Cuanto te acercas al hotel, debajo del nombre ves 3 estrellas, ¡creo que son parte del logo!. La experiencia que no sabías que querías, pero sin duda la recordarás Es como hacer turismo en el tiempo(1940), pero también te cambia de nacionalidad(judía) y ubicación(Alemania)
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Si alguna vez pensaste que "el infierno debe tener una versión más barata y con menos ventilación", bienvenidos, donde la única forma de sobrevivir es hacer uso de tu memoria selectiva. Este lugar no es solo un hotel; es una prueba de resistencia, una experiencia de supervivencia que pondría a prueba hasta al más experimentado en turismo extremo.
Si bien los viajes pueden ser una experiencia enriquecedora, hay ocasiones en las que uno se encuentra con situaciones que hacen que incluso el concepto más básico de descanso se convierta en una pesadilla. Mi estancia en el Hotel fue, sin lugar a dudas, una de las experiencias más desastrosas que jamás haya cruzado mi camino, y, con suerte, de las cuales jamás volveré a hablar. Pero, como siempre es útil compartir estas experiencias para que otros no caigan en la misma trampa, me tomo el tiempo de redactar esta reseña detallada con la esperanza de que otros puedan evitar lo que yo viví.
Llegada al Hotel: Primeras Señales de Caos Al llegar al Hotel, ya comenzaba a tener malas vibraciones. La entrada, si es que se puede llamar así, es un pequeño pasillo mal iluminado que casi pasa desapercibido, rodeado de una fachada en deterioro evidente. Las ventanas del edificio parecían nunca haber sido limpiadas, y la pintura se caía a pedazos. Lo que inicialmente parecía ser un establecimiento de bajo presupuesto, pronto se reveló como una elección realmente equivocada.
El proceso de check-in fue un desafío en sí mismo. La recepcionista, un ser casi invisible tras un escritorio sucio, me entregó las llaves con una actitud que claramente reflejaba el hastío que se sentía en el aire. No me dieron información sobre el horario de desayuno ni detalles sobre la zona. Simplemente me empujaron las llaves con prisa, como si mi presencia allí fuera una molestia.
La Habitación: Un Refugio del Horror Lo peor de la experiencia llegó al abrir la puerta de mi habitación. La primera impresión fue como entrar en una escena de una película de terror de bajo presupuesto. El aire era denso, una mezcla entre humedad y moho que inmediatamente me hizo querer irme. Las sábanas, si es que se les podía llamar así, parecían no haber sido cambiadas en días, y al examinarlas de cerca, noté manchas sospechosas que no me atreví a investigar más a fondo.
La habitación estaba decorada de manera completamente aleatoria: paredes de un amarillo enfermizo con manchas de humedad y cortinas raídas que apenas cubrían las ventanas. Las sillas, tapizadas con lo que parecía ser una tela que había visto mejores días en los 80, se tambaleaban de una manera peligrosa. No pude evitar notar la televisión en la esquina, que parecía de la década de 1990, pero al intentar encenderla, solo se escuchaba un molesto ruido estático. No se trataba de un televisor defectuoso; simplemente no funcionaba.
El baño, si es que se le puede llamar así, era un completo desastre. El inodoro tenía una fuga, lo que provocaba un goteo constante que, para mi sorpresa, no se solucionó tras mi queja en recepción. La ducha era aún peor: el agua no solo tardaba una eternidad en calentar, sino que el grifo goteaba con tal intensidad que parecía un caudal constante. El moho cubría las juntas del azulejo, y los utensilios de baño eran de la calidad más barata imaginable. ¿Mencioné ya el olor? Una mezcla de humedad, desinfectante barato y algo que no podía identificar.
El Servicio: De Mal en Peor Cuando me aventuré a bajar al restaurante del hotel para probar el desayuno (que, según el folleto, prometía ser una experiencia "deliciosa y fresca"), la decepción fue aún mayor. La "cocina" parecía ser una especie de espacio improvisado en el que las recetas de la abuela habían sido reemplazadas por...
Read moreWe travelled as a couple with our 5 year old daughter. Firstly this resort is a perfect base to explore tuscany , we found getting from pisa airport very easy with the trains, which cost about ||15euros each. Everyday we visited a different town , florence, lucca, viareggio, pisa, pistoia, all using the trains with no problems. We found the hotel very clean and the pool was lovely and cool which was welcomed as it was scorching. All staff from reception , waitresses,waiter, cooks and maids were all very welcoming and very helpful in getting the most out of your stay. The main plus side for this hotel was the amazing home cooked food , 4 courses every night , the food kept on coming and coming , they love to feed you , we never had a bad meal . I would recommend this beautiful resort of montecatini to everyone , slow pace of life , lovely parks and spas , ice cream parlour, cafes and bars , good shops , and definitely the hotel querceta being amazing value for money. Once again thank you to all staff...
Read moreLa Querceta was not a Hotel we booked but a hotel we were re assigned. We may have initially been disappointed after our long walk from the station but the staff were welcoming, friendly and helpful which I think counts for a lot. The rooms are clean, basic but comfortable. It is not a luxury Hotel. The meals ( we had half board) were excellent. Authentic Italien cooking and Angela ( who seemed to manage everything about the restaurant) was able to offer choices( 3 courses with 2 set choices) when I explained I didn't eat meat. We always had more than enough to eat of good italien "home cooking". The reception staff were always pleasant as were all the staff. With little English spoken and our little Italien we certainly felt like we had had a truly authentic visit to this part of Tuscany. Thank you to all at the family run Hotel...
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