Restaurante Surtopia presents itself as a fancy dining experience, but the execution falls dramatically short of the upscale expectations and accolades it has somehow managed to accumulate. The meal started poorly with bread that was hard, thick, and barely edible - an unacceptable beginning for any restaurant, let alone one with fine dining aspirations.
The sliced pork with truffle mushroom was a rare bright spot, offering proper seasoning and quality ingredients that showed the kitchen's potential when focused. The beef meatballs were decent, meeting basic expectations without any particular distinction.
Meanwhile the duck was horrifically undercooked - arriving at the table looking and tasting essentially raw, a dangerous and completely unacceptable preparation that raises serious concerns about kitchen standards.
The beef steak had an old taste that suggested questionable ingredient freshness, while the cod arrived with so many bones left inside that it became a hazardous dining experience rather than an enjoyable one. Basic fish preparation should never leave diners navigating dangerous bone fragments.
The apple tart was amazing and demonstrated that the pastry section operates at a completely different standard than the rest of the kitchen, creating the meal's only truly memorable positive moment.
How this restaurant has Guia Repsol and Michelin awards is absolutely crazy - the service and food quality were terrible throughout, representing a complete disconnect between reputation and reality that makes these accolades seem...
Read morePendiente hace mucho tiempo lo elegimos durante el confinamiento de la zona básica de salud como alegría del sábado.
Tenemos reserva y llegamos un poco antes de la hora, no hay problema para que tomemos nuestra mesa.
Salón muy agradable, bonita decoración, elegante y con un punto marinero.
Menú degustación que decidimos no elegir y revisamos la carta, al final el menú degustación se basa en la carta por lo que preferimos elegir lo que queremos.
Carta de las que no te agobian: entrantes, principales y postres. Cartaza de vinos para quien interese.
Para quien no conozca o haya oído hablar de este lugar es un andaluz "de autor" abierto hace 9 años y reconocido por la Guía Repsol, la Michelín y la Macarfi, ahí es na. Tengo que decir que estas guías no son lo que me hacen querer venir aquí, conozco gente de la que me fío que ha tenido muy buenas experiencias y quiero tener yo una de esas.
Pan delicioso que se renueva bajo elección, como en todos los sitios bien, maravilla de aperitivo que consta de un aceitazo, unas aceitunas buenísimas y una mantequilla de anchoa que es un peligro, qué cosa más buena. También una tacita de un caldo que no recuerdo, pero que estaba buenísimo. Empezamos a tope ya.
Decidimos compartir unas cosillas y principal por persona.
Ensaladilla de langostinos escabechaos y aceitunas kalamata. Una maravilla cremosa y con un sabor explosivo, muy muy rica, muy cremosa y equilibrada en cuanto a trozos y texturas, que cada bocado es perfecto vaya.
Tortillitas de camarones "Plaza del Cabildo". Cómo no vamos a pedir su seña de identidad, que además es algo que a mí me encanta. Madre mía, qué buena fritura nada grasienta, qué cantidad de camarones y no tanta masa gorda empapada en aceite que es lo más habitual. Brutalmente crujiente, wow.
Croquetas Marineras. Media ración, lo que vienen siendo 2 croquetas por persona que es lo justo para probarlas (aunque puedas comerte 25). Buen rebozado que mantiene muy bien una masa casera con mucho sabor a mar y con una textura super jugosa sin ser líquida, aquí hay chica dentro.
Corvina de caña braseada con piriñaca sanluqueña. Plato de acompañante.
Urta del estrecho, roteña asada de su espina y chiles. Que no había probado yo (o que recuerde) la urta y me pareció un momento estupendo. ¡Qué manjar oigan! Qué pescado más rico y sabroso. Perfectamente cocinado, la salsa brutal y el punto picante top. En serio qué cosa más rica.
Llegamos al final sin sitio para nada más y, aunque los postres tienen buena pinta, ninguno hizo que mi estómago dijese: ¡oye, no te cortes que no estoy tan lleno tampoco...!
Antes que llegue la cuenta nos obsequian con unos deliciosos macarons.
Un puntito que no nos gustó, pero que tampoco reclamamos, fue el de pedir un vaso de agua al final de la comida y que llegase una señora botella, ¡que esto es Madrid! Que quiero un vaso de agua porque me voy a ir y las arterias me están dando un toque tras una cantidad de sal que no acostumbramos en casa.
Sin más, que si pido agua es normal que me traigan una botella, pero si pido un vaso al menos indícame que no sirves vasos de agua y que me vas a traer una botella. Me recuerda a la cruzada que tengo contra el agua km0 que te cobran como si fuese Solán de Cabras, avísame y decido si para dar un sorbo a un vaso quiero pedirte una botella. Que parezco una rata (cuando ni siquiera pedí yo el agua) pero es algo que a mí personalmente me disgusta.
Calmada ya os comento que la cuenta fue de 87€ en total, sin vino ni postre y con una calidad muy notable. Sitio en el que repetir, sitio en el que tapear (los entrantes son fantásticos) y sitio donde venir a comer buen pescado en local bonito y con trato agradable incluido.
Eso sí, reservad. Con todo este tema de la pandemia también...
Read moreUna muy interesante propuesta de cocina Andaluza en Madrid. Es un local pequeño por lo que es recomendable reservar. Dispone de una pequeña barra donde ir a tomar unos vinos y una zona de salón con varias mesas. La decoración es muy elegante y cuidada. El espacio entre mesas así como en la propia mesa es amplio. En cuanto al personal inmejorable, sin duda uno de los mejores tratos que he recibido en un restaurante, atentos, amables y servicio rápido. En cuanto a la comida disponen de carta así cono de un menú degustación de 9 pases por 50€ que creo tienen siempre y otro menú degustación de temporada que van variando. Elegí el menú de 9 pases. Las raciones son pequeñas por lo que aunque sean 9 pases podrás terminarlos sin problema. Comenzaron con un aperitivo, aceitunas para picar y una reinvención del bloody mary, sustituyendo el vodka por un manzanilla, con un sabor intenso y sorprendente. De todos los platos destacaría por encima del resto la carne mechá ibérica con aceite de lima y pimienta, el tartar de gamba blanca con huevo de cortijo y el mormo de atún asado, jugo de pimientos y vinagre de jerez. El punto de los pescados era correcto en todos los platos, el taco de rabo de vaca sabroso, y en cuanto a la fritura, el boquerón estaba bueno pero en la tortilla de camarones eché en falta más presencia de estos. De postre un tiramisú andaluz con moscatel y café blanco muy bueno. El pan se paga aparte pero es artesano, está muy bueno y lo reponen continuamente cuando lo acabas. Además te reponen cuantas veces quieras una tacita de aceite de arbequina en la que podría estar mojando pan el día entero. Por último te sirven unas trufas de cacao puro y chocolate con maracuyá y terminas con un licor o un vino dulce. En mi opinión un gran restaurante, donde probar una buena muestra de la gastronomía andaluza, por un precio razonable y un servicio inmejorable. Espero volver a probar los menús...
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