Para no volver.
Reservamos y fuimos 11 personas. Lo primero, en la mesa el pan, cortado en rodajas de poco más de un centímetro, seco y duro que hubiera podido jurar que era del día anterior. Les dije si no tenían otro pan, me dijeron que iban a mirar pero pasaron de nosotros. Mi tía no puede tomar sal y mi hija es celiaca. Según ellos teníamos que haber avisado el día anterior. Tanto por la comida sin gluten como por la comida sin sal. (Igual es que ya salan todo el día anterior…) Supuestamente mi hija no podía comer ensalada con rulo de cabra ( composición: ensalada de bolsa, jamón serrano, una rodaja de rulo de queso de cabra y un vinagre balsámico por encima del queso) Excepto el vinagre balsámico, todo lo demás es sin gluten, pero según ellos por tema de trazabilidad y contaminación… No sé cómo se las pueden apañar en todos los sitios a los que llevamos yendo hace 22 años para poder ponerle a mi hija una ensalada con jamón serrano y queso. Y ante la petición de un pescado sin sal, la respuesta de la camarera fue que se lo diría en cocina pero que no le podía asegurar que se lo hicieran sin sal.
Mi sobrina pidió nuggets, y casi podría jurar que eran los del Mercadona, y se los trajeron sin patatas fritas ni nada.
Pedimos dos de croquetas, que fueron lo mejor de la comida.
Mi hija, sin poder comer la ensalada, pidió solomillo (en la carta dice que es para dos…poco solomillo para dos era…) Y sin patatas, por la contaminación…. Y cuál no fue nuestra sorpresa cuando llega el solomillo con ensalada, la que supuestamente no podía comer. (Explicación de la encargada: que le habían avisado por teléfono cuando estaba en el súper, de que comprara ensalada para ponérsela a mi hija) (Co…o!!! La avisabais antes y comía ensalada como todo el mundo…)
Le pedimos a la cocinera si por favor, podía hacer unas patatas fritas en aceite limpio (nunca, en ningún sitio donde no las pudiera comer por contaminación del aceite, se han negado a hacérselas…)
Y la cocinera, toda cabreada, dice que entonces si las hace, ella no se hace responsable de nada... de nada de que??, de lavar bien una sartén, echar aceite limpio y freir unas patatas, que hasta las congeladas son sin gluten?
Ya enfadada por lo que parecía una tomadura de pelo, empieza a comer el solomillo y nos comenta que sabe a pescado… Y cómo Santo Tomás, vamos todos probando el solomillo, que era incomible del sabor a pescado crudo que tenía.
Llegados a este punto, y todos ya, no cabreados, sino lo siguiente , llamamos a la persona responsable, o sea, a la encargada. Primero viene el parrillero, que nos jura y perjura que son parrillas distintas.
Mi hija le explica la situación a la encargada , y le pide que pruebe la carne, que sabe a pescado, y ella, le rebate una y otra vez, y al final le dice que no la puede probar, que es alérgica al pescado, ¡¡¡con dos ovarios!!! (Nos estás dando la razón entonces...) y mi hija le contesta, que, entonces, si a ella ( a la encargada..) le hubieran puesto esa carne, en ese momento estaría en el hospital, ya que es alérgica al pescado, pero aún tenía más que decir que nosotros.
En fin, que pedimos la cuenta de lo que habíamos comido, no quisimos el resto, y nos fuimos a casa a pedir unas hamburguesas a las 16.30 de la tarde. Un desastre de sitio que fue bueno en su día, pero que quien lo lleva ahora, en mi opinión, no vale ni para el negocio ni para tratar con los clientes. No lo recomiendo para nada, y no le pongo 0 estrellas...
Read moreEconómico, en todos los sentidos.
Local bien situado (en las afueras), con parada de bus justo enfrente (la línea 5 os deja muy cerca de la calle Laurel, la zona de vinos).
Menú por sólo 9 euros, pero con cantidades muy justas y un amplio margen de mejora.
Los primeros, muy escasos (y poco elaborados). Unas patatas a la riojana aguadas, con pimiento duro y picante (la cantidad de chorizo era testimonial, por decir que lo llevaba). La pasta "Mafalda", insípida, muy poco queso y una ración apta para niños.
