tal cosa...además nunca he comido nachos con salsa de tomate con trozos de calabacín... serán cocina fusión. Las hamburguesas crudas, no poco hechas no, crudas, pero lo del pan de bollo tiene delito cuando antes no era así. Llega mi bocata de kebab.Pequeño,poco relleno.Picante picante.Se lo digo a la camarera y me dice que es que ella no lo prueba todo...en fin. Estamos masticando,eran las doce menos algo y nos preguntan si vamos a querer postre. Podemos terminar tranquilamente esto????? Ay,gracias. Pedimos tres postres. Llegan en un abrir y cerrar de ojos. Según estamos con la primera cucharada, que si queremos café. Mire usted, no lo sé. No. A los dos minutos, el otro camarero, que si queremos café. Qué hartura, oiga, que hemos vendido a intentar disfrutar de la vida, de la amistad...y se me está atragantado. Cuando estoy terminando uno de los postres, el camarero nos empieza a retirar la vajilla.Le molesta ver nuestra mesa con sus vasos de bebida. Me empiezo a sentir incómoda, como si molestasemos, al igual que la mesa de atrás, que están comentando lo mismo. Pedimos la cuenta. El camarero aprovecha a retirarnos todo, no vaya a ser que ... Pues 90 eurazos. Cuida mejor a tus comensales e invierte en una buena plantilla... porque antes daba gusto comer aquí,...

Lo que más me llama la atención es que una ciudad como Burgos, en la que la oferta culinaria es tan extensa, no se preste atención cuidado al trato con los clientes. Ya habíamos estado otra vez y decidimos repetir con unos amigos extranjeros, ya que sabíamos que les iba a gustar algo diferente. Pero nada más llegar, el encargado de revisar mi reserva me dice que tenemos que esperar que no estaban preparados ya que habían abierto hace 10 minutos, le dije que sin problemas y le pregunté si nos podían poner unas cervezas y refrescos mientras terminaban de montar la mesa (que éramos sólo 8), ya que tenían más clientes en las mesas de fuera tomándose lo mismo que le había pedido, pero el hombre con gesto bastante antipático ni me llegó a responder. En ese momento pasa una señorita (debía ser encargada o similar del local) que nos pregunta que pasaba y al explicarle lo sucedido, llama por el pinganillo al personal de las plantas de arriba para que nos acomodaran en ese momento y nos hizo subir para que pudiéramos sentarnos y pedir algo de beber. Al llegar a la 2ª planta los 2 camareros que había parece que llevaran todo el día trabajando (repito acababan de abrir) porque ni un hola ni una sonrisa en la cara, al contrario super secos y la habilidad brillaba por su ausencia. Luego uno de nuestro amigos es celiaco, sabíamos que había cosas sin gluten en la carta, ya que así lo indica, pero increíble que en los tiempos que corren nos diga la camarera que la tenemos que preguntar a ella y que ya nos dirá si tiene o no gluten. Hasta nuestros amigos que no hablan casi nada de español se dieron cuenta de lo desagradable de la situación. Luego al preguntar por el tamaño o cantidad de las cosas, nos lo dijo con bastante antipatía y pocas ganas. Al menos la comida estaba buena, pero como he dicho al principio, en Burgos no habrá otras cosas pero oferta culinaria hay por todos lados, con lo que seguramente no volvamos...