Restaurante Mara santa justa ave — Restaurant in Seville

Fantastic for lovers of all things fishy! Quite a walk from the cathedral and alcazar - took us about 30 minutes from there. It's in a modern shopping / housing district off a busy main road. So don't expect the period architecture and quaint cobbled streets you see on postcards and in guidebooks. But this place is well worth the walk - and stepping off the traditional tourist trail. Bright, bustling and busy restaurant with a big heart - and an outstanding menu. The chefs clearly care about the food and the waiters are friendly and helpful. We both shared delicious razor clams AND sizzling prawns with garlic to start followed by huge seabass fillets for main. It wasn't cheap (came to about £90 GBP for two - which included a bottle of wine and mineral water) but it definitely felt like value for money. Highly recommended - we...

After days of enjoying a meat heavy diet in Seville, my companion and I were craving seafood. We found the highly rated Mara and embarked upon the long walk outside of the centre of town with high expectations. Despite arriving late on in the evening we were greeted by very friendly and accommodating staff who were excellent in navigating their way through our broken Spanish throughout the evening. Now onto the food, we were brought over a complimentary fish salsa which got us off to a nice start. We then went for a portion of prawns which were delicious, tender and juicy. Lastly we finished the meal with a platter of mixed fried fish. The highlights were the calamari and cod, however I would say the rest of the plate left a lot to be desired. Overall, a nice experience and made to feel at home by the...

Hay lugares donde uno entra a comer, y otros donde uno entra a vivir una historia. Un escenario de vida que se va desplegando con el paso de los minutos, de los platos, de los vinos. Sevilla, que siempre ha sido un tablero de ajedrez donde se juegan las mejores partidas, cerca del AVE se encuentra el restaurante Mara.

La calidad se despliega en Mara como un estandarte. Con cada plato servido, la certeza de un guion cuidadosamente orquestado se materializa en forma de sabores exquisitos y texturas sofisticadas. Aquí, los ingredientes no se cocinan, se dialogan. Se les concede el protagonismo en cada receta, permitiendo que muestren su verdadero carácter.

La tripulación del Mara, armada con sus sonrisas y su inagotable cortesía, es de esa estirpe que hace de la hospitalidad un arte. Adivinan tus necesidades antes de que sean palabras y se mueven con la precisión y gracia de un espadachín en duelo. Nada se deja al azar, todo es un baile milimétricamente ensayado.

Recuerdo un domingo pasado, cuando Sevilla me sorprendió con sus travesuras de lluvia y viento. Con mi hija como fiel escudera, cabalgábamos nuestras bicicletas desafiando el clima. Buscábamos un puerto seguro para esperar a un viejo amigo, con quien compartir un café antes de que emprendiera su viaje en el AVE.

Nos detuvimos en varios bares, pero la bienvenida fue siempre la misma: sólo se servía comida, nos decían. Finalmente, llegamos a Mara. Aunque la concurrencia era la habitual para ese horario, nos recibieron como si fuéramos nobles de visita. Sin importar nuestro atuendo deportivo o la hora, el Mara nos trató con la deferencia que sólo los verdaderos caballeros conocen.

El lujo, esa palabra tan gastada, encuentra su verdadero significado en Mara. No se trata de ostentaciones ni de brillantes sin sentido, sino de detalles, de gestos, de un servicio que te hace sentir único y valioso. De un ambiente que no te juzga, sino que te acoge. De un lugar donde, sin importar cómo llegues, siempre te sientes en casa.

En suma, mi querido lector, Mara es un restaurante donde la vida, como en una buena novela de aventuras, siempre tiene algo nuevo y emocionante que ofrecerte. Un lugar donde la calidad, el buen trato y el lujo se dan la mano para hacer de cada visita una memorable experiencia. Así que, si alguna vez te encuentras en Sevilla, no dejes de visitar Mara. Te aseguro que no te...