Lo que fue, pero ya no es: Schinkel construyó esta iglesia de 1824 a 1830 por encargo del káiser Federico Guillermo III de Prusia. Fue la primera iglesia de estilo neogótico de Berlín y era el único edificio del gran Schinkel que se conservaba en su estado original, pese a haber sido dañado en el último gran bombardeo sobre Berlín (1945). Era una joya del neogótico alemán. Construida tipo basilical, con una sola nave, «iglesia con nave de salón», tan ligera que parecía volar. Un alzado interior perfecto: una mínima estructura con la totalidad de los muros laterales abiertos, con cinco vitrales cada uno y la girola con tres. Las basas de las columnas apenas estaban escalonadas. Unos sencillos capiteles dóricos remataban las columnas. El alzado de la fachada occidental en forma de H con dos torres coronadas por terrazas. Dos magníficos pórticos de la afamada factoría berlinesa Egells, decorados con medallones en relieve del escultor Christian Friedrich Tieck daban acceso al precioso interior. En los arcos ojivales y en los paños de las bóvedas de crucería, al igual que en el revocado interior y en el uso para el exterior del ladrillo rojo prusiano, Schinkel mostró su profundo conocimiento de los antiguos materiales de construcción. Schinkel era un hombre del «Renacimiento». No sólo fue un arquitecto excepcional, sino que también fue un gran pintor, decorador, planificador, geómetra, experto en metales, escritor. Tras la reunificación, la especulación inmobiliaria rodea la iglesia de grandes edificios y de garajes subterráneos que destrozan su interior y dañan enormemente su estructura. Se agrieta de Oeste a Este; se agrietan las magníficas columnas; se dañan las bellas bóvedas de crucería; se la priva de la iluminación natural tan estudiada y lograda por Schinkel. Más que restauración es transformación y el entorno de la iglesia ha sido desfigurado. Para celebrar esta malograda restauración se le dio bombo y platillo al día de su apertura el 27 de octubre de 2020. Ese día las lágrimas de Schinkel regaron todos los árboles de Berlín. La iglesia posee elementos neoclásicos, p.ej.,: el alzado de la planta es horizontal, las dos torres no acaban en chapiteles. Tras el Congreso de Viena (1815) y su segundo viaje a Milán (1824), Schinkel renunció al neogótico y optó por el neoclásico. Su cuadro «Blick in Griechenlands Blüte» (1825), desaparecido en la Segunda Guerra Mundial, muestra el giro que dará su arquitectura. En 1822 Schinkel le presentó al Káiser un refinado y bello proyecto en estilo neoclásico alemán: la nave rematada por cúpulas asentadas sobre cuatro pechinas, al más puro estilo bizantino. El káiser optó por...
Read moreFriedrichswerdersche Kirche is a hidden gem in Berlin, quietly standing with a dignified presence. The neo-Gothic architecture is striking, especially in how it contrasts with the modern buildings around it. Inside, the serene atmosphere is enhanced by the collection of classical sculptures, giving the church an almost museum-like feel. While not grand in size, the elegance and craftsmanship are evident in every detail. This place offers a moment of calm in the middle of the city, reminding us of Berlin’s rich history and...
Read moreAfter many years of restauration, the Friedrichswerdersche Kirche is finally accessible again for the public. The church is a museum today, featuring amazing sculptures and historic information about the building. The museum features entry free of charge and shows sculptures on two levels. The building itself is definitely worth a visit, the freshly renovated interior is a masterpiece of architecture and simply beautiful. You need roughly 1-1.5...
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