La Montaña Restaurante. — Restaurant in Madrid

La montaña Madrid, especialidad fabada y cachopo

Resumen VISITADO: Enero de 2018 PRECIO: €€ (menos de 25€ por persona sin bebidas) AMBIENTE: Informal donde predominan los grupos tanto familiares como de amigos DISTINCIONES: Relacion satisfacción precio; Recomendado

La montaña ubicada al lado del mismísimo metro de Argüelles ofrece cocina tradicional asturiana donde destacan la fabada y el cachopo. El local está en un punto intermedio en cuanto al confort, ya que no se le puede considerar cutre como sucede en otros muchos asturianos de Madrid, pero tampoco podemos decir que tenga ningún lujo.

Las dos veces que he estado yo, las mesas han sido amplías, el servicio amable, los tiempos de espera correctos y no demasiado ruido a pesar de estar lleno el local.

El 95% de los comensales se decide por su fabada y por sus premiados cachopos y aunque tienes bastantes platos en la carta, si no eliges estos es posible que comas más caro y peor…. pero tú decides.

Precio: ─ La nota de esta comida fue de 30€ por persona todo incluido y de 22€ por persona sin incluir las bebidas (vino, agua, cafés, cervezas, refrescos, copas…).

Platos: ─ Fabada. Muy buena. Pedimos 3 raciones lo que significa que cada plato de fabada lo repartimos entre 2. No son raciones tan grandes como en otros asturianos pero desde luego no las podemos considerar pequeñas. La ración me parece adecuada para dos personas que luego quieren tomar un plato principal. También puedo decir que yo mismo sería capaz de tomarmela entera sin ningún esfuerzo. ─ Cachopos. Excelentes. En esta ocasión pedimos los dos que tienen en carta el de paleta ibérica y el de cecina. Los dos buenísimos pero los comensales decidimos por unanimidad que cuando volvamos pediremos el de cecina que nos gustó más, el de cecina. Ración contundente que se acompaña de unas patatas fritas caseras, muy buenas.

Postres: ─ De ahí pasamos a los postres y que pedimos tarta de queso, milhojas de crema, tarrina de tiramisú y arroz con leche. Para mí el plato ganador con diferencia fue la tarta de queso por lo que al final pedimos una...

Hoy fui a comer con mis amigos y mi marido, no me gusta poner reseñas malas pero me veo obligada a decirlo por aquí. Nos atendieron dos camarer@s, un señor y una señora con pelo corto blanco. El camarero perfecto pero la camarera ha sido una maleducada. Al pedir los postres se dijo que si eran caseros y de muy malas maneras nos contestó que si, que todo lo que había era casero. Al pedirlos, se pidió un flan normal y otro con romero, una tarta de queso y arroz con leche. Le dijimos que, por favor, no se confundiera con el flan normal que a mi no me gustaba el romero y de muy malas maneras nos dijo que no habría confusión. Cómo todo el rato que nos ha atendido ha sido de malas maneras, para “quitar hierro al asunto” y de BROMA, dije que mi flan vendría envenenado (entre risas) y que por eso no habría confusión. Entiendo que no haya entendido la broma pero la contestación que ha tenido no se puede tener de cara al público. Su contestación ha sido: “el flan le envenenaría con tu lengua al mordértela”. Por tener más educación que ella me he callado, ya que ese comportamiento no se debería tolerar por más que no entiendas una broma o no te haga gracia. Cómo he dicho antes, me veo obligada a decirlo por aquí ya que su comentario ha sido totalmente inadecuado. Por lo demás, todo bien pero es una pena ya que no volveré a ir ni tampoco aconsejaré a nadie...

Fuimos con la expectativa de disfrutar de buena comida asturiana, pero la experiencia fue todo lo contrario. Desde el inicio, la atención dejó mucho que desear. El camarero, que parecía ser el dueño, intentó hacer chistes fuera de lugar, lo que hizo que la velada empezara con incomodidad. Además, como no éramos clientes habituales, nos colocaron en la peor mesa: junto a la puerta, con corrientes de aire y en una zona de paso incómoda.

En cuanto a la comida, fue una gran decepción. Las raciones eran mínimas, nada que ver con la generosidad típica de la gastronomía asturiana. Pedimos una ensalada mixta para compartir y la presentación fue ridícula: el plato era más grande que la ensalada. El chorizo mejor ni mencionarlo, las croquetas fueron lo único destacable. El entrecot al cabrales era incomible, lleno de ternillas, y la fabada parecía sacada de un bote. Los calamares en su tinta dejaron mucho que desear y el cachopo, que supuestamente había ganado un premio, solo sabía a queso y rebozado; ni se distinguía si llevaba cecina u otra cosa. Para rematar, el arroz con leche tampoco estuvo a la altura.

Definitivamente, no repetiremos. No solo la comida fue decepcionante, sino que la experiencia en general nos hizo sentir poco bienvenidos. No lo recomendaríamos.

PD: dejo foto de la ensalada mixta para que se vea lo que...