Decidimos apostar por este restaurante para la semana de la Cuina Oberta a pesar de las malas críticas que ya pude leer en varios portales web. La realidad fue peor que la lectura de estas malas reviews. Nada más entrar el ambiente que se respiraba no invitaba a pasar una comida relajada, grupos de despedidas y cumpleaños de adolescentes desatados eran la dulce melodía de las 14:15h. Pero esto solo acababa de empezar... Una vez sentados nos dimos cuenta que teníamos el altavoz encima de nosotros, al principio se podía soportar pero lo peor estaba por llegar. Cuando, después de 15 minutos de reloj, nos traen las primeras bebidas que habíamos pedido, el camarero nos arrojo medio bote de Nestea encima de la mesa. No pasa nada porque un accidente le ocurre a cualquiera, el problema viene cuando no te traen una nueva bebida después de derramar la mitad en la mesa. Nuestro menú constaba de una ensalada valenciana, calamar, croquetas de pato y dos arroces para 6, un arroz y negro y una paella valenciana. La ensalada y el calamar se podían comer, a pesar del aceitoso acompañamiento del calamar, unas verduras a la juliana que rebosaban. Las croquetas eran una masa pringosa envueltas en una capa de "plástico", porque no se puede llamar rebozado a "eso". Además, antes de probarlas, tuvimos que reclamar una croqueta ya que nos sirvieron 5 para 6 personas. Tras probarla no hubiéramos reclamado nada. Y ahora llega el plato fuerte, los arroces. Lamentable y espeluznante a la vez. La paella valenciana era una especie de arroz caldoso mal hecho, arroz pasadísimo, aceite a mares, la carne del conejo y pollo seca y las verduras pringosas. INCOMESTIBLE. El arroz negro, no estaba tan exageradamente mal cocinado, pero igual de aceitoso y pasado. Y no quiero imaginar de donde sacaron la tinta del calamar, porque el color no invitaba a probarlo. Por último llegó lo que, para mi, fue lo mejor de la comida. Una tabla de tarta de queso con fresas y melón. Ese último plato calmó mi frustración, nada como algo de azúcar para calmar la peor de las iras. En cuanto a la bebida, estuvimos bebiendo cervezas porque el vino, ese que en mercadona te cuesta no más de 5 euros, lo tenían en carta por 24 euros. Un Marina Alta de toda la vida con un margen de beneficio de 20 euros... Se nos ocurrió la "brillante" idea de pedir una jarra de cerveza y cual fue nuestra sorpresa que nos trajeron... una jarra de cerveza, individual... no la jarra para llenar vasos, no. Una jarra individual de 1 litro para rellenar los 6 vasos. Nos quedamos de pasta de boniato, y cuando le preguntamos al camarero, ojipláticos, si eso era una jarra para servir, él nos contestó que sí, que con esa jarra se podía servir y se quedó más ancho que largo. Y por último, volviendo al tema de la música, a partir de las 16h los altavoces no eran altavoces, eran bombas nucleares en nuestros oídos. Totalmente fuera de lugar cuando se está comiendo. Entiendo que sea un local más orientado a copas y fiesta, pero si tienes un horario de comida y sirves comida, debes respetar a los comensales y bajar cien tonos los decibelios, como en otros bares de al lado que no eran tan sumamente escandalosos. En fin, una comida para olvidar, en un entorno que prometía pero que se convirtió en una pesadilla para casi todos los sentidos, ya que la vista no estaba mal, pero se quedó empañada por todo lo demás. Lamento no poder dar una mejor valoración, pero debo ser justo para quien decida ir y pagar más de 30 euros por...
