Lima Estilo Nikkei Recoleta — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Nos recibieron en la entrada muy bien, esperamos a una compañera en el lobby y luego ingresamos a nuestro turno. Llegamos justo cuando estaba anocheciendo (18.15) así que alcanzamos a ver la luz natural que entra por el techo vidriado y luego nos acercaron una vela a la mesa para la ambientación nocturna. El salón es muy lindo, acogedor, los sillones individuales de las mesas son muy cómodos y amplios, al igual que la mesa. Con la iluminación alcanza perfecto para comer y ver los platos, pero quizás no para leer bien la carta del Happy Hour por los colores de fondo y de la letra, pero la carta de restaurant se podía leer perfectamente. Cabe destacar que fuimos un feriado, a salón y a las 18hs. Solo había 2 mesas ocupadas, la nuestra y una pareja extranjera, así que no tuvimos inconvenientes de ruido ni de demora en los platos, todo llegó muy bien. Nos sentamos 18.15 aprox. y 19.40 ya habíamos terminado de comer e hicimos un poco de sobremesa. El turno cuando reservas te avisan que es de 2 horas. Nos trajeron una sopa y unos tragos de bienvenida, la vajilla es bella, la comida estaba excelente, muy rica y buenas porciones. Fuimos 4 personas (mujeres) y pedimos de entrada: Ebiwan (1), Conchitas Parma (1), Limawan (2) y 2 unidades de ostras con sriracha. De principal comimos sushi (Limeño, Nazca y Miraflores), 10 piezas de cada uno. Aprovechamos el Happy Hour y pedimos 2 mojitos, 2 caipiroskas, 1 agua y 1 pisco sour. El tamaño de las empanadas es el ideal y la salsa que acompañaba hacía una combinación excelente, las piezas de sushi eran un poco grandes, pero igual se podían comer y estaban muy sabrosas. Recomendamos especialmente el roll Nazca. Las empanadas de langostinos recomiendo no perdérselas, son exquisitas y la miel de maracuyá que acompaña es de otro planeta. Yo no probé las vieiras ni las ostras, pero la presentación era impecable. Los tragos estaban muy ricos y el camarero muy atento que se dio cuenta que una de las comensales no estaba comiendo sushi y se acercó a preguntar si quería otra porción de empanadas de lomo. Hay un baño en el mismo piso si no me equivoco, si no el común está bajando unas escaleras, que es muy amplio y limpio, con grandes espejos y los cubículos son muy espaciosos también. Recomendado para algún festejo, una cita o...

Excelente comida, lugar agradable, un poco oscuro como otros del mismo nivel. Es importante ver lo que se come con claridad, regla número 1 en gastronomía: la comida entra por los ojos, luego está lo demás. Con respecto a la atención me preocupó que uno de los camareros, calculo que el maitre, me avisó que el turno era de 2 horas. Cosa que yo ya sabía porque está en el sitio, te lo dicen al entrar, al ubicarte en la mesa, etc. Mi turno empezaba 20.30 hs pero llegué un rato antes e igualmente me dejaron pasar, el mozo en cuestión debe haber pensado que mi turno comenzaba a las 20 hs y empezó a decirme que mi turno era de 2 hs que para el último turno estaba repleto y que tenía que tenerlo en cuenta y todo lo que ya les comenté, le dije que mi reserva empezaba recién y 3 minutos después llegaron los demás invitados. Además, tuve que confesarle que era cocinero profesional (trabajé unos 8 años) y actualmente sigo conectado a través de biotecnología en alimentos y cursos y clases a las cuales me convocan, soy pastelero profesional, hago cursos de crítica gastronómica con María De Michelis (mi prima) y que terminé (esto lo comento ahora) una maestría en tecnología alimentaria en la Universidad de Bologna, le dije entonces que lo que estaba haciendo no correspondía, por lo demás todo excelente, hasta nos cambio una silla que estaba mal. Pienso que no hace falta ese tipo de comentarios porque obliga a uno a hacer los propios. Deben tener mejor comunicación entre el staff porque ayuda y mucho. A pesar de eso, gracias por la experiencia porque fue...

Fuimos a cenar en familia con dos niños. Teníamos altas expectativas por las reseñas que habíamos leido.

Ambiente: entretenido, chic, una estética obscura, aires de invernadero elegante con un árbol que le atraviesa.

Atención: buena, sobretodo del mozo, muy amable y entusiasta. Servicio lento, con errores. Nos sirvieron un entremés que no correspondía y luego lo retiran y frente a nosotros lo sirven a otra mesa. Impresentable.

Vimos en la barra parte de nuestra orden detenida largo tiempo antes que la sirvieran. Esto en el marco de un plato que tardó 40 min en ser servido (eso lo habían advertido), es un error que pesa.

Calidad: platos delicados, sabores suaves. Limonadas deliciosas. Hemos comido en muchos nikkei y el sabor es más sutil. Pedimos sin queso crema y lo lograron en los rollls. Pero en los pocos rolls que venían en el omakase (menú a gusto del chef) no lo consideraron, pese a que fuimos muy claros en que no nos gustaba el queso crema.

Cantidad: el mozo nos indicó que 60 piezas estaba bien para 4 comensales. Pedimos 65 para asegurarnos (40 en rolls y 25 en el omakase ). Quedamos con algo de hambre, ciertamente la cantidad no fue suficiente, y no somos personas que coman mucho.

Relación precio/calidad: buena calidad pero es demasiado caro en consideración a la cantidad.

¿Volveríamos? Definitivamente no. Una pena decirlo pero la experiencia nos...