Taj Mahal in Buenos Aires… well, let's just say it wasn't the majestic experience I was hoping for. Walking in, the first thing I noticed was how dark it was. It felt a bit gloomy, not exactly the vibrant atmosphere you'd expect from an Indian restaurant. Then came the mosquitos. And not just any mosquitos – big ones, buzzing around like they owned the place. Considering Buenos Aires had a serious dengue outbreak last year, you'd think they'd be a bit more vigilant about pest control. I was getting bitten left and right, which made it really hard to relax and enjoy the meal. My wife's vegetarian dish was actually pretty decent, so at least there was that. But my meat with spinach? Oh, boy. It was truly awful. The meat was clearly boiled to smithereens, completely falling apart, and then they just dumped a spinach puree on top. It tasted like baby food gone wrong. Absolutely no texture, no flavor, just mush. And for around £20? That's a serious rip-off. The quality of the food was just shockingly poor. It felt like they had no respect for the ingredients. It was clear that they were cutting corners, and the result was a dish that was both unappetizing and overpriced. Honestly, I'd rather eat at McDonald's than go back to Taj Mahal. At least you know what you're getting there. I wouldn't recommend this place to anyone. Avoid it. There are far better options in...
Read moreAyer por la noche fui junto con mi grupo de amigos a despedir el año a Taj Mahal Restaurante. Debo admitir que a lo largo de todo el día y de forma reiterada, me asechó la idea de bajarme del plan. Más de una vez estuve a punto de mandar el mensaje desolador informando mi ausencia, pero sinceramente nunca me animé. Bajarse de un plan con los amigos es considerado un acto de traición e ingratitud profunda. Solo son dos las justificaciones que se perdonan y aceptan: la muerte de un familiar o una cita con una mujer. Y la mía no era ninguno de los mencionados casos. Es más, la mía no iba a ser ni siquiera tomada en serio y estaba condenado a recibir una docena de mensajes tratándome, principalmente, de cobarde. Pasa que la última vez que había comido comida india mi experiencia no había sido buena, pero antes de tener que afrontar la catarata de maltratos, preferí callar y rezarle a dios para que me acompañe. Llegué nervioso y con la idea de pasar muy desapercibido. Sin embargo, cuando entré al restaurante, tuve la primera gran señal: la ambientación del lugar y su música me transmitieron confianza, y pensé que así se debe sentir un jugador cuando entra a la cancha antes de un gran partido. Los muchachos, ya sentados en una mesa blanca y cómoda, se encontraban exultantes, por lo tanto no me quedó otra que mostrarme confiado y con ganas de que aparezca de una vez por todas la comida. Mi gran amigo Denis pidió como piden los expertos, con seguridad, nombrando a la perfección todos los platos y señalando como es que los íbamos a distribuir. Minutos después, llegó la entrada acompañado de unas paneras rellenas de "Naan", el pan clásico, con unas salsas picantes que estaban verdaderamente sabrosas. De entrada comimos el "Vegetable Somosa", un triangulo tipo empanada relleno de verduras y guisantes, el cual me dio la pauta de que yo iba a poder con esto. Y mientras la moza regaba nuestros vasos con cerveza fresca, lo que ayudo a liberar un poco más mi tensión, llegó el plato principal, el "Pollo Tikka Masala" acompañado de arroz blanco. Desde el primer mordisco hasta el último que me la pase agradeciendo interiormente no haber mandado nunca el mensaje de ausencia. Una mezcla de sabores difícil de describir, tan es así, que enviamos nuestras felicitaciones al Chef, quien segundos después se apareció en la mesa transmitiendo su humildad y alegría. Muchísimas gracias Malik y a todo el Taj Mahal restaurante por una experiencia inolvidable, que no solo me hizo recordar lo sabrosa que es la comida India, sino que además nos abrió sus puertas para que este grupo de amigos siga recolectando anécdotas...
Read moreReserved a table for 8 PM and arrived on time. We were not let in until 8.08 PM. Nice Ambience and very courteous staff. Sad to state that No one could talk/understand English or any of the Indian languages. Ordered vegetarian dishes including appetizers. 10 minutes later we were told that samosas and Lassi are not available.We ended up drinking water and had main course. Dhal Tadka , Jeera Rice and Butter Kulcha ( more of a butter naan than Kulcha). Quality of the food was excellent, we loved it. For that very reason we are giving 4 stars. Very much disappointed on the restaurant not being able to serve the simple items like samosa and Lassi listed on...
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