Teníamos previsto comer en La Tasquería, pero dada nuestra habitual dejadez, cuando llamamos para reservar ya estaba completo. Dado que teníamos varias gestiones que hacer por Goya y debíamos comer por la zona, al final optamos por “Vinos de Bellota” (sitio que teníamos en nuestra lista de pendientes) y hay que decir que, sin menospreciar a la Tasquería que tenemos previsto visitar a principios del próximo año, al final hasta “nos alegramos” de que no tuvieran sitio porque disfrutamos de una experiencia muy placentera.
Vinos de Bellota es un agradable y no muy grande restaurante situado en la calle Antonio Acuña número 27, muy próximo al parque del Retiro. Es cierto que llegamos al local, muy solicitado, sin reserva previa y que nos tocó esperar un buen rato en la barra hasta que nos dieron una mesa (cosa que no fue problema ya que cuentan con cocina ininterrumpida) pero hay que decir que la espera mereció la pena. Si hay un par de palabras capaz de resumir nuestra experiencia en Vinos de Bellota indudablemente son “In crescendo” y a continuación os explicamos porqué. Todos los platos que probamos estaban deliciosos, pero en nuestra opinión fueron mejorando de principio a fin. Para beber tomamos una botella del Rioja de la casa, Edulis crianza 2013, vino que no conocíamos y que fue el que tomamos en barra mientras esperábamos mesa, con una relación calidad precio más que aceptable. Según “Uvium”: NOTA DE CATA DE Edulis Crianza 2013: Vista: granate intenso, reflejos violáceos, limpio y brillante. Nariz: aromas frutales, de fruta roja y notas especiadas. Boca: intenso, amplio, equilibrado, redondo, largo y persistente
Empezamos la comida con un variado de croquetas (no tenemos claro si es habitual que lo sirvan así, pero unas chicas que estaban a nuestro lado en la barra lo pidieron y decidimos copiarlas) y unos mejillones tigre. Las croquetas eran de tres tipos, de queso curado artesano de Ciudad Real (a nuestro parecer las mejores), de cecina leonesa y setas, y unas exóticas croquetas de cocodrilo que tenían fuera de carta y que (puede que por nuestros prejuicios) fueron las que menos nos gustaron. En cuanto a los mejillones tigre, muy ricos con un ligero toque picante.
En segundo lugar tomamos media ración de huevos rotos con virutas de ibérico y salmorejo cordobés, riquísimos. Era la primera vez que probábamos esa combinación y nos resultó muy agradable.
En tercer lugar media ración del que al parecer es uno de los platos con más éxito de la carta, ya que mientras esperábamos en la barra pudimos comprobar que prácticamente lo pedía todo el mundo, el salteado de boletus y habitas baby al Pedro Ximenez con chips de espinacas, una auténtica exquisitez. De este plato destacamos las chips de espinacas, ligeras, crujientes y nada aceitosas. Buenísimas.
Para terminar tomamos los fideos tostados con setas shiitake y confit de pato, de los que sólo podemos decir que son un auténtico manjar. Hacía tiempo que un plato no nos hacía “flipar” tanto.
Tras la comida nos invitaron a unos originales vasitos de espuma de “sex on the beach”.
Tras una larga experiencia escribiendo sobre restaurantes, desde noviembre de 2013, nos hemos dado cuenta de la importancia de contar con un personal acorde a la calidad de la comida y Vinos de Bellota, (al igual que otros grandes restaurantes como Casa 9, Vinoteca Moratín o La Tragantúa entre otros) cuenta con unos grandísimos profesionales que permiten vivir una experiencia redonda gracias a su buen hacer. En cuanto al precio, resultó muy ajustado teniendo en cuenta todos los argumentos esgrimidos. Nos hemos quedados con ganas de probar varios platos más por lo que tenemos previsto regresar pronto. Sin duda alguna ha sido otro gran...
Read moreWe were offered a table for drinks which was booked at 8pm. The couple who booked it arrived 20 minutes early. Instead of telling to wait until the table was ready, since they were early, the staff simply commanded us to leave. We didn't drag it, did so right away but did leave our stuff at the table while going to the bathroom. When coming back, the staff had moved our stuff so that the couple could sit down.
As a paying customer, being treated like this feels pretty embarrassing and that kind of service is totally unacceptable. Also, don't...
Read moreSi cada vez que voy a Madrid tengo que pasar por Vinos de Bellota, en la zona de Ibiza. No es solo un sitio para comer, es una experiencia que siempre quiero repetir. Lo primero que me conquista es el ambiente; tiene una decoración que te hace sentir como en casa, pero con ese toque especial que te invita a relajarte y a disfrutar de la comida sin prisas. Es el tipo de lugar donde no te miran mal si los niños están un poco revoltosos, al contrario, se nota que están preparados para familias y que les importa que todos, grandes y pequeños, lo pasen bien.
La comida es para chuparse los dedos. Tienen una carta que mezcla lo mejor de la tradición con ideas de otras cocinas, y los platos llegan a la mesa con un aspecto que ya te abre el apetito. He probado varios y nunca me he llevado una decepción. Los cocineros se nota que ponen mucho empeño en cada detalle. Y lo mejor es que, con la calidad que tiene, los precios me parecen más que justos. Para lo que se ofrece, no es caro; puedes tener una comida completa por unos 30 o 45 euros, y además te dejan pagar como tú prefieras, sin complicaciones.
Eso sí, un consejo: no vayas sin reservar. Está siempre a tope, y es normal, porque cuando un sitio funciona así de bien, la gente repite. Yo mismo soy uno de esos clientes habituales que no para de recomendarlo. Si miras sus redes sociales, verás las fotos de los platos y entenderás por qué siempre está lleno. Entre el servicio, que es atento pero sin agobiar, la relación calidad-precio y ese ambiente tan acogedor, para mí es un imprescindible en Madrid. Siempre salgo de allí pensando en cuándo...
Read more