Ka'llao — Restaurant in Viña del Mar

Entrar a este restaurante fue, al inicio, una experiencia prometedora. El espacio, aunque modesto, estaba bien dispuesto y acorde a la temática que buscaba transmitir. Nada sobresaliente, pero tampoco ofensivo, un escenario correcto que preparaba al comensal para lo verdaderamente importante La comida. El primer contacto, sin embargo, fue un mal presagio. El pan, lejos de ser fresco y crujiente, llegó cansado, con esa textura inequívoca de haber pasado una noche olvidado en la cocina. Un inicio que dejaba claro que el cuidado por los detalles brillaba por su ausencia. Decidí avanzar hacia las bebidas, esperando redención. Pedí dos jarras de limonada en una, el exceso de cáscara licuada volvió el sabor más ácido de lo normal no era intomable, pero sí incómodo. En la otra, el azúcar predominaba ligeramente, generando una sensación empalagosa en la lengua. En ambas, el balance estuvo ausente, lo que impidió disfrutar realmente la bebida. Los acompañamientos confirmaron la desgracia. Las papas, frías de espíritu y congeladas en origen, carecían de toda gracia. La ensalada fue un desfile de verduras comunes, sin ingenio alguno en la combinación, que en la mesa estaba la opcion de acompañadas de un aderezo de aceite corriente que redujo cualquier atisbo de frescura. Bastaba con una simple opcion de aceite de oliva para elevar el plato, pero la intención no existió. En medio de tanta mediocridad, las salsas aparecieron como un raro respiro. Espesas, bien logradas, con un sabor correcto. Un detalle menor, pero lo único que mostró oficio en la cocina. Pedi un salteado en el cual, La carne, protagonista esperada del plato, llegó con una apariencia aceptable: ni seca ni jugosa. Sin embargo, el primer bocado reveló su secreto. ese inconfundible sabor de carne congelada, lejos de fresco, con un ligero pero presente sabor a, dejo pasado que la convertía en una decepción inevitable. Un plato central arruinado desde la raíz. Al final, solo quedaba la visita al baño para cerrar la experiencia. Y, como el resto del lugar, fue un reflejo de lo mismo. funcional, sin errores graves, pero absolutamente olvidable. El balance de la velada es claro: un restaurante que logra cumplir en lo superficial, pero que fracasa rotundamente en lo esencial. Una experiencia que comenzó con un pan marchito y terminó con una carne pasada, con el único respiro de unas salsas que jamás deberían ser lo mejor de una...

El restaurante muy bello, me gusta su decoración, me gustan los restaurantes peruanos, sin embargo, el plato que pedí, el ceviche de salmón, me decepcionó y me sentí mal, ya que el ceviche peruano es mi comida favorita, el pescado estaba muy malo, estaba añejo, arrugado, mal cortado y tenía pedazos negros, no lo termine de comer y lo cambie por un lomo saltado, porfavor, hagan bien el ceviche, compren salmones buenos y háganlos bien, e comido mucho ceviche y este es el más malo que e probado, el pescado horrible, el resto del plato está bien pero el pescado me decepcionó mucho y me senti mal, pagar un plato que no me gustó, y tuve una mala experiencia, el resto estaba bien, el pan el jugo y las salsas y el resto estaba muy bien. Pero el pescado... Terrible, porfavor hagan bien su salmón no corten salmón todo añejo y negro, debe tener una buena textura, debe ser blaco, suave y joven, porfavor hagan bien su trabajo, yo amo los restaurantes peruanos, esto me hizo sentír mal, ojalá que me tomen solución respecto al mal rato que pase y no me devolvieron la plata solo me hicieron cambiar otro...

El ambiente muy grato. Pedimos una limonada que estaba buenísimo y una trilogía de mar. El arroz de mariscos estaba muy rico, al igual que los mariscos fritos. El ceviche estaba agradable, pero no espectacular y un poco salado. Las salsas que acompañaban la comida no estaban ricas, tenían más sabor a mayonesa que a especias u otro. Luego pedimos unos tequeños de lomo saltado y la presentación del plato era extraña, porque si bien los tequeños mismos tenían un buen sabor, estaban complementados con guacamole y lechuga, siendo en general una preparación con sabores que no terminaban de encajar. Volvería, porque en general fue agradable, pero no de...