Lo peor fue que al irnos, daba la sensación de que los primeros de otras mesas eran más "abundantes" (habiendo pedido lo mismo). Ya empezamos mal con la camarera (no encontraba nuestra reserva, a pesar de que llamamos a las 10 de la mañana) y la falta de simpatía fue recíproca desde el minuto uno (la camarera de quejó de que nos había saludado y que no le habíamos devuelto el saludo, una pequeñez que luego se dejó notar, por la seriedad con la que sirvió cada plato, aunque por lo menos, dijo adiós al irnos, algo es algo).
Los segundos, no mejoraron el panorama, muy poca cantidad, carnes sin apenas adobo y excesivamente pasados (duros). Ensalada de acompañamiento básica, sin rastro de tomate o cebolla.
El postre fue lo único pasable, sin ser nada del otro mundo, pero una comida debe estar más equilibrada, no empezar mal, seguir mal y enderezar al final.
Solemos acertar con la elección de restaurantes (buscando una buena relación calidad-precio) , pero fuimos cuatro personas y coincidimos, no podemos recomendar este restaurante y no volveríamos a repetir experiencia.
Dejo fotos del ticket (para confirmar que hemos ido, aunque marque que son las 10:24, cuatro horas menos de la hora real de salida) y de los diferentes platos (pintan bien en las fotos, en persona, poco se aprovechaba, salimos con hambre). Somos conscientes del precio del menú, pero también de todo lo que se puede mejorar.
Estéticamente, el local es muy bonito, aunque las sillas son incómodas (demasiado duras, sin acolchado alguno). En el aseo de caballeros había un urinario averiado y la puerta del váter tenía la cerradura reventada (no era posible tener la puerta cerrada, sin sujetarla directamente). Son pequeños detalles que, en plena Semana Santa, deberían estar resueltos.
Cada persona tiene su criterio y no solos gente exigente, pero habiendo trabajado en hostelería durante años, hay mucho por hacer.
Siempre es positivo que cada cliente comparta su experiencia, ayuda a los nuevos clientes a decidirse (o no) por un local y a tener una valoración realista, para que la gerencia tome nota de todo lo que pueden hacer, para ser aún más competitivos (son, posiblemente, el único menú de Logroño por 9 euros y ése es el principal gancho).
Espero os sea útil, saludos...
Read morePeor imposible. Pasta carbonara quemada. 4 personas la devolvimos sin haber hablado entre nosotros sobre el mal sabor de la comida. El camarero (con muy malas formas) me cambió la pasta por menestra (también quemada). Los baños insalubres. Ahí no repasan en todo el día los aseos, por lo que se ve, aún siendo un lugar de muchísima afluencia. Ni volveremos ni lo recomendaremos. Edito: ya que veo que me han respondido, me veo en la obligación de decir que MIENTEN. Si que había un camarero: un chico con aspecto de ser marroquí, con muy poca educación y aún menos ganas de trabajar. Os lo puedo decir yo y cualquiera de las 30 personas que comieron en mi mesa. El tema de los baños también es fácilmente comprobable. No lo vi yo sola. En vez de tanta chuleria, deberíais reflexionar y pensar en que este restaurante no es el bar con pocas mesas que teníais antes, y en el que ofrecíais un servicio correcto. Sinceramente, y sin acritud, os viene grande. Igual que vuestra soberbia. Edito2: es entretenido esto! Sobre todo si voy alternando entre editar la reseña y ojear casi todas las reseñas que se han publicado desde el cambio de dueños. De verdad que entiendo que queráis delegar la tarea de limpieza del baño, eso no es para cualquier estómago, ciertamente. Y no tenéis nada que decir del camarero? Seguís manteniendo que no existe? 🤣. Da igual. Un consejo: en vez de perder tanto tiempo en responder a las críticas, aprended de ellas. Formad un buen equipo de trabajo, mantened limpias las instalaciones, y la chuleria (tanto aquí como en el local) dejadla fuera del sitio. Y tened la humildad de reconocer vuestros errores. Porque se oye poco bueno sobre...
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