Read moreNuestra experiencia (menú pre contratado despedida de soltera) fue bastante terrible. Desde que nos pidieron pagar doblemente, a pesar de haberlo pagado ya, nos llamaron el mismo día de la comida que casi me da algo, a las 13.30, para decirnos que teníamos la reserva a las 13.00 y que teníamos que llegar ya. Ante mi sorpresa, les dije que nuestra reserva era a las 14.00horas, la chica que no yo que sí, bueno, yo lo llevaba todo impreso y efectivamente era a las 14.00horas. A pesar de ser los únicos en la planta de arriba del restaurante (vistas top eso sí), y los siguientes no llegaron hasta más tarde, nos preguntaban a nosotras que qué platos habían salido porque estaban perdidos y las camareras además, sintiéndolo mucho, daban un muy mal servicio. Lo que digo que no entiendo porque estaban en la planta de arriba desde inicio solo con nosotras porque no había nadie más, y las caras con las que nos miraban, cuando nos miraban vaya, les pedíamos cosas y ni nos contestaban, de verdad que hacía mucho que no veía nada así. La comida, las croquetas de entrantes eran como las del súper congeladas que compro yo en una bolsa, para poner eso yo pondría otra cosa, la sepia estaba horriblemente dura y muy escasa, y nadie fue capaz de comerse la paella valenciana (el sabor a pimentón era horroroso, no sabía yo hasta ahora que le echaban pimentón a la paella, de hecho el arroz estaba amarillo anaranjado, supongo que por esto). Así que devolvimos todos los platos de paella (nadie nos preguntó si no nos gustó, o qué había pasado, supongo que entonces ya lo sabrían). Lo único bueno de la comida, que eso yo sí que recomendaría que no cambiaran, serían las chuletas (aunque eran solo 4 chuletitas pequeñas, estaban buenas, las comimos con agrado porque estábamos pasando mucha hambre) y el queso de cabra rebozado de los entrantes. Eso voló. La verdad que la experiencia en general no fue nada buena pero bueno, se dieron estas circunstancias y a pesar de ello intentamos pasarlo lo mejor posible. Igual fue un hecho aislado, lo de las camareras y la comida, pero quería comentarlo por si acaso, para que fuerais conscientes. Sé que muy poca gente comenta las cosas negativas, pero en mi caso prefiero que me lo digan a no saberlo. El precio fueron 47€ por persona, que no es ninguna...
Read moreMira que he ido a sitios en esta vida. Fuimos con un menú cerrado nos pusieron una ensalada, un plato de paella en plato de postre y un postre a compartir. Precio desmesurado para esa bazofia. Mesas de diez separadas x el covid pero luego pones un postre para cuatro a compartir. Entre el menú de los 4 sería un menú normal de persona. La carne de la paella el pollo estaba pasado, la carne sabor incomible. He comido paella en muchos sitios en esta vida y se diferenciar cuando una carne está pasada no de cocción, me refiero a pasada de caducidad. Servicio lento no, lentísimo entramos a las 14:00h a las 16:00 el postre. Repito una ensalada y un arroz. No volveré ni lo recomiendo en absoluto. Podéis comprobar el número de reseñas que hago y de verdad creo q nunca he puesto una estrella. El dj solo lleva la mascarilla cuando se acerca la policía portuaria. En fin... Yo no volveré. Luego pasan a preguntar si está bien la paella, falsa humildad ¿Te digo que está la carne en mal estado delante de unas personas que hemos venido de celebración? Pues no. Porque al final le estropeas el día a esa persona y a la que lo ha organizado. Si sabes que el producto es bueno no hace falta pasar a preguntar nada. Edito reseña tras respuesta del local. Queda en evidencia su falta de profesionalidad, Una respuesta copiada de otra anterior a su altura. En ningún momento reflexiona acerca de su servicio ¿Insinúa que por pagar 25 euros no tengo derecho a comer una paella en condiciones sanitarias? Bebí dos cocacolas zero en dos horas ¿Creen que eso es abusivo en una barra libre? ¿Justifica que el dj vaya sin mascarilla? En fin, muy clasista rebajando todo a que pagamos poco cuando luego en el local nos dejamos en copas más de 40€ por cabeza. Pues evidentemente no veréis ningún céntimo mío. 0% reflexión...
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