Bar Campus — Restaurant in San Sebastián

La comida ni sorprende ni decepciona, esta buena (a destacar los bocatas), pero el TRATO RECIBIDO por una de las camareras ha sido NEFASTO.

Nada más llegar, la camarera rubia nos preguntó si íbamos a cenar o no de malas maneras (ya que si no, tenía que echarnos), después nos desatiende (tomaron nota a clientes que llegaron más tarde antes que a nosotros, era imposible pedir), y más tarde, nos quitó una silla donde teníamos colocado el pan y la tortilla (eramos 5 personas en una mesa individual, no quisimos ocupar más mesas para no perjudicar al establecimiento, y la otra camarera nos sacó la silla para no tener que hacer malabares, ya que si no, los platos no nos cabían en la mesa) indicándonos que las sillas "son para que las personas se sienten" con un tono maleducado, y diciéndonos con actitud defensiva que ella no sabía si íbamos a cenar o no (punto uno: se lo dijimos tras preguntarnos al tener el primer encontronazo con ella; y punto dos: la silla la sacaron ellos, y además, había muchas más sillas inutilizadas y apiladas en el servicio de mujeres).

UNA SITUACIÓN MUY DESAGRADABLE Y FUERA DE LUGAR, no hemos pedido la hoja de reclamaciones porque su compañera se hizo cargo de la situación al presenciar lo ocurrido y ella sí nos atendió con profesionalidad...

Pedimos varios pinchos, entre ellos 4 de tortilla de patata. Solo quedaban dos pinchos de tortilla y la camarera nos informó que no podía pedir otra tortilla mientras quedaran esos 2. Justo en ese momento una camarera rubia los vende y nos dice que pide otra y que nos llevará los pinchos a la mesa de la terraza cuando estén en unos 10 minutos. Pasan 25 minutos de reloj y vemos que gente que acaba de llegar hace 5 minutos al local se están llevando pinchos de tortilla a la mesa, me acerco a la barra y la camarera rubia de muy malas maneras me dice que estaban antes que nosotros y que solo había sacado media tortilla, le comento y me dice que estaban ellos antes cuando yo los vi que acababan de entrar y sentarse a la mesa previamente vacía, lejos de disculparse y ya con frío y con un niño de dos años esperando el pincho de tortilla decidimos marchar y dejar bebidas en la mesa tras 5 minutos más de espera. No lo puedo recomendar, solo te atenderán bien si está el dueño o si eres conocido suyo. No creo que vuelva al menos...

Si tienes ganas de que no te miren a la cara, se dirijan a ti a través de gruñidos, has encontrado el local perfecto. Lastima que una tortilla tan buena este servida por un equipo de barra y terraza que siguiendo fielmente el ejemplo de sus jefes tenga un trato tan deleznable con sus clientes. Tengo claro que no sabéis quien soy, a pesar de que en tiempos de covid, con aforos limitados, sin barra y horarios cambiantes he acudido prácticamente todos los domingos tras jugar a padel a vuestro local, muchos de ellos me he arrepentido y aunque no lo he hecho invitáis a vuestros clientes a que os hagan un "sinpa". Hoy habéis cruzado todos los límites y quiero que esto sea una declaración de intenciones, NO pienso volver. ¡Felicidades lo habéis conseguido!!! No soy una hater, soy una clienta insatisfecha....