Se me cita aquí un martes para una cena, acompañada de otras 6 personas.
No conocía este local que es un clásico de Madrid.
Se mantiene la esencia de su apertura hace 26 años tanto en su decoración, en su dirección (dos socios: uno en sala y otro a los fogones) y en su carta.
Carpaccio de foie con sal maldon, pimienta y aceite de oliva de Baena.
Qué delicia, tanto el foie modo carpaccio (perfecto para untar en el pan tostado que lo acompaña) como el punto del aceitazo delicioso, y la pimienta que va perfect. Platazo.
Seguimos con unas ostras con cítricos y mango. Debido a la intolerancia de algunos de mis compañeros de mesa tuve la suerte de poder comer 2, que me hubiese comido 20. Frescas, la salsita con punto picantito deli.
Alcachofas en tempura con salsa de ajo. Muy buena idea la de tempurizar una alcachofa, juraría no haberlas probado antes de esta manera. la salsa de ajo es muy suave, aviso a navegantes que me pareció apta para todos los públicos, yo le hubiese metido mucho ajo más ;).
Sopa de cebolla con zamburiña. Qué caldo, no había tomado una sopa de cebolla así en mi vida, es más, antes pensaba que no me gustaba. La zamburiña es una zamburiña en toda regla, de las de verdad. Imprescindible.
Crema de cigalas. Exquisito el fondo de la crema, recuerda el sabor potente y marcado al de una crema de nécoras. Cigala cocinada perfectamente. Maravilloso.
Erizo de mar gratinado al cava con huevo de codorniz. Clásico del restaurante que no defrauda, el cava casa a la perfección con el sabor a mar del erizo (oricio para mí).
Lubina a la parrilla con compota de tomate al tomillo. Ojo cuidado qué plato. Se lavan la boca para nombrarlo, por favor. La lubina está de muerte y la compota es de otro mundo. Plato estrella.
Aquí llega un momento duro para mí, el momento de probar algo que nunca en 30 años he probado.
Riñones al jerez. No tenía intención alguna de que esto pasase pero bueno, me enfrento a ello con toda la dignidad que puedo. Los miro y pienso que parecen trozos de calamar. No puede ser tan malo esto. Y no lo fue, probé unos cuantos cachitos que no tenían textura rara (mi problema suelen ser las texturas gelatinosas) y he de decir que no me disgustó. Sin forzar, puedo pasarme otros 30 años sin volver a catarlos, pero una experiencia más que me llevo.
Cuando pensábamos que ya llegaba el postre NO, más carne. He comido mucho menos en bodas.
Pintada con salsa de apio y calabaza. Muy buen carne acompañada de unas salsas estupendas. Sobresale para mí la pintada al horno crujiente y la salsa de apio.
Llegamos a los postres.
Tarta fina de hojaldre de manzana. Monísima, tiene la forma de una paloma. Ojo, no os he contado una curiosidad genial sobre el nombre de este restaurante: Paloma no viene de la virgen de la ciudad, nono, viene de juntar los nombres de las 3 hijas de los dueños del local: Patricia, Lorena y Marta. Genial. Volvemos a la tarta. Fina finísima, super crujiente y sabrosa. De olé.
Mousse de requesón con frutos rojos y helado de miel. Pues deliciosa oigan, tanto la mousse como el helado, y ojo la tartaleta donde está el helado. Muy bueno.
No queremos cafés pero no nos libramos de sus petit fours: deliciosos pomelo escarchado, teja casera caserísima y un bomboncito de chocolate que sabe a cacao puro.
Experiencia genial. El ticket medio no es bajo, unos 60€ fácilmente, pero con una cocina cuidada, un trato clásico atento pero no cansino y una decoración llamativa, agradable.
A destacar la terracita bien agradable y los baños con Álvarez Gómez (mi colonia de...
Read moreMuchas visitas desde 2016. Me recordó a aquellos restaurantes del barrio de Salamanca que tanto le gustaban a mi abuelo y a los que a veces me llevaba para presumir de nieto (pobre...!). Maitres y camareros de la vieja escuela al borde de jubilarse, de esos que son afables con los asiduos (casi toda la parroquia) pero aún así los tratan siempre de Ud. En esta visita empezamos con un grandísimo jamón ibérico y seguimos con un menú degustación a elección del chef que traía, una estupenda ostra en ceviche, raviolis caseros con trurfa, alubias pintas con chorizo, muy ricas; un cochinillo que salió en su punto, tarrina de liebre royale que no es mi favorita por su intensidad pero de ejecución perfecta, un rodaballo también en su punto y algunos otros platillos. Para acabar (hasta arriba), un surtido de postres de la casa. Local lleno un día entre semana y ambiente acartonado, de gente de orden...(en su barrio, faltaría mas).. en fin, un clásico que espero que dure mucho... y que lo disfrutemos!! Mañana 04/02/23 vuelvo a comer. Hace mas de un año que no acudo y he oido que han cambiado la direccion. Esten atentos a novedades aqui mismo.... Actualización…. 07-02-23 Magnifica comida en La Paloma bajo la nueva gerencia. Pequeños detalles en la decoración hacen el local aun mas acogedor (ya lo era). Un lugar donde te encuentras como en casa desde el primer momento. La comida sigue puntuando alto. En el menú. Croqueta de setas, bien. El sempiterno foi con aceite de oliva sal y tostadas gran producto pero creo que mejoraría con otro tipo de pan. Una excepcional zamburiña al gratén, (productazo). El clasico erizo que en temporada nunca defrauda, una (para mi) fallida combinación de langostino en tempura con alcachofa confitada que no aportaba gran cosa, un excelso rape en su punto exacto de cocción con verduras, un venado con parmentier (no puede faltar la caza en esta casa) y de postres la tatin de manzana, la clásica copa de chocolate y tejas y chocolates con los cafés. Para beber un rosado Navarro Arbayún y un magnum de Matarromera tinto reserva que nunca falla. Resumiendo. Gran velada en un clásico del barrio de Salamanca que mantiene el nivel de siempre con la nueva gerencia y al que le deseamos...
Read moreLa experiencia gastronómica que ofrece este establecimiento es ampliamente elogiada por quienes lo visitan, con un consenso general sobre la excelencia de su propuesta culinaria. Situado en la zona de Recoletos, su localización es inmejorable y de muy sencillo acceso, lo que facilita enormemente llegar hasta él. Los comensales más fieles no dudan en sugerirlo constantemente, destacando especialmente la variedad y el acierto de su menú. Es una elección ideal para los amantes de la gastronomía que desean explorar sabores de diversas regiones de España.
En cuanto a la inversión, el coste está en armonía con la calidad recibida. Los platos, elaborados con esmero y productos de primera, justifican plenamente la tarifa, que generalmente se sitúa en torno a los cien euros por persona. Para mayor comodidad, el local admite tanto transacciones con tarjeta de crédito como pagos en metálico. Dada su popularidad, es muy aconsejable planificar con antelación y asegurar una reserva, una precaución casi indispensable durante el fin de semana.
El ambiente interior es cálido y acogedor, creando una sensación de confort muy parecida a la de estar en tu propio hogar. Una de las opciones más apreciadas es ocupar una mesa en su terraza. Tanto la comida como las instalaciones lo convierten en un espacio apropiado para acudir con niños, tal y como se puede comprobar en las numerosas imágenes que comparten en su perfil de Instagram, donde muestran el día a día del...
Read more