Cafetería Moi Bo — Restaurant in Pontevedra

NEFASTO 😐

La peor experiencia que he tenido en un local de comida en todo mi viaje por Galicia.

No puedo valorar la comida porque no pude probar nada, pero la atención, o mejor dicho la falta de atención y de educación fue tal, que no valía la pena esperar a probar nada.

Estuve media hora esperando a que me tomaran nota y a los 20 minutos el camarero que se acercó a tomarme el pedido literalmente me dejó con la palabra en la boca y se fue a hacer otras cosas y atender a otras personas, por el motivo de que me enredé un poco con su carta, que básicamente consiste en un montón de papeles plastificados, escritos por delante y por detrás y unidos por una esquina con una anilla (como para no enredarse con una carta tan confusa y mal diseñada).

Después de dejarme apenas comenzaba a decirle lo que quería y decirme que venía en un momento, el camarero nunca regresó a pesar de que le hicimos señas después de un rato para que regresase. Mientras tanto le vimos recoger platos, limpiar mesas, traer comida, atender a otras personas, todo esto pululando a nuestro alrededor y pasando descaradamente de unos clientes que tenían DEMASIADO tiempo esperando y a los que les había dicho “Regreso en un momento”.

Entiendo que un local pueda estar lleno y que hay muchas cosas que hacer, pero eso no justifica la falta de cortesía y la mala educación de atender a personas que llegan después de ti, en tus narices y sin voltear siquiera a mirarte cuando les llamas.

Al final nos fuimos del local sin ser atendidos en ningún momento y justificadamente indignados. Si no son capaces de cumplir con su trabajo en condiciones cuando hay muchas personas pues poned límite de aforo, reducid mesas, contratad más personal, que nadie quiere salir por la mañana a desayunar y comenzar bien el día para que se lo fastidie la ineficiencia y la descortesía de los empleados de una cafetería.

Para trabajar en atención al cliente hay que saber tratar a los clientes, parece básico, pero al parecer en algunos lugares no lo tienen claro.

Por suerte Pontevedra cuenta con lugares de mejor estar, con personas amables y dedicadas a su labor que no sólo te atienden si no que lo hacen bien, en dónde pudimos por fin desayunar.

En fin, una historia con final feliz, una vez te...

Comparto con las demás reseñas de que el sitio es muy bonito, es cierto. Pero lo que no se puede hacer es estar esperando para que te vengan a atender más de 20 minutos y sin recoger la mesa de los clientes anteriores, se le aviso al camarero levantando la mano cuando ya llevábamos 15 minutos esperando, a lo cual el asintió, pues aun así tuvimos que seguir esperando y nada que no venía ha atendernos.............. Me explico: Llegamos a las 12,40h y eran las 13.00h y sin limpiarnos mesa y sin tomarnos nota......... Pero lo mejor de todo es que llegó una pareja que se sentó en una mesa vacía y ya les limpio mesa y tomó nota. A nosotros nos vio varias veces, además repito levantamos mano y como se dice vulgarmente Pasó de nosotros. Lógicamente nos levantamos y nos fuimos, al pasar por barra había detrás de ella 3 personas una haciendo cafés, de las otras 2 una dando brillo a las copas ( que digo yo..... Ayuda a tu compañero que hay ciertos momentos que no da abasto) y la otra donde el pan, viéndolas pasar. En resumen, no es la primera vez que vengo ya es la 4° y NO LES DOY MÁS OPORTUNIDADES porque siempre he tenido que esperar un mínimo de 10 minutos pero lo de este sábado culminó el vaso. He comentado a más personas y me han dicho que es cierto siempre tardan en atender.. Por lo demás sitio muy bonito le daría un 9 en decoración en atención y trato al...

Desde que entramos la atención fue rápida y con una sonrisa nos limpiaron una mesa y nos sentaron (no tardaron ni 2 minutos). Donde vamos nos gusta pedir variedad e ir probando, así que empezamos. El cafe con leche impecable ya que tenía crema (no espuma) y dibujo también. Nos pedimos tostadas que estaban ricas y a destacar el pan crujiente. Y unos pancakes que si eres muy muy goloso te va a gustar, para nuestro gusto iban demasiados cargados de chocolate y de cosas, que no le sacas el gusto a la masa, (menos relleno entre medias yo creo que sería un puntazo). Tengo que añadir que la mesa era pequeña y en cuanto se quedó otra libre el camarero muy atento la puso como auxiliar para que estuviésemos cómodos y entrase todo. A la hora de irnos el camarero (Joan) nos preguntó que si estaba todo bueno o alguna queja, yo amablemente le dije que queja ninguna pero critica constructiva ya que había preguntado me iba a explayar. Así que volvería a ir sin pensármelo, y en tema de la comida diría que la tostada de aguacate, nueces etc. (le pondría las nueces partidas y le quedaría genial el toque de miel) y ya el detalle de los pancakes. Trato inmejorable, rápidos y el sitio es...